El Museu Nacional d'Art de Catalunya (MNAC) pasa página y pone rumbo al futuro. El 2025 no ha sido un año precisamente amable para el gran museo catalán. Al contrario. En los últimos meses se han vivido momentos especialmente convulsos, empezando por la condena por parte del Tribunal Supremo a restituir las pinturas murales de Sijena, aún pendiente de ejecución a causa de la fragilidad de las obras. Y cuando por fin tenían proyecto ganador, el de Harquitectes y Christ & Gantenbein, para la esperada ampliación que doblará sus espacios en el Palacio Victòria Eugènia, otro de los equipos que concurrieron al concurso presentó sendos recursos (uno de ellos fue rechazado y el otro no ha sido aceptado de momento) que ha ralentizado el proceso cinco meses. A todo ello se sumó la tensión generada por el fichaje (y la confusión en torno a sus atribuciones) por parte de la Generalitat de Manuel Borja-Villel para, entre otras cosas, acompañar el proceso de ampliación del museo, del que finalmente se desvinculó. Durante todo este tiempo, Pepe Serra, su director, se ha mantenido en silencio, ajeno a críticas y polémicas, que de todo ha habido. Por fin habla, y responde a todo y a todos, convencido de que, ahora sí, el MNAC se “acabará” en el 2029 coincidiendo con el centenario de la Exposición Universal. Sobre la mesa, decenas de dosieres dan fe de que, pese a todo, aquí no se ha dejado de trabajar ni un segundo.
En el Palau Victòria Eugènia, el edificio donde se ampliará el museo, Manuel Borja-Villel, en calidad de asesor de la Generalitat, presentó en junio Fabular paisajes, una exposición dentro de un proyecto más amplio, Museu Habitat, que cuestionaba la museografía actual del MNAC. ¿Cómo se vivió desde aquí arriba?
La formulación misma del encargo generó mucha confusión, muchos problemas. Pero, dicho con todo el cariño, porque yo he trabajado mucho con Manolo y he aprendido muchísimo de él, creo que también hubo un problema de desubicación por su parte. Barcelona y Madrid están lejísimos para algunas cosas. Desde allí nadie mira lo que hacemos aquí, sea una instalación como La Trena de Laia Estruch o una exposición sobre las insurrecciones a cargo de Georges Didi-Huberman. Manolo había estado mucho tiempo fuera y no se situó bien. Tú no puedes decir vengo a descolonizar y lo que haces es llegar colonizando. Eso produjo un rechazo muy grande no en el museo, sino fuera, entre los artistas, excepto una claca muy pequeña. Me habría gustado que le hubiera salido mejor la exposición, pero fue muy fallida. Había buenas obras, pero mucha retórica y mucho gesto vacío. Museográficamente era horripilante.
¿Nada que rescatar de las líneas de reflexión que abría su proyecto?
Visitamos la exposición como hemos ido a visitar el Morera de Lleida, la Tate de Londres con Maria Balshaw [su hasta ahora directora] o el MoMA con Glenn D. Lowry. El MNAC está permanentemente escuchando. Pero lo que no vale, y eso sí es trampa, es equiparar la propuesta de Museu Habitat, que es un ensayo de responsabilidades cero, sin ninguna misión, simplemente para fomentar el debate, con el proyecto de ampliación del MNAC, que es un proyecto en el que el país se la juega.
¿De la colaboración entre los dos no podría haber salido algo interesante?
Totalmente. Nosotros hablábamos mucho, firmé el manifiesto de apoyo cuando las cosas se le pusieron feas en Madrid... Pero creo que por su parte hubo un punto de deshonestidad a la hora de aceptar el cargo tal y como estaba formulado. No es culpa suya, pero él sabe lo que es una dirección de museo y él sabe lo que es interferir. No lo puede obviar. El Govern tiene todo el derecho del mundo de nombrar a dedo a quien quiera, pero él ha estado trabajando para quienes forman parte de mi gobernanza, no para el MNAC. No va a entregar un informe al MNAC como se ha dicho, porque el MNAC no le ha pedido nada. De ninguna manera. Que lo entregue a quien se lo ha encargado, que es el conselleria de Cultura. En todo esto ha habido una ingenuidad un poco provinciana.
“No va a entregar un informe al MNAC como se ha dicho, porque el MNAC no le ha pedido nada. De ninguna manera”
¿Por parte de quién?
De los que pensaban que con su fichaje tenían la noticia cultural de la historia. ¿Y cómo se presentó? Un viernes de puente a la una y media, en el Palau Moja. Hay que escuchar a la gente, respetar a los profesionales. Hay un sistema, funciona, tiene sus problemas, pero es activo, dialoga con ellos. Yo no voy a atacar a Manolo, ni loco. Me preguntan por qué no he dicho nada durante todo este tiempo. Pues para respetar su trabajo, por eso no he querido entrar en el debate. Luego, ya hablaremos de lo nuestro. Pero, insisto, no podemos comparar un ensayo rápido, formulado sin riesgo, experimental, para fomentar un debate, con un Museo Nacional que lleva 100 años intentando cumplir su misión, que es representar hasta la actualidad el arte catalán, y que cuando lo tiene que hacer, oiga, esto se ha de hacer muy bien hecho.
¿Qué significa bien hecho? El debate se centraba más en el relato.
Mi abuela decía siempre que el cómo es la cara del qué. No es verdad que el cómo es una cosa y el contenido es otra. La forma en la que haces las cosas y las dices es la cosa misma. Nuestro cómo es distinto. Nosotros no tenemos una lista de temas o de e hashtags, ni vamos a hacer gestos retóricos, ni politizados en el peor sentido de la palabra. El proyecto del MNAC solo será singular, solo será de referencia, solo será de interés para los de aquí y los de fuera, si se hace desde el propio lugar. Como dice Vicente Todolí el museo ha de hablar de lugar donde está y desde ahí mirar al mundo. Pero como lo mira desde aquí, solo lo puede hacer él. Entonces, esto lo hace singular.
Año de transición
Jujol visto por Perejaume y el Maestro de Cabestany, estrellas de la temporada
El 2026 será un año de transición, con la mirada puesta en el inicio de las obras arquitectónicas previstas para el 2027, momento en el que cerrará la primera planta del museo y todos los equipos se centrarán en la transformación de una institución que prácticamente doblará su espacio expositivo, pasando de 10.000 a casi 20.000 metros cuadrados. De hecho, la que viene será la última temporada con programación regular hasta la inauguración en 2029. Dos grandes exposiciones, centradas en el Maestro de Cabestany, el escultor más internacional del románico catalán, y su obra maestra en Sant Pere de Rodas, y Josep Maria Jujol, una de las figuras más brillantes de la arquitectura de comienzos del siglo XX, en este caso revisitado por el artista y poeta Perejaume, son las grandes apuestas del MNAC para los próximos meses. Junto a ellas, la artista Ona Batllò realizará una intervención en el ámbito del románico, un muestra titulada Recuperado del enemigo sacará a la luz las obras depositadas por el Servicio de Defensa del Patrimonio Nacional franquista y dará a conocer la colección de obras del artista José Luis Rey Vila, Sim, que dejó uno d los testimonios más vivos del drama de la Guerra Civil.
Ayúdeme a imaginar ese museo en el que trabaja.
La ampliación es una apuesta radical por situar la cultura y el arte en el centro de debate público. Entonces, el proyecto no es para el sector y tampoco es un proyecto de autor, es un proyecto de país, en el mejor sentido de la palabra. La misión del MNAC es clarísima y es dar cabida el patrimonio, la creatividad artística en Catalunya, no catalana, es decir, cabe Robert Capa y cabe Mela Mutter, hasta la actualidad. Este es un museo con una historia accidentadísima que no llega a 100 años, la mitad de los cuales ha estado cerrado y la otra mitad en obras. Entonces, lo que estamos haciendo es reparar una anomalía cultural gravísima, como es que no puedas ver dos generaciones y media de artistas, condenados a estar en un almacén, porque no hay lugar para exponerlos. No hay ningún museo europeo, ni de lejos, con esta colección, que operé con 10.000 m², que es lo que tiene Vicente Todolí en Pirelli HangarBicocca de Milán para hacer exposiciones temporales.
“Es una anomalía cultural que dos generaciones y media de artistas estén en un almacén porque no hay espacio para exponerlos”
Y, sin embargo, la necesidad de la ampliación, el coste del mantenimiento futuro, se está empezando a cuestionar.
No nos vamos a disparar al pie. Es que tenemos derecho y hemos de hacerlo. ¿Alguien imagina que sería del Reina o del Prado si no se hubiesen ampliado? No veríamos nada. Eso nadie lo discute, como no se discuten las ampliaciones en el Museo Nacional de Praga o la National Gallery de Londres. Entonces, ¿por qué cuestionan el MNAC? No hagamos trampa, por favor, que este museo está sin concluir y por fin se va a desplegar sin limites cronológicos. Además, el proyecto arquitectónico es estupendo, modélico, no construye ni un metro nuevo sino que se somete y se obliga a un edificio patrimonio en desuso, que recupera y rehabilita. Sobre el contenido, evidentemente que vamos a cuestionar los cánones, como venimos haciendo desde hace mucho. Ahora bien, ni al Louvre ni al Pompidou le preguntan cuatro años antes qué van colgar en las paredes. Si tuviéramos un relato hoy, lo tendríamos que tirar a la basura en el 27 y hacer otro para el 29.
“Nadie discute las ampliaciones del Reina o del Prado. Entonces, ¿por qué discuten la del MNAC? Eso es trampa”
¿A cuánto asciende el presupuesto?
En torno a los 122 millones de euros. Se cuestiona que luego todo el presupuesto lo absorberá la infraestructura. Pero es que el MNAC está infradotado, el presupuesto actual todavía no iguala el de 2008 aunque todo cuesta un 20% más. Ya buscaremos fórmulas, pero no renunciemos a una cosa a la que tenemos derecho y tiene derecho la gente, que es que su Museo Nacional contenga entera la creación artística del país. Eso tiene un coste, y es un coste normal. No podemos decir 'oye, vamos a dejar sin exponer la fotografía. Y a Guinovart, Ràfols-Casamada, Roser Bru, Magda Bolumar o, no sé, Aurèlia Muñoz, no las vamos a exponer más. Eso no vale. ¿Cuál es el presupuesto del Reina? Pues tres veces mayor que el del MNAC. Vamos a hacer un museo sin lujos, con edificios reutilizados, sin iconismos, sin virguerías, con un presupuesto metro cuadrado, que es el más barato que se ha hecho en España jamás. ES que no se nos ha ocurrido que queremos tener un teatro. Estamos discutiendo si la casa tiene lavabo o no tiene lavabo. Cuando la casa tenga cocina, lavabo y habitación, hablaremos del dinero, pero ahora no, porque está sin acabar.
Carmen Thyssen proyecta abrir un museo en el antiguo cine Comedia para exponer su colección de pintura catalana, la misma que el público viene a mirar aquí. ¿Le inquieta?
No es la misma, no es la misma. Aquí solo tenemos dos obras suyas en depósito. Le pedí a Juan Manuel Sevillano, porque lo conozco de su etapa en la Fundación Gala-Salvador Dalí y me parece un tipo inteligente, que me enseñara el proyecto. No sé nada, supongo que no ha podido. Lo que me llega son las críticas de los arquitectos del COAC, de otros museos e incluso de dentro del Ayuntamiento. Si lo que se quiere hacer son tres tiendas de bolsos y un restaurante de lujo más unos cuantos cuadros catalanes, no va a colar. Mi relación con Carmen es muy buena, fui el único que le dije la verdad: 'aquí no te van a alquilar la colección'. Y eso me lo ha agradecido siempre. Pero la operación no la entiendo y lo que se ha visto es imposible que se haga. Piensa que ha de pasar por la comisión de Patrimonio de la Generalitat.
“A Carmen Cervera fui el único que le dije la verdad: 'aquí no te van a alquilar la colección'. Y eso me lo ha agradecido siempre”
¿Cómo cree que acabará el tema de Sijena?
No lo sé. Ayer, nuestro abogado principal, Juanjo Marín, me decía que desde la sentencia hemos entregado 3.600 páginas y que no hay nadie que lo pueda leer entero. El lío es enorme. Pero la posición técnica del MNAC es súper sólida. Un informe del Iccrom, que es un organismo independiente, explica perfectamente que los riesgos son enormes y que se tiene que hacer un estudio de riesgos superprofundo para evaluar riesgos. ¿Qué más podemos hacer nosotros? Yo no soy quien para decir a mis patronos qué han de hacer, pero me encantaría que el Ministerio de Cultura elaborara su propio informe. Lo hemos pedido cuarenta veces y nos respondieron que eso lo habláramos en el patronato. Este jueves se reúne.
Desde ciertos sectores se les ha reprochado no tener una actitud más beligerante.
No es mi función discutir con los políticos. Esto no fue un expolio, sino una operación de salvamento. Y las sentencias se tienen que cumplir. Ahora bien, el museo no sabe cómo hacerlo sin romperlo. Si llega el momento en que nos piden que lo hagamos sacaré un concurso para la retirada, embalaje y transporte de las pinturas. Usted me firma aquí y se hace responsable. No creo que aparezca nadie. Es una operación de ingeniería de restauración imposible, que no se ha hecho jamás en el mundo, que no pasa por la puerta, que la propuesta de Aragón es cerrarlo en 72 trozos... Como no aparezca un chino...
“Para el país no lo sé, pero para el MNAC la salida de las pinturas de Sijena no significaría absolutamente nada”
¿Qué significaría para el museo la salida de las pinturas?
Nada, absolutamente nada. Para el país no lo sé, porque el país ha cogido esta pintura, que mucha gente ni la ha visto, y la ha interpretado en términos nacionales. Esta pintura no es del museo, es un depósito, llegó en la guerra y, solo faltaría, la hemos puesto en valor al máximo. Las hemos mimado, hemos hecho todo lo posible y hemos puesto Sijena en el mundo. Tienen toda nuestra empatía, pero aquí hay una cosa que es como es, se quema en la guerra, se destruye, viene aquí, no podemos viajar hacia el pasado, aquí está y aquí se cuida. Desgraciadamente, el monasterio está en los Monegros. Fuimos en febrero y fuera hacía menos dos grados. Fuimos en agosto y hacía 47 grados. Además está encima de un lago, porque a la reina Sancha se le apareció la Virgen en un lago, o sea, está en una zona húmeda. A mí me habría gustado un debate más técnico, más serio y menos politizado, la verdad. La gente me para en el súper. Y cuando salgo de Barcelona, ni te cuento. Cuando voy a Girona, no puedo bajar del coche. Aquí hay algo que supera las pinturas y que supera el museo. Pero para el museo es un depósito que tenía y que deja de tenerlo.
¿Y su salida no abriría la puerta a futuras reclamaciones de las iglesias del Pirineo?
Yo creo que no. En nuestro caso no. Yo tengo buena relación y los tenemos en el patronato. Pero en el caso del relato del país, que es muy claro, Folch i Torres dice 'nos hemos robado a nosotros mismos para evitar que nos lo quiten'. Es la pura verdad. Esto estaría todo en Estados Unidos. Yo no rehúyo el debate.
El Ministerio de Cultura cedió la gestión de la Casa Gomis al MNAC. ¿Qué proyectos tienen para ese espacio?
No está claro que la vayamos a gestionar nosotros, aún no se ha ejecutado. No puedo decir más.
¿Vivirá la inauguración del museo como director?
Mi actual contrato finaliza en el 2027. Llevo aquí un siglo, doce años, que no es mi estilo. No tengo 70 años pero ya tengo 56, aunque lo cierto es que en ningún sitio se dice que tenga que haber un límite.






