El proyecto D’ins, de la Fundació Formació i Treball, ha recibido la semana pasada el Premio Alimentos de España a la Reducción de Desperdicios Alimentarios, por rescatar 316.000 kilos de comida en 2024, que fueron transformados en unos 1.100 menús diarios.
En total, el programa elaboró 294.550 comidas, que llegaron a más de 6.500 personas en riesgo de exclusión. “Todo ello gracias a un equipo de unas 110 personas, de las cuales el 70% forma parte de planes de inserción, quienes reciben acompañamiento de profesionales de la restauración que las guían en su formación y proceso de integración laboral”, detalla Marc Badía, responsable de sostenibilidad alimentaria de la fundación y encargado de la iniciativa.
La organización centra su labor en la recuperación de excedentes procedentes de la industria, cadenas de distribución y supermercados, además de plataformas como el Foodback de Mercabarna. El grueso de lo que se reaprovecha son frutas y verduras —alrededor de 100.000 kilos anuales—, junto con pan, bollería, conservas y alimentos secos.
Badía detalla que los productos se recogen mediante una red logística propia con rutas de donación programadas. Tras el triaje, los alimentos se transforman en platos que se distribuyen a tres comedores sociales, dos programas de comida a domicilio para personas dependientes, además de abastecer a siete restaurantes y a un servicio de catering dirigido a empresas.
En total, el programa elaboró 294.550 comidas, que llegaron a más de 6.500 personas en riesgo de exclusión
Desde la fundación explican que D’ins se inscribe en un modelo de economía circular de cuádruple impacto: social, ambiental, económico y comunitario. “Esto significa que cada plato servido no solo alimenta a quien lo disfruta, sino que también genera ocupación, reduce residuos, optimiza recursos y devuelve valor a la comunidad”, explica.
Esta vertiente gastronómica es solo una parte de la Fundació Formació i Treball, impulsada por Cáritas Barcelona, que también gestiona la recogida y clasificación de más de 8.600 toneladas de ropa al año y desarrolla proyectos en sectores como la logística, la limpieza y la construcción, todos orientados a la inserción laboral y la reutilización de materiales.
Para el jefe del proyecto, el Premio Alimentos de España supone “un espaldarazo al trabajo de todo el equipo y al camino que hemos elegido: una restauración sostenible e inclusiva”. Añade que el galardón permitirá dar visibilidad al modelo, consolidar alianzas con empresas donantes y administraciones y acelerar nuevas líneas de aprovechamiento. El objetivo, según señala, es extender el impacto en Cataluña y en el resto de España y “servir así de referente replicable”.