Un sector del barcelonismo lleva un tiempo largo señalando a Araújo como el culpable de todos los males defensivos del equipo. Se ha puesto de moda añorar a Iñigo Martínez en lugar de hacer análisis rigurosos basados más en los datos que en el estómago. Iñigo estuvo muy bien mientras duró, pero en los dos partidos más importantes del FC Barcelona la pasada temporada, contra el Inter en semifinales de la Champions, el equipo encajó nada más y nada menos que ¡siete goles! Con Iñigo en el once titular.
Araújo le ha pedido un tiempo al Barça para recuperarse mentalmente y el barcelonismo debería apoyarle en este periodo para que pueda volver a ser el excelente defensa que siempre ha sido.
El equipo le necesita.
El barcelonismo debería apoyar a Araújo para que vuelva a ser el excelente defensa que el equipo necesita
Nadie se acuerda del compromiso de Araújo bajando al Barça Atlètic para ayudarlo en el play off, ni de que logró ser uno de los mejores centrales del mundo gracias a su capacidad física, rapidez y presión defensiva. Anuló en más de una ocasión a Vinícius y el defecto que le achacan de no salir con el balón jugado no se le recuerda tampoco a grandísimos centrales que hicieron historia en el Barça.
Araújo es de los mejores defensas que tiene actualmente el FC Barcelona pero atraviesa un problema de fragilidad mental tras las repetidas críticas recibidas, a pesar de haber sido decisivo en partidos cruciales, como en Newcastle o cuando anotó un gol clave ante el Girona o el gran partido que hizo ante el Oviedo. Tanto él como De Jong están sujetos al Dragon Khan de los que en su día dijeron que no servían y no van a bajarse del burro esperando la pifia para corroborar su opinión predeterminada. Es posible que no esté en su mejor momento, pero ¿quién lo está en este Barça de inicio irregular?
Ronald Araújo, junto a Cucurella y Koundé, durante el partido de Champions entre el Chelsea y el Barça en Stamford Bridge
El Barça ha aplaudido los esperados regresos de Pedri, Raphinha o Joan García y debería asimismo esperar la vuelta de Araújo para congraciarse con el capitán y darle apoyo. Muchas veces el rendimiento de los futbolistas solo se asocia a la cuenta corriente y por ello se exige un alto rendimiento en su oficio. Pero hay bajones como en todos los órdenes de la vida que deben entenderse en el fútbol como se entienden en otras profesiones.
Simone Biles, la extraordinaria gimnasta norteamericana, no tenía problemas de saldo, pero sí mentales que la obligaron a apartarse de la alta competición por un cúmulo de malas experiencias y presión. El barcelonismo debería acostumbrarse a apoyar a sus jugadores en lugar de destrozarlos y darles ánimos cuando llegan los malos momentos. Todo el mundo debe entender la crítica y aceptarla cuando se hace desde el púlpito del respeto, no de la animadversión predeterminada. Araújo pide tiempo y hay que darle apoyo.