¿Alguna vez te has planteado comenzar tu día con una sopa? Aunque pueda parecer una idea descabellada, lo cierto es que se trata de un plato de lo más variado, nutritivo y saciante, si se utilizan los ingredientes correctos. Para Dan Buettner, experto en longevidad, el clásico café y las tostadas tienen los días contados.
El periodista y miembro de National Geographic, famoso por identificar y estudiar las “Zonas Azules”, regiones del mundo donde la gente vive más tiempo y con mejor salud, ha desvelado su dieta perfecta. Buettner, conocido por popularizar sus hábitos de vida saludable para el bienestar global, asegura que cada día se come una sopa minestrone.
La sopa minestrone, el plato favorito del experto para comenzar el día
Minestrone de invierno
“Es una sopa de verduras con judías, le pongo por encima un poco de aceite de oliva y un aguacate” señala el experto, describiendo este plato caliente con origen en Cerdeña. Esta isla italiana ha sido catalogada por la revista National Geographic como una de las “zonas azules” del mundo, es decir, donde sus residentes gozan de una mayor longevidad. Por lo tanto, no es de extrañar que el experto se fije en uno de los platos más característicos de su gastronomía.
A media mañana, el experto opta por comer fruta sin limitaciones: “Normalmente me dejo comer toda la fruta que se me antoje, y me como la fruta que me apetece ese día” cuenta Buettner, dejando claro que este tipo de alimento es de lo más relevante en su día a día. Finalmente, cuando llega la noche Buettner opta por salir a cenar fuera.
Como sano, me mantengo conectado y me siento muy bien
“Vivo en Miami, me gusta salir a cenar todas las noches pero mi dieta se basa principalmente en alimentos integrales de origen vegetal” asegura el periodista, haciendo hincapié en el factor social de comer en restaurantes: “Estar conectado socialmente es parte de ese conjunto de factores que me lleva al 100. Como sano, me mantengo conectado y me siento muy bien” sentencia.
Dan Buettner, experto en longevidad y creador de las zonas azules
No es casualidad que Buettner, experto en longevidad y fundador de las “zonas azules” del mundo, haga hincapié en su dieta ideal y en los alimentos que prefiere consumir: la relación entre lo que comemos y cómo envejecemos es mucho más estrecha de lo que solemos pensar. La alimentación no solo determina nuestro estado de salud inmediato, sino que también condiciona la calidad —y la duración— de nuestra vida.
Los expertos en longevidad insisten en que no se trata de seguir una lista rígida de alimentos “buenos” o “malos”, sino de adoptar patrones alimenticios que favorezcan el funcionamiento del organismo a largo plazo. Por este motivo, priorizar ingredientes frescos, vegetales, legumbres y grasas saludables, así como reducir los ultraprocesados, ayuda a mantener estables los niveles de glucosa y a disminuir el estrés oxidativo, dos factores clave para prevenir enfermedades crónicas.
La alimentación afecta directamente al bienestar mental y emocional
Eso sí, la alimentación no solo actúa en un plano físico; también afecta a nuestro bienestar mental y emocional. Mantener una dieta equilibrada contribuye a un mejor descanso, mayor claridad mental y niveles de energía más estables durante el día. De hecho, algunos investigadores como Valter Longo, gerontólogo y director del USC Longevity Institute, destacan que la relación con la comida forma parte esencial de los hábitos que favorecen una vida más larga y plena.
La longevidad no es el resultado de un único ingrediente milagroso, sino de un estilo de vida que se construye poco a poco, empezando por el plato. Cuidar la alimentación es una de las herramientas más accesibles y efectivas para ganar salud a futuro. Al fin y al cabo, aunque el camino hacia una vida más larga no está escrito, elegir con cabeza lo que comemos es un paso que inclina la balanza a nuestro favor.

