En plena era digital, donde todo se conecta y se sincroniza, sorprende saber que el dispositivo más fácil de hackear en casa no es ni el móvil ni el ordenador. Según un experto en ciberseguridad entrevistado por CrossOver en un vídeo de TikTok, “lo más hackeable es la tele, porque como no tiene protocolos de seguridad en la mayoría”, se convierte en un blanco perfecto. Y lo más preocupante es que muchas de ellas están ya conectadas a internet por defecto, sin que el usuario haya hecho nada para protegerlas.
La tele, la puerta trasera más vulnerable de tu hogar
El especialista señala que las Smart TV carecen de sistemas básicos de defensa, al contrario que los móviles o los portátiles, que suelen incluir cifrados, actualizaciones automáticas y otras capas de protección. Esto convierte a los televisores inteligentes en una especie de “coladero digital” que puede abrir las puertas de toda la red doméstica a un atacante.
Keeper Security, plataforma especializada en gestión de contraseñas y protección de datos, confirma esta desconocida realidad: “un único dispositivo IoT no protegido puede servir de acceso a una red y permitir el robo de datos personales”. A menudo no se actualizan, conservan contraseñas por defecto y, lo más grave, los usuarios no perciben la necesidad de asegurar algo que tradicionalmente sólo servía para ver programas.
La tele no está sola en este ranking de dispositivos hackeables. Todo lo que se conecta a internet y no es un móvil, tablet o PC entra en el amplio campo del Internet de las Cosas (IoT): desde cámaras de vigilancia hasta bombillas, asistentes de voz o termostatos. Y todos comparten un mismo talón de Aquiles: la falta de atención del usuario. La seguridad digital en el hogar no es sólo instalar un antivirus en el ordenador. Cualquier dispositivo conectado debe tener medidas básicas de protección.
Recomendaciones según Keeper Security
1Cambiar las contraseñas predeterminadas por claves únicas y robustas
2Activar la autenticación multifactor si está disponible
3Mantener el software de todos los dispositivos actualizado
4Desactivar las funciones que no se utilizan
5Aislar los dispositivos IoT en una red wifi de invitados
6Apagar o desconectar los dispositivos cuando no se estén usando
El simple gesto de dejar encendida la televisión puede tener consecuencias más serias de lo que uno imagina. Por eso, la próxima vez que se compre un dispositivo inteligente, fundamentalmente un televisor, no hay que olvidar esta revelación.


