¿Cómo fue la infancia de Guifré el Pilós? Ernest Prunera gana el premio Néstor Luján de novela histórica recreándola

Literatura

El periodista y escritor inventa un preceptor musulmán y homosexual para el futuro conde de Barcelona

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03 - 06 - 2025 / Barcelona / Anunci del premi de novel·la història Nèstor Luján, / Foto: Llibert Teixidó

Ernest Prunera, flamante ganador del premio Nèstor Luján

Llibert Teixidó

¿Qué sabemos, de Guifré el Pilós y su época? Pues más allá de la leyenda de las cuatro barras –o sea, mito– y algunos datos históricos, se ve que no mucho. Y eso que podría ser un problema, al periodista y escritor Ernest Prunera (Sabadell, 1973) le acabó pareciendo una ventaja para escribir Quan s’allunyi la tempesta (Columna), con la que ha ganado el premio Nèstor Luján de novela histórica, dotado con 5.000 euros y que sale a la venta este miércoles.

De hecho, Prunera, que como autor debutó con L’or del rei (Angels Fortune, 2020), un híbrido entre las guerras carlistas y la actualidad, se había empezado a documentar con la intención de escribir una biografía del último conde nombrado por el rey de los francos, pero se fue decantando hacia la ficción a medida que encontraba dificultades para encontrar información fiable. “La información es escasa, dispersa e insegura, y para muchos historiadores ni siquiera está claro quién es el padre de Guifré”, explica el galardonado, que por ese motivo optó por guiarse por el libro de Ramon d’Abadal Els primers comtes catalans, aunque también se permite algunas libertades con respecto a los personajes documentados.

“La novela no tiene un sentido reivindicativo, porque en la época no existe el tema identitario”, asegura el autor

La novela transcurre entre los años 843 y 848 con un protagonista totalmente ficcionado, en Marwan, musulmán y homosexual, capturado en unas razzias documentadas cerca de Ribes de Freser, que será preceptor de Guifré. Pero claro, como foráneo, musulmán y homosexual, Marwan siempre siente que está a punto de morir. “Desde un punto de vista filosófico, Marwan siempre tiene la espada en el cuello y lo va superando, y también nosotros, aunque lo vemos negro y lo pasamos mal, podemos superar todos los problemas, porque la novela habla del espíritu de superación y perseverancia”.

A partir de la mirada de varios personajes, el lector se encontrará en las luchas por el poder entre el rey de Francia, Carlos II el Calvo, y su sobrino Pipino el Joven, supuesto rey de Aquitania tras la desmembración del imperio carolingio a la muerte del emperador Luís el Piadoso, pero también, en un nivel inferior, entre los bellónidas, godos y descendientes del conde Bellón de Carcasona, supuesto abuelo de Guifré, y los condados carolingios del franco Bernardo de Septimania.

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El autor también recuerda que aunque para muchos Guifré el Pilós esté considerado el padre de la patria catalana, “la novela no es nacionalista ni tiene un sentido reivindicativo, porque cuando pones el foco en la época no existe el tema identitario, los condes se consideraban poco más que gestores de un territorio, y por eso en toda la novela no aparece ninguna referencia a los catalanes ni a Catalunya”.

Maria Carme Roca, miembro del jurado con Glòria Gasch, Tin Luján, Vicent Sanchis y Jaume Sobrequés, destaca el acierto de adentrarse en la alta edad media, el momento de desmembración del imperio carolingio, “un momento de danza y contradanza de cambios de poder, cuando todo el mundo intenta hacerse con el condado de Barcelona”, y también loa “que la magia planea por la novela de una manera sutil, que proviene de los sentimientos y las religiones, por una parte porque Marwan presiente el mal augurio, y por la otra por un personaje femenino, Lilit, “una hechicera que permite ver la importancia de las mujeres en la época, porque entonces tenían más poder que en el siglo XIII”.

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