En algunas ocasiones para bien y en otras para mal, el alcohol siempre ha corrido en paralelo con la historia de la humanidad. Algunos han intentado oponerse a él, aunque con un éxito relativo.

Agentes de policía destruyendo barriles de alcohol para cumplir con la “Ley seca”
Contra la adicción. Alcohólicos Anónimos, una de las organizaciones civiles más importantes del mundo, vio la luz hace noventa años, el 10 de junio de 1935, el mismo día en el que uno de sus fundadores, el estadounidense Bill Wilson, tomó su última copa. Fundada poco después del fin de la ley seca, esta institución ha ayudado a cientos de miles de personas a superar esta adicción. Wilson, por cierto, falleció en 1971 víctima de un enfisema causado por el tabaco.

Winston Churchill con su famoso gesto de la victoria
La afición de Churchill. De Winston Churchill se pueden destacar muchas cosas, entre ellas, su afición al coñac, al champán y al vino, hasta el punto que, en una fase de su vida, llegó a dedicar a esta última bebida tres veces su salario de diputado. En 1940 asumió la presidencia del Gobierno británico tras el fiasco de Noruega que precipitó la caída de Chamberlain y a partir de ese momento se popularizó su imagen no con una copa, sino con un puro.

Dibujo anónimo de una cena del rey de Prusia, Napoleón (en el centro) y el zar
Napoleón y sus gustos culinarios. Otro de los grandes nombres de la historia europea, Napoleón Bonaparte, fue muy comedido con el alcohol, incluso rebajaba el vino con agua y nunca se le vio ebrio. No se puede decir lo mismo de sus gustos culinarios, que se refinaron sensiblemente a partir de su matrimonio con Josefina. Otra cosa eran sus modales: se cuenta que cuando el emperador comía solo lo hacía con los dedos “olvidándose de la servilleta y manchando sus ropas”.

Folio del Bestiario de Aberdeen
Leyendas medievales. Vistos desde una óptica actual, los bestiarios medievales podrían parecer el fruto de una intoxicación etílica pero realmente no era así. Las representaciones de animales fantásticos, como basiliscos venenosos o sirenas asesinas, eran expresiones simbólicas que trataban de enseñar una visión del mundo a través de la fe cristiana. Eran seres legendarios que convivían con otras leyendas de base real como el Cid.
Más allá

La famosa Muñeca de Kokoschka
La Muñeca de Kokoschka. Tras el fin de la relación entre la compositora Alma Mahler y el pintor y poeta Oskar Kokoschka, este último encargó una muñeca a tamaño natural que le recordara a ella. Es la conocida Muñeca de Kokoschka, destruida por el propio artista poco después, en 1919. Este artículo de The Public Domain Review contiene un exhaustivo reportaje fotográfico que documenta el opinable resultado del encargo.
Grandes imperios. El imperio romano fue ciertamente enorme, pero aunque a veces se pierda de vista, ha habido muchos otros de igual extensión. Brilliant Maps realiza esta interesante comparación entre los mapas del dominio romano en su momento de máxima expansión en el siglo II y el otomano en el siglo XVI. Ambos llegaron a controlar zonas parecidas en áreas de tamaño similar (en torno a cinco millones de kilómetros cuadrados).
Déjà vu
Cartas cifradas. Las modernas historias de espías popularizadas, entre muchos otros, por el recientemente fallecido Frederick Forsyth, pueden hacer pensar que el cifrado de mensajes, textos que ocultan comunicaciones secretas y que solo se pueden leer si se conoce el código adecuado, son algo moderno. Como mucho, habrá quien piense que sus orígenes se remontan a la célebre máquina Enigma, el sistema de comunicaciones secretas alemán descifrado en la Segunda Guerra Mundial por el contraespionaje británico.
Pero una noticia de estos días ha servido para recordar que estas técnicas se utilizan desde hace mucho tiempo. El año pasado los Archivos Estatales pidieron la colaboración ciudadana para desentrañar el contenido de una carta codificada del archivo de la familia Borgia, escrita en catalán entre finales del siglo XVI e inicios del siglo XVII. La solución ha llegado unos meses después de la mano de dos expertos que, por separado, han logrado desentrañar, al menos en parte, su contenido. Otra cosa es que pese a lograr decodificarla se conozca su sentido exacto, pues el texto (aquí íntegro) parece intencionadamente ambiguo.

La carta cifrada de los Borgia
Pero, en realidad, la criptografía no data de esa época, sino de mucho antes. Se cree que en el mundo griego al menos los espartanos hacían uso de ella y que Julio César recurrió a estos métodos en su correspondencia privada según contaba Suetonio. Lo mismo puede decirse de la era medieval, donde estas técnicas alcanzaron un alto nivel de complejidad. Este artículo realiza un amplio recorrido por la historia de esta disciplina.
Lo sí que ha cambiado en época moderna es la incorporación de las nuevas tecnologías al cifrado. Si la mencionada máquina Enigma supuso un salto en este tipo de técnicas, la llegada de los métodos contemporáneos deja muy atrás a los que se utilizaban en otros tiempos por su mayor complejidad y fiabilidad. En cambio, a pesar del tiempo, lo que continúa igual es el interés por ocultar -o descubrir- información crítica.