“No hemos decidido quién será el portero en la Copa del Rey. Szczesny (baja contra el Osasuna por un proceso gripal) tiene que recuperarse y ya veremos qué pasa”, decía Hansi Flick el sábado tras la victoria de su equipo en el último partido de 2025 en el Spotify Camp Nou. Ayer, Szczesny se entrenó con normalidad, completamente recuperado. También saltó al césped Ter Stegen. Si a Joan Garcia le hubiera ocurrido algo ante el Osasuna, le habría tocado al alemán ponerse bajo palos. Esa es la oportunidad que espera tener: poder adelantar a Szczesny y ejercer como segundo portero para ayudar al equipo si Joan Garcia un día causa baja. Sólo en ese contexto, tendría posibilidades de ir al Mundial.
Con ese propósito, desde su entorno insisten en que, a día de hoy, el guardameta no contempla marcharse del Barcelona durante el mercado de invierno. Es más, explican que el interés procedente de clubs de Turquía que ha llegado a la mesa de Deco no le convence. Consideran que ahora mismo no hay vacantes en ninguna portería que encajen con el nivel de un Ter Stegen que afirma encontrarse ya recuperado de su lumbalgia.
Los intereses que llegan de Turquía no son de su agrado y descarta recalar en ligas menores
El portero alemán recibió el alta médica el pasado 9 de diciembre y entró en la lista de convocados para medirse al Eintracht de Frankfurt. L a última vez que jugó con el Barcelona fue el 18 de mayo ante el Villarreal, coincidiendo con el último partido en casa de la temporada pasada. Aquella oportunidad llegó tras haberse perdido prácticamente todo el curso por una lesión de rodilla que obligó al club a fichar a Szczesny en octubre del año pasado.
Tras un año de ausencia, el portero se recuperó y, más allá del encuentro ante el Villarreal, disputó los 180 minutos repartidos en los dos partidos de la Nations League con Alemania. Sin embargo, regresó con una lumbalgia y, a regañadientes, aceptó pasar por el quirófano, lo que desencadenó el conflicto.
Antes de la operación, anunció en redes sociales una baja de tres meses sin consensuarla con el club, que ya había apostado por Joan Garcia. Necesitado de fair play financiero, el club requería el plácet de la comisión médica de LaLiga para acogerse a la vía de la baja de larga duración en las inscripciones (al menos cuatro meses). Para obtenerlo era necesario ver el informe. Pero Ter Stegen no dio su consentimiento.
En el gesto de su capitán, la directiva vio un pulso, por lo que le abrieron un expediente disciplinario y le retiraron el brazalete. Durante ese tiempo, el portero echó en falta una conversación con el presidente. Finalmente Laporta se desplazó 48 horas antes del Gamper al domicilio del jugador. Tras dos horas de charla en las que ambos compartieron cómo se habían sentido –Ter Stegen explicó que no le sentó bien que lo colocaran en la rampa de salida– el portero firmó la autorización y la comisión médica pudo valorar el informe de la operación. Aunque Araújo tenía preparado un discurso para el Gamper por si las moscas, el portero habló. “Era importante solucionar el tema con el club y mirar hacia delante”, apuntó.
Ter Stegen habló en el Gamper
Han sido finalmente cuatro meses y medio de baja y, hasta la fecha, desde el club defienden que el alemán ha sido un ejemplo para los jóvenes y una ayuda en momentos de malentendidos, como en las diferencias entre Gavi y Fermín. Con todo, pese a los rumores y a las necesidades económicas en el mercado invernal, no se presionará a Ter Stegen y se respetará su contrato hasta 2028, uno de los más elevados de la plantilla, con un salario cercano a los 20 millones brutos.
Aun así, el radar está en marcha y, desde el entorno del alemán, insisten: “Si lo quieren vender,tiene que jugar; así tendrá más mercado”. También recuerdan que Ter Stegen no ha hecho declaraciones públicas hablando de querer ir al Mundial. De sus palabras se desprende que prioriza otros aspectos, como ser un padre presente para sus dos hijos tras separarse.
El portero alemán insiste en que quiere quedarse en Barcelona por si Joan Garcia se lesiona
La sensación en el vestuario, que siempre defendió públicamente a Ter Stegen por respeto a los códigos internos, es que Flick podría apostar por Joan Garcia en Guadalajara. Desde que el alemán recibió el alta, el técnico ha sido claro: “Joan es el número uno. No veo un segundo o un tercero”. Mañana llega la Copa. Y quién sabe si con ella la resolución del caso con Ter Stegen bajo palos o con el reinicio del culebrón que enturbió el verano barcelonista.




