La cara de incomprensión de Dembélé, quien terminaría sustituido antes de finalizar la primera parte, era total. No sabía dónde meterse. Llegó entonces el turno de su excompañero en el Barça. Como no podía ser de otra manera, Leo Messi asumió la responsabilidad de lanzar desde los once metros.
El punto de penalti es una zona que en más de una ocasión en su carrera le ha generado traumas. Recordado en clave blaugrana es el fallado contra el Chelsea en las semifinales de la Champions 2012, en la última temporada de Guardiola. Los argentinos tienen presente el errado en la final de la Copa América 2016 ante Chile (el último importante, aunque de otro nivel, es el que pifia contra el Real Madrid el curso anterior, ya con el PSG). Pero esta vez terminaría dentro. En el partido más importante de su vida no podía fallar. Con mucha frialdad engañó a Lloris.
