Dos adolescentes británicos han sido detenidos tras intentar asesinar a tiros a otro joven en la ciudad de Nottingham (Reino Unido) y fugarse a Alicante. Fueron arrestados dos días después del intento de homicidio mientras pedían comida en un Burger King del aeropuerto. Así se desprende de la información publicada por El Español.
Los hechos ocurrieron el pasado 5 de mayo de 2024. Ese día, los detenidos, de tan solo 18 años, intentaron acabar con la vida de otro joven disparándole mientras circulaban en una bicicleta eléctrica en un centro comercial. Aunque la víctima se encontraba a pocos metros de distancia en el momento del disparo, les falló la puntería y el joven logró esquivar la bala.
Los hechos fueron capturados por las cámaras de vigilancia de una de las tiendas del centro comercial. Fue un empleado de uno de los comercios de la zona quien alertó a la policía. Cuando se personaron en el lugar, los agentes encontraron una ventana rota en una tienda, y la investigación aseguró que el daño había sido causado por un proyectil.
Un golpe de suerte
La víctima pudo esquivar la bala que pretendía acabar con su vida por unos pocos centímetros
Tras analizar las imágenes de las cámaras de seguridad, la policía descubrió que un grupo de jóvenes se había reunido en el centro comercial alrededor de las 15:25 de la tarde. En las mismas, se observa a los jóvenes, que sacan pistolas y disparan a la víctima, que también iba en bicicleta. Durante el momento de los hechos, ningún cliente que paseaba por la zona resultó herido.
Tras fallar en su intento de acabar con la vida de la víctima, los dos jóvenes reservaron billetes de avión hacia Alicante para escapar de la justicia. Sin embargo, los agentes de policía lograron identificarlos antes de que cogieran el vuelo y fueron arrestados dos días después mientras pedían comida en un Burger King en el aeropuerto de East Midlands.
Ante la evidencia de las pruebas capturadas por la cámara de seguridad, donde se les veía claramente, los jóvenes confesaron los hechos y se declararon culpables de posesión de armas de fuego con intención de poner en peligro la vida. Sin embargo, las armas que usaron en el ataque no han sido encontradas.
Comparecieron ante el Tribunal de la Corona de Nottingham el pasado 24 de enero y fueron sentenciados a un total de 23 años y medio de prisión entre los dos: 10 años de cárcel y 3 de libertad condicional para uno de ellos y 7 años y medio de prisión además de otros 3 en libertad provisional para el otro.