Las relaciones familiares nunca son fáciles. Además, los vínculos paternofiliales suelen ser los más desafiantes, ya que estos lazos están a menudo marcados por falsas expectativas, malentendidos y conflictos que pueden generar un gran malestar en las partes.
A los niños les enseñan que sus padres deben ser sus referentes, una fuente inagotable de apoyo y cariño, pero estas dinámicas suelen torcerse y, en muchas ocasiones, lo prometido no se cumple: numerosos menores se enfrentan a adultos con problemas personales y emocionales, dificultades para expresar amor y una mala gestión de la comunicación.

Un niño viendo a sus padres peleando
En una de sus últimas publicaciones en Instagram, la destacada psicóloga Marta Segrelles compartió una reflexión sobre una escena concreta entre padres e hijos. Para empezar, dio contexto de la situación y explicó que, muchas veces, un hijo quiere compartir una decisión con sus padres, pero tiene miedo a su reacción y a crear una situación tensa e incómoda.
Tal como señaló, la persona prepara la conversación, busca herramientas para afrontar el discurso y se prepara mentalmente, lo que, en muchos casos, no resulta suficiente, no consigue la aprobación ni la validación y termina desembocando en un momento triste.
Tras aclarar que esto que ocurre en tantas familias es consecuencia de una herida emocional pasada, la psicóloga compartió un consejo con su audiencia: ''Por mucho que prepares el discurso, tus padres probablemente reaccionen como son ellos, no como eres tú. Y eso es doloroso, pero también liberador. Porque en ese momento entiendes que no necesitas moldearte más para evitar su incomodidad. Solo necesitas ser fiel a ti''.
''Cuando sientes que necesitas que tus padres te aprueben para poder ser tú misma, no estás eligiendo desde tu adultez, sino desde una herida no resuelta de infancia. Esa herida tiene raíces en un tipo de apego donde ser tú implicaba un riesgo: rechazo, castigo o pérdida de amor. Es lo que pasa cuando, de niña, aprendiste que ser tú misma tenía un coste emocional: ser ignorada, juzgada, controlada o incluso ridiculizada'', sentenció la creadora digital.
''No hay nada malo en ti''
Antes de finalizar su reflexión, Segrelles destacó que, si creciste con figuras parentales impredecibles, autoritarias o emocionalmente inmaduras, es probable que desarrollaras un apego inseguro. Esto hace que, cuando eres un adulto y vas a expresar tu verdad, tu sistema nervioso reaccione como si tuvieras ocho años y rompieras las reglas del amor condicionado.
Finalmente, recomendó a sus seguidores trabajar en su amor propio para dejar de esperar ese permiso emocional que, probablemente, nunca llegará.