El conseller d’Agricultura, Òscar Ordeig, abogó ayer por reducir la superpoblación de jabalíes salvajes “de manera urgente y contundente”, entre otras estrategias para combatir esta plaga. Desde hace años, los expertos venían expresando su temor a que los jabalíes pudiesen sufrir un brote de peste porcina africana. Y consideraban que este podría ser un foco temible de contagio para la cabaña porcina, con impactos sobre la industria agroalimentaria.
Hasta ahora, sin embargo, los casos de PPA solo se han dado en jabalíes, sin que se haya transmitido a los cerdos. Todas las acciones actuales de la Administración –con ayuda de la Unidad Militar de Emergencias (UME)– se concentran en vigilar el foco donde se han localizado los dos primeros jabalíes muertos en Collserola para capturar jabalíes o bloquear su paso para evitar que la enfermedad traspase el perímetro acotado y se descontrole.
El conseller Ordeig relacionó ayer la plaga de jabalíes con el riesgo de que se traspase la peste porcina africana a la cabaña porcina. Dijo que hasta ahora se ha trabajado para combatir esa superpoblación, aunque admitió que aún “queda mucho por hacer”.
Zona en cuarentena por la peste porcina africana en Cerdanyola
La expansión forestal, abundantes restos de comida o la falta de un predador como el lobo favorecieron la plaga
Unió de Pagesos y Asaja coincidieron ayer en reclamar al Departament d’Agricultura que la UME, desplegada para controlar el brote de peste porcina africana detectado en jabalíes en el área de Collserola, actué en toda Catalunya.
“Si se está matando jabalíes en Barcelona a través del Ejército, a través de los cuerpos y fuerzas de seguridad, lo que se tiene que hacer es hacerlo en todos los sitios que se sabe que hay un reservorio de jabalíes”, afirmó el presidente de Asaja Catalunya, Pere Roqué.
Uno de los focos de esta superpoblación es Collserola. Aquí, sin embargo, “por suerte, las incidencias con jabalíes en los últimos años han bajado un 70%”, gracias a las actuaciones que han llevado a cabo las distintas administraciones (el parque natural, el Departament d’Agricultura, los ayuntamientos…), según dijo el conseller.
En Collserola, algunas de las actuaciones que se han llevado a cabo para frenar la expansión del jabalí han consistido en la instalación de contenedores cerrados para que estos animales no obtengan comida o en dificultar el acceso al agua. Igualmente, se han hecho batidas
Jabalíes en Collserola
Muertos 243 en 2024, y 965 en 2022
En la sierra Collserola, el número de jabalíes abatidos el año 2024 fue de 243 (frente a los 965 que hubo en el año 2022). De estos, 54 fueron capturados en batidas en la temporada de caza, 52 en actuaciones para frenar su expansión en suelo urbano y 137 en operaciones de acecho nocturnas.
Esfuerzos no siempre exitosos
En el conjunto de Catalunya se ha realizado todo tipo de esfuerzos para erradicar las plaga, aunque han resultado infructuosos para contenerla muchas veces. “Debemos combatir la superpoblación de la fauna cinegética”, repitió el conseller.
Ordeig citó, entre otras causas de esta superpoblación, el abandono de los cultivos agrícolas, lo que ha facilitado la expansión de zonas boscosas (donde los animales logran obtener refugio y comida), así como el cambio climático, que ha propiciado un clima más benigno para estos animales. “Debemos controlar la superpoblación para no desplazar a la población autóctona”, remachó.
Efectivos de la UME de Aragón desplegados por una zona de Collserola de la población de Cerdanyola del Vallès en la búsqueda de posibles cadáveres de jabalís
Las estrategias seguidas hasta ahora para combatir la plaga del jabalí no han obtenido el éxito deseado. “Podemos disminuir la población en una zona, pero pueden llegar de otras zonas”, según explica Jordi Cobo Serra, profesor del departamento de Biología Animal de la UB.
“Este es un fenómeno que no sufre solo el área metropolitana de Barcelona, sino muchas otras zonas del mundo. El jabalí se adapta y se acostumbra a vivir con los humanos y a explotar los recursos del área metropolitana”, añade Cobo Serra.
En Catalunya, el primer factor de su expansión es el incremento de las zonas forestales
En Catalunya, el primer factor de su expansión es el incremento de las zonas forestales, favorecido por el abandono de actividades tradicionales y cultivos, según ha expresado en algunas ocasiones Carme Rosell, experta en gestión de la fauna salvaje de Minuartia.
Coordinación de los refuerzos contra la peste porcina africana en Collserola
Sin embargo, su explosión demográfica no se puede comprender sin un doble factor humano. Por una parte, los animales se apoderan de las cosechas y, por otra, el hombre favorece su sobrealimentación al darle facilidades para obtener comida en la periferia urbana (en contenedores de residuos o al serle entregada por ciudadanos).
Las consecuencias son nefastas porque cuanto más comen, más crían y, en segundo lugar, porque estos animales casi se convierten en mascotas que pierden el miedo a los humanos y, sobre todo, su condición de salvajes. En las dos últimas décadas se ha constatado un reducción del número de cazadores en Europa mientras que aumenta el número de jabalíes cazados, de lo que deducen los expertos que está aumentando el número de jabalíes. Por otra parte, el jabalí no tiene ningún predador, tras el declive del lobo.
“También se han empleado métodos anticonceptivos, pero esto tiene un límite”, añade el profesor Cobo. “Es importante que colabore la ciudadanía, que no debe dar facilidades para que los animales coman residuos alimentarios en los contenedores”, añade Serra Cobo. Muchos jabalíes “van a comer siempre al mismo sitio” de manera que “un individuo infectado come junto a otro, y eso facilita la transmisión de enfermedades entre jabalíes”.
La caza no basta, se necesita más
Los expertos admiten que “únicamente” la caza no puede hacer frente al crecimiento poblacional que están experimentando las poblaciones de jabalíes.
Por esta razón, se propone combinar las actividades de caza con otras medidas como el uso de trampas para la captura de animales, y de nuevas tecnologías, como el uso de drones con cámaras térmicas para dotar de mayor eficacia a los programas de control en la localización de los grupos de animales.
La conclusión es clara; hay que frenar el crecimiento de las poblaciones de jabalíes por los riesgos sanitarios, ecológicos, económicos y sociales que entrañan
El motivo para el optimismo
Carme Rosell, bióloga experta en gestión de fauna, se ha mostrado, pese a todo, optimista pensando que se puede controlar el brote para que no pase a la cabaña porcina. “Sabemos que esto es posible porque hay dos casos cercanos de brotes de peste porcina en jabalíes en Bélgica y en Roma que se han podido controlar y erradicar sin afectar a la cabaña porcina”, señala Rosell.
Para frenar la expansión de la enfermedad es clave una acción rápida, con un plan de contingencia como el que se está aplicando en Catalunya:
Accesos a Collserola cerrados por los brotes de peste porcina
Operación con trampas y drones para capturar animales y evitar su dispersión
Más de 400 efectivos trabajarán durante esta semana en el área de Collserola para controlar el brote de peste porcina africana detectada en jabalíes. De esa cantidad, 117 son miembros especializados de la unidad militar de emergencias (UME), y el resto agentes rurales, Mossos d’Esquadra y otros efectivos.
En el radio de los seis primeros kilómetros en el entorno de los lugares donde se encontraron los dos primeros jabalíes muertos se están efectuando tareas muy exhaustivas para detectar y extraer los cadáveres de otros jabalíes, en zonas de muy complicado acceso por razones orográficas y mucha vegetación.
El terreno se ha dividido en cuadrículas de 300 m2, a las que asignan un equipo de búsqueda para que lo revisen “palmo a palmo”. En ellas se hacen recorridos a pie y se utilizarán drones (que localizan los jabalíes con cámaras térmicas), mientras que la retirada de cadáveres se hace con equipos de extracción que actúan con todas las condiciones de bioseguridad y de desinfección para limpiar todo el material y los efectivos de las zonas donde están los cadáveres
Asimismo, se lleva a cabo un operativo para contener la expansión. “Se trata de que los jabalíes no salgan de la zona tampón“, explicó el subdirector de los Agents Rurals, Lluís Pallarès. Y para ello se procura no forzar sus movimientos de dispersión.
Se emplean métodos de captura masivos (jaulas) para recoger los animales, intentando a la vez no perturbar a los grupos existentes y evitar que salgan del epicentro del foco. Igualmente, se han identificado las zonas o lugares de paso o corredores que utilizan estos animales y se han instalado barreras físicas y se utilizan repelentes. “La clave es la contención y que estos animales no se dispersen”, dice Pallarès.
El país se juega el ser o no ser de los próximos años
La prioridad número uno es que ningún jabalí entre en el circuito de la alimentación de las granjas y que no se pueda escapar de este perímetro estricto. El conseller Òscar Ordeig considera que si se consigue esto, “tendremos mucho trabajo hecho”. No hay fecha para pensar en qué momento acabarán los trabajos.
Ordeig aseguró que es “muy importante” la labor que se realiza hasta este viernes para contener la enfermedad, porque está en juego el impacto “económico, social, territorial y reputacional”. “El país se juega el ser o no ser de los próximos años”, dijo. El virus no ha entrado en las granjas ni hay nuevos casos confirmados entre jabalíes. Así, solo hay dos casos confirmados y ocho que son sospechosos, pero debe ser el laboratorio de referencia del Ministerio de Agricultura quien los confirme o no. En total, 40 jabalíes han sido analizados.



