Las redes, pero también los medios tradicionales, las televisiones y las tertulias de gimnasio han emitido su veredicto: el rostro de la Flotilla ha sido y es Ana Alcalde, Hanan Alcalde o Barbie Gaza para sus no se sabe si detractores, seguidores o todo lo contrario.
Ha nacido una estrella en el firmamento activista y no creemos equivocarnos si decimos que llega para quedarse, incluso si se hace efectivo el acuerdo de paz en Gaza que todos los hombres y mujeres de buena voluntad apoyamos. Tiene presencia y le sobra labia, eso en el sentido literal, porque según X y más matizadamente también Bluesky, cada vez que emite una doctrina que no comentario los hunde, a la Flotilla, decimos, esta vez en el sentido metafórico.
Hanan Alcalde en la Global Sumud Flotilla
No es por ponernos medallas, pero aquí ya la descubrimos bailando en cubierta mientras su barco humanitario se recuperaba de su enésima avería. Entonces intentamos verificar que efectivamente se trataba de la Global Sumud Flotilla y como no estaba claro, nos mantuvimos expectantes entre las críticas que ya aparecían en redes sobre lo mal que casaba el ambiente festivo a bordo con la masacre que está ocurriendo en Gaza.
La confirmación llegó a través de los propios vídeos, cabellera rubia al viento con un pañuelo pirata palestino, ojos azules que miran fijamente a la cámara y miles de personas enganchadas a sus intervenciones, en las que ha contado desde la vida en el barco a las supuestas “torturas” que sufrió a manos de los israelíes al ser interceptados.
La política como espectáculo, Hanan Alcalde era creadora de contenidos en la Flotilla; criticamos las redes, pero se trabaja para crear no contenidos sino opinión en y mediante ellas
¿Qué interés tiene todo esto? Pues aparte de las conversaciones de gimnasio, lo tiene todo, porque ha conseguido que se hable más de ella que del resto de integrantes de la Flotilla juntos, y eso dice mucho de nosotros, como sociedad y como momento. Ada Colau, en un segundo plano, eso (le) duele. A Greta Thunberg le debe dar igual.
Ana Alcalde, Hanan Alcalde tras su conversión al islam, ha explicado a diferentes medios que en la Global Sumud Flotilla su misión, por así decirlo, era la de creadora de contenidos. Ya se sabe, ninguna empresa, partido o causa sin sus correspondientes creadores de contenidos, antes llamados publicistas y que siguen siendo lo mismo, pero con más metraje. Criticamos las redes, pero se trabaja para crear no contenidos sino opinión en y mediante ellas.
La cuestión es que como los aprendices de brujo, ya es un clásico que los creadores de contenido se conviertan en contenido ellos mismos. Es lo que sucede en el caso de la que las redes han bautizado como Barbie Gaza, apelativo que comparten tanto sus defensores como detractores, pero no solo ha sucedido en su caso y eso los influencers lo saben bien.
Ahora bien, ¿su protagonismo resulta beneficioso para Palestina, que es de lo que supuestamente se trata? Ella misma se quejaba en un vídeo de que se hace más hincapié en su apelativo de Barbie Gaza que en la situación de Gaza. ¿Esperábamos otra cosa de las redes, los contenidos y demás creaciones? ¿Esperaba la flotilla otra cosa? ¿Y ella?
Las intervenciones de la influencer propalestina tras su llegada a España no creemos que estén ayudando precisamente, como cuando rechazó que Hamas violara a mujeres israelíes en la masacre del 7 de octubre, algo que la propia ONU, criticada por Israel por entender que mantiene una actitud hostil hacia ese país, ha considerado probado.
“No me creo nada que diga Israel”. De los informes de las Naciones Unidas, ni pío. Esta fue la segunda versión ya en España, más suave, porque en un directo en el barco había calificado las violaciones de “bulo”, y que una de las rehenes al ser liberada había dicho que “se había sentido fea porque no le habían hecho nada”.
Rechazo generalizado en X: En En Boca de Todos (Cuatro), Hanan negó que hubiera habido violaciones masivas el 7-O, tachándolo de “bulo mediático”. Eso significa que desde la propia Flotilla se han minimizado atrocidades cometidas por Hamas” (@stromberts2).
“La vi un poco y... escucharla repetir sus cuatro frases (no hay más) sin cesar fue inaguantable, pero imagino que la seguirán llamando, eso seguro, y quien sabe si la fichará algún partido, el nivel lo tiene” (@Massirriah).
En el otro extremo de la mesa: “Te llaman Barbie Gaza para ridiculizarte, y fíjate, Hanan, a lo mejor sacan una muñeca con kufiya y millones de niñas se identificarán contigo!” (@lauratdsk.bsky.social).
Lo de la muñeca Barbie Gaza no lo habíamos visto venir, como tampoco vio venir Hanan Alcalde que en otro programa televisivo, Código 10, le preguntan si considera Hamas un grupo terrorista, a lo que contesta que “nos vamos siempre a la misma pregunta, que no habíamos quedado que no íbamos a tratarla”. Malos reflejos los suyos, y muy mal cómo hace quedar a la Flotilla, suponemos.
Muy interesante la reflexión de @articulo14.bsky.social en Bluesky, cuando afirma que Hanan Alcalde “no solo es la anécdota de la Flotilla, sino también su mayor escollo, habida cuenta de que la misión no se limita a crear un corredor humanitario, sino que tiene asimismo una misión propagandística”.
¿Para llamar la atención sobre cualquier cuestión, en este caso los crímenes de guerra en Gaza, sirve cualquier contenido, o puede resultar contraproducente? Eso, y nuestra propensión como sociedad también del espectáculo a quedarnos con lo más ruidoso, vistoso, es sobre lo que nos debería hacer reflexionar Barbie Gaza. Eso, y el rechazode demasiados a admitir los crímenes de guerra de Hamas.

