Decir que una relación se cuida sola es como decir que una planta no necesita agua. Algunas actitudes repetidas pueden desgastarla más de lo que parece, incluso cuando no hay discusiones ni distanciamiento. A veces basta con cómo se expresan los malestares o cómo se reparten las iniciativas para que la conexión empiece a debilitarse.
Desde su perfil en Instagram, la psicóloga Desirée Llamas ha lanzado una advertencia clara sobre ciertas dinámicas que pueden perjudicar una relación estable y las posibles soluciones para que no haya conflictos.
Sin darse cuenta
Algunas actitudes cotidianas pueden debilitar la relación
Uno de los comportamientos que señala consiste en esperar constantemente que la otra persona tome la iniciativa para hablar, buscar contacto o compartir momentos. Frente a frases como “yo siempre te busco, ¿por qué nunca lo haces tú?”, la especialista propone reformular el mensaje de forma que refleje un deseo compartido: “Me encantaría que ambos busquemos momentos para estar juntos. Me hace sentir segura cuando me lo propones”.
Otro de los hábitos que analiza tiene que ver con provocar culpa mediante comparaciones. Llamas expone como ejemplo una expresión habitual en situaciones de tensión: “Yo siempre hago todo por ti, pero tú nunca haces nada”. En su lugar, sugiere optar por una comunicación más abierta: “Cuando nos apoyamos, me siento valorada y me encantaría sentirlo más a menudo ¿lo hablamos?”.
También dedica atención a los reproches continuos por detalles pequeños, como señalar que alguien tarda en arreglarse, que se despista con frecuencia o que no sigue cierto ritmo. En esos casos, indica que puede ser más útil aceptar que las personas no siempre actúan como uno espera y convivir con esa incomodidad sin intentar cambiarlo todo. “No podemos ni debemos tener el control de todo”, asegura.
Para concluir su publicación, Llamas propone mirar el vínculo desde otra perspectiva. Aclara que no se trata de renunciar a lo que se necesita, sino de entender que cada persona llega con sus propias formas de actuar, y que tratar de imponer un modelo común puede generar distancia. En ese sentido, afirma que “la gran mayoría de veces, soltar el control es lo que realmente nos acerca”.