Se acabaron los secretos

La semana rosa

De las confesiones de Isabel Preysler a la reaparición de Rosalía y la Pedroche

Cristina Pedroche, Nicolas Sarkozy y Carla Bruni, Rosalía, Isabel Preysler y Richard Gere

Cristina Pedroche, Nicolas Sarkozy y Carla Bruni, Rosalía, Isabel Preysler y Richard Gere

Por fin habló. Isabel Preysler, que en febrero cumplirá los 75, ha decidido que ya era hora de contar su verdad. No más secretos. Tras más de cinco décadas convertida en la reina del papel couché, la socialité ha presentado sus memorias, Mi verdadera historia (Espasa), un título que no da lugar a malentendidos. Acompañada por su hija Tamara, el hotel Ritz de Madrid se quedó pequeño ante el alud de medios que no querían perderse uno de los acontecimientos más destacados del año para los amantes de de las vidas ajenas. Ojala que todas las presentaciones de libros tuvieran el mismo éxito.

Horizontal

La presentación de las memorias de Isabel Preysler en el Ritz 

Daniel Gonzalez / EFE

La Preysler no defraudó. Ni por la elegancia, tan característica en ella, de la que hizo gala; ni por evitar hablar de lo que realmente le importaba al personal: sus amores. Tres ex maridos y una cuarta pareja sin pasar por el altar dan para mucho. Incluso para demasiado. A la socialité le sobraron los celos que, según ella, Julio Iglesias, Miguel Boyer y Mario Vargas Llosa manifestaron en público y en privado. De la ecuación excluyó al marqués de Griñón, padre de Tamara.

Del cantante, su primer marido, aseguró que sus celos eran “enfermizos”. “Julio siempre me pedía perdón y yo me hacía la absurda ilusión de que iba a cambiar. Y digo absurda porque los celos los llevaba inscritos en su ADN”, escribe en el libro. “Para complacerle, me olvidé de mí y me convertí en su ideal de mujer. Mi aspiración era aportar tranquilidad y que nuestra relación no interfiriese en su trabajo”.

Sobre Miguel Boyer, sorprendió al asegurar que fue el amor de su vida, aunque también un marido celoso. “Tenía la ridícula obsesión de pensar y creer que todo el mundo se enamoraba de mí. Con los años, los celos se acrecentaron”. Preysler decidió poner remedio. “En una ocasión le rogué que acudiera al psiquiatra para solucionarlo”. Y fue. “Lo que Miguel no le contó (a su terapeuta), porque no lo sabía, es que yo muchas veces tenía que llamar a nuestros amigos, con los que habíamos salido a cenar o de fiesta, para pedirles perdón por las escenas que les montaba”, añade en sus memorias.

MADRID, 22/10/2025.- Isabel Preysler posa antes de presentar sus memorias, este miércoles en Madrid. EFE/ Daniel Gonzalez

Isabel Preysler posa antes de presentar sus memorias 

Daniel Gonzalez / EFE

El morbo, no obstante, estaba en saber qué tenía qué decir sobre Mario Vargas Llosa, cuya relación terminó con polémica poco antes de la muerte del escritor. La Preysler optó por incluir en el libro cartas que se escribieron para desmentir que el premio Nobel no fue feliz con ella, como apunta la familia de él. “Estaba escribiendo el libro y él murió mientras lo terminaba. No hay nada que no pueda publicar, las cartas son mías”, aseguró la socialité. En las cartas también hay lugar para los celos. “A nuestra edad y en nuestro caso, las escenas de celos infundados están totalmente fuera de lugar y dan hasta vergüenza”, le espetó Isabel en una de las misivas.

“Me he sentido tratada injustamente en muchos momentos, por supuesto, pero al final he dado más importancia a lo bueno. Y lo que más me ha importado es lo que piensen mi familia y mis amigos, el resto no lo puedo controlar y tengo que pasar”. Sabias palabras, Isabel.

undefined

Rosalía llegando al evento en Callao 

Juanjo Martín / Efe

Rosalía también se dio un baño de masas en Madrid en otra presentación: el anuncio de su nuevo álbum, Lux, que se lanzará el 7 de noviembre. El evento, organizado en Callao, no empezó con buen pie. Antes del inicio, un ‘error’ en Times Square de Nueva York reveló el nombre del disco y algunos conceptos como “Fuerza ciega”, “Berghain”, “Carmesí”, “Luz que duele” o “Cielo fall” que podrían hacer referencia a algunos títulos de las nuevas canciones. La catalana llegó a la cita conduciendo a toda velocidad por la Gran Vía en un deportivo japonés sin la etiqueta de bajas emisiones, fumando al volante (colocado a la derecha) y con un crucifijo colgando del retrovisor. Quizá para protegerla de tanta temeridad.

Rosalía no cantó, ni tan siquiera habló. Pero la multitud de fans pudieron verla saludar desde el balcón de un hotel y, también, conocer la portada del disco, en el que aparece con un sudario blanco. Al ayuntamiento de Madrid no le ha pasado por alto el caos organizado. La convocatoria, además, se realizó sin el permiso del consistorio ni de la Delegación del Gobierno, necesario al congregar a más de 500 personas. “Se pueden hacer las cosas de una manera diferente”, lamentó el alcalde José Luis Martínez-Almeida. “Se produjeron alteraciones graves de seguridad”, aseguró. “Hubo que desplazar unidades antidisturbios de la Policía Municipal para tratar de contener que las personas no cruzaran de uno a otro lado de la Gran Vía, poniendo en peligro su propia integridad física y la de los vehículos. Y se tuvo que cerrar un acceso a la estación de Metro que está situada en esa zona y desviar líneas de transporte público”, detalló. Ya veremos cómo termina la broma para la Motomami. Aunque seguramente poco le importe.

Former French President Nicolas Sarkozy and his wife Carla Bruni-Sarkozy leave their home Tuesday, Oct. 21, 2025 in Paris as Nicolas Sarkozy heads to prison to serve time for a criminal conspiracy to finance his 2007 election campaign with funds from Libya. (AP Photo/Thibault Camus)

Nicolas Sarkozy y Carla Bruni de camino a La Santé 

Thibault Camus / Ap-LaPresse

Las posibles consecuencias no serán, ni mucho menos, como las que ha tenido que afrontar Nicolas Sarkozy. Esta semana protagonizó una imagen insólita en París: la entrada de un expresidente de la República Francesa en una cárcel, y no de visita, sino para quedarse una buena temporada. Condenado a cinco años por asociación de malhechores y por el intento de lograr financiación del dictador libio Muamar el Gadafi en la campaña electoral del 2007, acudió al centro penitenciario de la mano de su mujer, Carla Bruni.

Antes, la cantante se despidió de él poéticamente en las redes sociales y de la mejor manera que sabe: con música. Publicó un collage de fotografías familiares mientras sonaba su tema Les Séparés. La separación de la pareja ha coincidido, además, con la celebración del 14º aniversario de Giulia, la hija que tienen en común. “Feliz cumpleaños a la chica más maravillosa, este año no es un cumpleaños fácil pero eres tan fuerte y valiente... Gracias por existir mi amor. Es un placer ser tu madre”, escribió Bruni en otra publicación.

Sarkozy, que siempre ha negado los cargos, no se estará con las manos cruzadas durante su estancia en La Santé. De hecho, ya ha empezado a escribir un libro sobre su experiencia carcelaria. Recluido en el módulo de aislamiento de la prisión para garantizar su seguridad y con la única compañía del personal del centro, también tendrá mucho tiempo para leer. Entre los libros que se ha llevado a la celda figura El conde de Montecristo de Alexandre Dumas. Muy apropiado.

El príncipe Andrés de Inglaterra en el Foro de Davos

El príncipe Andrés de Inglaterra en el Foro de Davos

REDACCIÓN / Propias

A quien tampoco le van muy bien las cosas es al príncipe Andrés de Inglaterra. Ahora, solamente príncipe. Atrás quedó el título de duque de York y otros reconocimientos nobiliarios. El cerco se estrecha sobre él debido a su relación con el pedófilo convicto Jeffrey Epstein y cada día aparecen nuevas informaciones en su contra. Esta semana ha trascendido que lleva 22 años sin pagar alquiler por su impresionante mansión de 30 habitaciones, Royal Lodge, ubicada cerca del Castillo de Windsor. Y difícil lo tendrá Carlos III para sacarlo de allí debido al acuerdo que su hermano firmó en 2003 con el Crown Estate, la entidad pública que gestiona las propiedades de la Corona.

Andrés pagó en su momento un millón de libras para residir en la mansión e invirtió más de siete millones en obras de mejoras. A cambio, el alquiler anual quedó establecido como un peppercorn rent, una figura legal británica que implica un pago simbólico, literalmente, un grano de pimienta que suele ser una libra esterlina. El contrato de alquiler finaliza el año 2078. No queda nada.

Actor Richard Gere and Alejandra Silva at photocall for the 39th annual Goya Film Awards in Granada on Saturday 8 February, 2025.

Richard Gere y Alejandra Silva en los Goya 

Sergio R Moreno / GTRES

Quien, en cambio, sí ha decidido abandonar su hogar es Richard Gere. Instalado desde hacía un año en una mansión de La Moraleja de Madrid con su mujer Alejandra Silva y los hijos de ambos, el actor ha puesto rumbo a Estados Unidos con la familia. Atrás queda la promesa que la estrella de Hollywood le hizo a su esposa de vivir seis años en España para compensar los seis que ella vivió con él en América. Con uno ha tenido suficiente. Eso sí, ha afirmado que la experiencia fue “maravillosa”. Maravillosa y breve.

Cristina Pedroche: “Pensaba que el nombre de Laia era vasco, pero me dijeron que es un nombre catalán y me pareció perfecto

Cristina Pedroche 

instagram @cristipedroche

Y finalizamos el recorrido por la información más rosa de la semana con una histórica de la prensa del corazón: Cristina Pedroche. La presentadora, que actualmente está de baja maternal tras el nacimiento de su segundo hijo, ha anunciado que volverá a presentar las Campanadas de Antena 3 junto a Alberto Chicote. Y ya serán 12. Como las mismísimas campanadas. La diferencia será que, por primera vez, la retransmisión se emitirá de forma simultánea en Antena 3, La Sexta y en la plataforma digital Atresplayer. “Va a ser a lo grande, como la Super Bowl”, exclamó la presentadora. Igualito.

Mostrar comentarios
Cargando siguiente contenido...