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Nuevos restaurantes, bares de vinos y cafeterías de Girona que vale la pena visitar 

Gastronomía

Aunque siempre ha tenido un peso indudable en la cocina del país, la provincia de Girona amplía las fronteras de su oferta gastronómica 

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Jeffrey Ruiz i Helena Termes, al restaurant La Cort del Mos de Palamós

Mar Duran / Nord Media / Colaboradores

La gastronomía gerundense ha tomado impulso. Si bien siempre ha tenido un peso específico indudable dentro de la cocina del país, con restaurantes que son referentes y han posicionado Catalunya entre un firmamento de estrellas con reconocimiento internacional, hoy Girona ha desplegado las alas y por toda la provincia florecen nuevos bares y restaurantes que son un disfrute. Es quizá, precisamente, el estímulo de la fama de restaurantes como El Celler de Can Roca que ha animado aún más la zona y ha hecho que la hostelería se eche a volar con fuerza. Ya se sabe: un buen caldo base es la clave para cocinar recetas de éxito.

Los bares de vinos, los cafés de especialidad, los restaurantes pequeños y grandes, de cocina nuestra o viajada, se multiplican por todo el territorio gerundense, que hoy, más que nunca, es un destino gastronómico de primer orden. Damos un repaso a algunas de las nuevas aperturas más vibrantes de la provincia de Girona.

Bares de vinos para todos los gustos

Girona no es indiferente a las nuevas modas y la tendencia creciente por todas partes que tiene los bares de vinos por objeto también ha arraigado fuerte en la provincia, que empieza a ser una viña poderosa que da copas llenas y redondas por fruto. Se suele decir que el vino bueno no tiene necesidad de pregonero, pero sabemos que siempre es un acierto saber explicarlo bien. En sitios como La Cantina (plaza de l’Oli, 6, Girona), La Taula Petita ( Abeurador, 1, Banyoles), Murmur ( Cort Reial, 1, Girona) y Casa Dionís ( Miquel Rosset, 2, Cadaqués) tienen vino para todo el mundo y, todavía más importante, quien lo sabe recomendar. Todos son espacios relajados que invitan al jolgorio en torno a una buena botella y bocados sencillos para acompañar.

Remojados por la ola del café de especialidad

La historia del café en el mundo se ha narrado a base de olas. La tercera, que llevó el café de especialidad a nuestras mesas, ha dejado paso a la cuarta y la quinta, donde nos encontramos ahora, que han significado la expansión del gusto por un café de más calidad y la especialización del equipamiento y los profesionales que nos lo sirven. Ya hace años que Girona acogió sus primeros cafés de especialidad, que se multiplicaron como setas, creando un tejido de cafeterías sensibles con los orígenes, los procesos y los tostados de estos granos oscuros que son uno de los pequeños placeres de la vida. 

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En Moner Cafè (Sant Joan Baptista de la Salle, 32, Girona) se encuentra junto con una oferta de pastelería vegana y sin gluten; en Dirty Rabbit (av. Platja d'Aro, 275, S’Agaró) reluce una Marzocco sobre una barra ancha donde es posible degustar un buen desayuno; y en La Capilla (Aneto, 16, Girona), los nietos de La Capi, que fundó un bar histórico en el barrio de Germans Sàbat, han subido de nuevo la persiana, de donde salen aromas de bollería fresca y café recién hecho.

Una costa más viva y boca fina que nunca

Es casi imposible resistirse al hechizo de la Costa Brava, y todavía más si se ha probado el producto de su mar y el talento de sus cocineros. En La Cort del Mos (Mal Pas, 3, Palamós), en Puche (plaza Arbres, 10, Palamós) y en Alkostat del Mar (calle del Mar, 4, Sa Riera), del cocinero Jordi Vilà, la fauna marina desfila con estilo por cada plato. Tradición actualizada e ideas bien pensadas y ejecutadas se materializan en las recetas de estos tres restaurantes que aportan nuevo fulgor a la costa gerundense. 

La Costa Brava también suma establecimientos como Puche, en Palamós, o Alkostat del Mar, de Jordi Vilà en Sa Riera

Algunos ejemplos, respectivamente: buñuelo de gamba roja y pez de roca, ancas de rana con salsa de fricandó y zanahorias; romescada fría de caballa y bacalao, ensalada de cordero asado con anchoa y envinagrados, cuello de pollo relleno con salsa de asado y puré de patata; arroz de Girona, con pollo, setas y caracoles, caldereta Sa Riera, de bogavante con romesco de huevo, aliñada de verduras en escabeche con cabeza de lomo curado y cocido y salsa tártara. Un auténtico espectáculo.

Cocinando en la olla china, italiana y catalana

Las ollas chinas, llamadas huo guo, han causado sensación en nuestra casa. Parece que eso de ir cocinando varios ingredientes en un caldo caliente, nosotros mismos y en mesa, ha cautivado a los catalanes. Ahora, en Girona, Liu’s Hot Pot (plaza de Josep Pla i Casadevall, 21, Girona) reparte felicidad a cada trago y a cada mordisco con esta sopa china interactiva. En Osteria del Ponte (de les Hortes, 1, Girona), de Irene Pistoni, Pau Viella y Elton Shahini, la olla hierve con pastas que quieren llevar la cocina italiana más bistronómica a la ciudad. Y también de factura pero salidas del horno, en Bravola, en la calle de les Calderes, 4, han aterrizado unas focaccias bien rellenas. Con vistas al puente de las Peixateries Velles, obra de la compañía de Gustave Eiffel, pintado con el característico y rojizo naranja internacional, es posible probar una auténtica trippa alla romana o unos mezze maniche alla carbonara

Elton, Pau e Irene posan en su restaurante Osteria del Ponte

Alicia Zamora

Corre mundo y vuelve a casa en la Fonda Cal Ros (Cort Reial, 9, Girona), que han reabierto los hermanos Marc y Elena Gascons, de Els Tinars (Llagostera), y en Llenya (Lloc Ganix, 7, Llagostera), donde la cocina de siempre se las ingenia para hacernos sentir como nunca con platos bien conocidos, de hervor y brasa. Los competitivos menús de mediodía y gastronómicos de El Badall (Francesc Eiximenis, 8, Girona) están inspirados por cocinas de aquí y de allí y tienen un talante experimental que busca la sorpresa en la combinatoria de aromas y sabores. Y así también lo hace L’Origen (Cerverí de Girona, 5, Girona), con una propuesta destacada de arroces en todos sus menús.

Reaperturas muy esperadas

El mítico The River Cafè de Girona ha vuelto a abrir sus puertas bajo el nombre de River Girona (de la Barca, 2B, Girona) para seguir ofreciendo una propuesta musical sólida aliñada con una propuesta gastronómica para todo el día: vermut, tapeo, comidas y cenas junto al río Onyar y a los pies de la basílica de Sant Feliu. Precisamente, es en Sant Feliu de Guíxols donde también vuelven a hervir las ollas. La Pansa (de la Lluna, 99, Sant Feliu de Guíxols), que cerró en mayo después de más de un siglo de actividad por la jubilación de los anteriores propietarios, pone en mesa la esencia de la cocina marinera ganxona, expresada en arroces de marisco y pescados a la brasa.

Un brindis por Girona

Girona es una fiesta y alzar una última copa con el fin de celebrarla siempre es un gusto. En la coctelería Gipsy Bar (Bonaventura Carreras i Peralta, 4), en el hotel Palau Fugit, antigua casa Heras de Puig, los negronis, las margaritas y los moscow mules se abren paso entre una carta de cócteles de autor, de tapas sencillas y, también, en medio de la música de los conciertos en directo que acoge este bello espacio barroco.