Los más de 600 voluntarios congregados por la fundación Arrels la noche del día 3 contabilizaron 1.982 personas al raso en Barcelona, 598 más que en el 2023. Este aumento del 43,2% evidencia la dimensión del sinhogarismo y urge a buscar soluciones. La situación es especialmente preocupante en Sants-Montjuïc, el distrito que concentra a más hombres y mujeres en la calle, 489, un 134% más que las 209 del 2023. La directora de Arrels, Beatriz Fernández, ha dejado claro esta mañana durante la presentación de los resultados que estos 1.982 ciudadanos es una cifra de mínimos pues a pesar de que se recorrieron los 73 barrios de la capital quedaron algunos enclaves por rastrear, como zonas de Montjuïc y Collserola.
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“Esta es una fotografía de una noche puntual en la que contamos las personas que vemos, que no son todas”, ha dicho Fernández, que también ha agradecido la respuesta ciudadana. “Hicimos un llamamiento para conseguir 500 voluntarios y hemos tenido más de 600”, ha añadido.
Otros datos que indican que la barrera de 2.000 se ha superado es que, la noche anterior al recuento, Barcelona abrió un dispositivo invernal de 100 plazas para sintecho, con lo que un número determinado de personas que pernoctaban a la intemperie han obtenido los días de más frío una cama. Fuentes del Ayuntamiento no han podido confirmar hoy cuál es la ocupación de esta infraestructura. Arrels sí ha concretado que los centros de primera acogida siguen con largas listas de espera, de siete a nueve meses para los hombres y de tres para las mujeres. Precisamente, Fernández ha reiterado que en esta subida del sinhogarismo, además de la crisis de la vivienda y la precariedad laboral, también incide la saturación de los servicios sociales. “Los tiempos de espera para acceder a los mismos son muy largos, si se pudiera intervenir de manera más rápida quizás no se cronificarían tanto las situaciones de calle; por otro lado, falta coordinación entre los diferentes departamentos de la Generalitat”, remarca.
Después de Sants-Montjuïc, el Eixample es el distrito con más sintecho, 389 (+28,8%); seguido de Ciutat Vella, con 372 (+9,7%) y Sant Martí, con 335 (+69,2%). Sólo bajan en Sarrià-Sant Gervasi, de 78 a 68 y muy ligeramente en Nou Barris, de 64 a 62. En 47 del total de 73 barrios se han contabilizado más personas en la calle que dos años atrás. Fernández constata el desplazamiento hacia espacios de Montjuïc, el Bon Pastor, Horta y la Zona Franca de gente que estaba en los campamentos desmantelados en los últimos meses. También han visto más agrupaciones de personas y más tiendas de campaña.
Por primera vez, Arrels contó las personas que estaban en el aeropuerto, al menos 63. Dicho número no está incluido en las 1.982, pues el recuento se circunscribe a la ciudad de Barcelona.
La directora de Arrels manifiesta la necesidad de que se apruebe en los términos en que se presentó la proposición de ley contra el sinhogarismo, a pesar de las reticencias planteadas por los ayuntamientos. También reclama “una mirada metropolitana y autonómica” hacia este fenómeno; que las administraciones no se pasen la pelota pues todas tienen un grado de responsabilidad; que las ordenanzas de civismo no criminalicen a quien vive en la calle; abrir centros de día y nocturnos de baja exigencia, en todos los distritos, y no condicionar el acceso a los recursos a estar empadronado.
Ante las dimensiones que ha tomado el sinhogarismo, la síndica de greuges de Catalunya, Esther Giménez-Salinas, ha convocado para mañana jueves una cumbre institucional a la que asistirán alcaldes, miembros del Govern y representantes del Tercer Sector.
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