Is red light therapy for skin a genuine viral phenomenon or just a misconception?
Terapia viral
Expertos en belleza aplauden el uso de la terapia de luz roja en el rostro para optimizar el descanso y la dermis, pero surge la duda sobre la seguridad de esta tendencia.
“Vendí mi alma al diablo por Temu, y me costó la salud”: las confesiones de un tiktoker que abandonó su vida personal para cumplir con sus obligaciones de influencer

Máscara de luz roja.

“Cada noche, antes de dormir, me expongo a quince minutos de luz roja mientras leo. Estimula el colágeno, reduce la inflamación, y aumenta la melatonina y me ayuda a dormir”, explica una influencer en la red social TikTok. La terapia de luz roja es una de las nuevas tendencias de moda para quienes están preocupados por el cuidado de la piel: hay quien afirma que le ha ayudado a eliminar acné y arrugas e incluso a frenar la caída del cabello.
Aunque suena demasiado bueno para ser real, la verdad es que la terapia de luz roja tiene una cantidad nada desdeñable de estudios que respaldan su efectividad. Pero, como suele suceder con este tipo de novedades, la información sobre ella también está plagada de algunos bulos o informaciones inexactas que pueden generar falsas esperanzas o incluso ser peligrosas.
La terapia de luz roja, también conocida como fotobiomodulación, utiliza longitudes de onda específicas de luz roja e infrarroja cercana para penetrar en la piel y estimular procesos celulares.
La terapia de luz roja implica, de hecho, someter nuestra piel a luces rojas o infrarrojas para obtener diversos beneficios. La justificación científica es algo más compleja. Estas terapias emplean luz de una longitud de onda considerablemente extensa —la mayor efectividad se ha demostrado en rangos de 630 a 660 nanómetros y de 810 a 880 nanómetros—, la cual puede penetrar la piel con mayor facilidad y activar las mitocondrias celulares dérmicas.
Las investigaciones señalan que esta estimulación conduce a una producción incrementada, por ejemplo, de colágeno o elastina, las proteínas que componen el tejido humano y otorgan a la piel mayor firmeza y elasticidad. De este modo, constituye un “efecto antiedad” que ya es reclamado por muchos.
Dermatologists at Stanford University's medical school explain that the terapia de “fotobiomodulación”, its technical designation, was initially employed by skin specialists to address early and minor instances of skin cancer. Initial research validating its efficacy dates back to the 1960s, but, as specialists caution, it's not a miraculous solution for every condition it's commonly associated with.
Una creencia popular es que la luz roja facilita un mejor descanso nocturno; sin embargo, según según explica Jamie Zeitzer, subdirector del Centro del Sueño y las Ciencias Circadianas, la evidencia que respalda la aplicación de luz roja para optimizar el sueño es aún escasa. Aunque algunos estudios han sugerido que que puede hacer más sencillo que nos levantemos menos adormilados y con mayor vitalidad, o que puede ayudar a mejorar los resultados obtenidos por atletas y deportistas, otros ensayos han arrojado conclusiones ambiguas o han señalado que la luz roja puede aumentar la ansiedad y las emociones negativas. La investigación científica, no obstante, sí avala su empleo para reducir o eliminar cicatrices recientes y reducir las arrugas.

“Muchos de los beneficios que tiene tienen que ver con la reducción de la inflamación. Al trabajar la inflamación se reduce el estrés oxidativo y se acelera la reparación cutánea, lo que lo hace útil para después de ciertos tratamientos”, nos explica Tamar Troncoso, especialista en dermofarmacia y suplementación. “Todo esto tiene un efecto antiedad positivo, pero es importante que la gente sepa que hay que utilizarlo de manera constante: que te lo pongas un día no sirve para nada”.
Su uso debe ser continuo; aplicarlo un solo día no produce ningún efecto.
Es el caso, por ejemplo, de la utilización de la terapia de luz roja para la mejora de la caída de cabello, uno de sus usos más extendidos y también más estudiados. Según las pruebas clínicas realizados por varias entidades, el uso diario de técnicas de fotobiomodulación en el cuero cabelludo aumenta la densidad del cabello en pacientes con alopecia androgénica - la calvicie común y habitual entre la mayoría de la población - y estimula el flujo sanguíneo alrededor de los folículos.
Zakia Rahman, dermatóloga, aclara que “La dilatación de los vasos sanguíneos permite que lleguen más sangre y nutrientes a los folículos pilosos. Si se usa de manera consistente durante meses, se ha demostrado que la terapia de luz roja puede ayudar a aumentar el crecimiento capilar.” Sin embargo, es importante considerar que, si el paciente interrumpe este tratamiento, los efectos positivos se desvanecerán gradualmente.
Aunque los efectos de la terapia de luz roja son generalmente positivos, también hay contraindicaciones si se usa incorrectamente. Por fortuna, incluso así, sus repercusiones son relativamente leves. “Si usas los aparatos a máxima potencia y sin control, puedes irritar la piel. Además, si los utilizas sin protección ocular puedes acabar con fatiga ocular”, nos advierte Troncoso.
Pero aun así, y especialmente si se busca utilizar esta tecnología en casa, fuera de una clínica especializada, es importante fijarnos bien en las especificaciones técnicas de la máquina o los focos que estemos comprando. Páginas como AliExpress, Temu o Amazon ofrecen gran cantidad de productos, desde mascarillas faciales a lámparas o paneles de gran tamaño, a precios muy reducidos, pero no cuentan con ningún tipo de homologación ni garantía.
Varios artículos disponibles en la plataforma Aliexpress ostentan una gran cantidad de comentarios favorables de compradores, quienes garantizan “aliviar cualquier tipo de dolor”, “estirar la piel” o “frenar el envejecimiento”. Dichos artículos, con un precio que oscila entre los veinte y cincuenta euros, carecen de las debidas autorizaciones sanitarias y, a pesar de ser promocionados de otra manera, no son adecuados para propiciar la fotobiomodulación, un proceso beneficioso para la dermis.
“Los aparatos que se compran en ese tipo de plataformas no tienen necesariamente evidencia científica, porque para funcionar tienen que emitir unas frecuencias específicas.”, nos explica Troncoso. “Deberíamos desconfiar de productos que no indican la longitud de onda exacta que emiten, de los que prometen resultados mágicos o inmediatos.”
Debemos ser escépticos con los artículos que no especifican la longitud de onda precisa que liberan.
Además, es crucial comprender que cada longitud de onda lumínica posee una aplicación específica. Las longitudes de onda que oscilan entre 630 y 635 nanómetros se emplean para obtener un efecto rejuvenecedor que atenúa las líneas de expresión y potencia el brillo de la piel. Por su parte, a 600 nanómetros, se consigue disminuir la inflamación. Para tratar el acné y propiciar la regeneración de la piel, las longitudes de onda situadas entre 810 y 830 nanómetros resultan particularmente beneficiosas.
Sin embargo, el empleo desmedido o la operación de aparatos no aprobados por las autoridades sanitarias podrían acarrear consecuencias adversas; por lo tanto, la recomendación general es usarlos bajo supervisión o con la guía de un experto.



