Que no te engañe el brillo ni el color uniforme: para saber si un melón está en su punto justo, hay que fijarse en otras pistas menos obvias. Celia Illana, frutera experta y colaboradora en el programa TardeAR, lo resume en una frase que podría ir en una etiqueta: “Un buen melón tiene cama amarilla, vetas marcadas y peso contundente.”
Con “cama” se refiere a esa base amarillenta donde el melón ha reposado y ha madurado al sol. Las vetas, esas marcas que recorren su piel como arrugas doradas, indican que ha seguido su proceso natural. Y el peso… el peso no engaña: “Tiene que ser contundente. Da igual que sea grande o pequeño, pero que pese. Eso es señal de que está jugoso”, explica Illana en pleno directo.
El piel de sapo
El más barato y el más sabroso
Durante su intervención, Celia desgranó las variedades más comunes que se encuentran estos días en el mercado: piel de sapo, canario (el amarillo), cantaloupe y galia. Todas tienen su encanto, pero para ella hay un favorito indiscutible: “El piel de sapo es el rey del verano”. Es, además, el más económico —entre 2,45 y 2,85 euros el kilo—, lo que lo convierte en una opción accesible y sabrosa si se elige bien.
Celia Illana, frutera, compartió en ‘TardeAR’ su truco infalible para saber si un melón está en su punto sin apretarlo
Aun así, matiza que el precio puede variar según temporada, origen y demanda. Y advierte: si lo compras fuera de temporada, lo más probable es que venga de Brasil, lo que encarece y cambia su sabor.
Tocarlo hasta ablandarlo
Lo que no debes hacer
Uno de los errores más comunes en los supermercados es toquetear todos los melones buscando que estén blandos. Pero Celia lo desaconseja con rotundidad: “El melón sigue verde, pero está blando. Y eso no significa que esté listo, solo que lo han sobado demasiado.”
En otras palabras: si está blando antes de tiempo, llega tarde. Para comprobar si está en su punto, mejor dejarlo en manos del frutero o fijarse en los tres indicadores que recomienda.
Y si te llevas uno algo pasado o insípido, no lo tires. Celia propone una receta rápida para darle una segunda vida.
Receta exprés
Sopa fría de melón con yogur y jamón crujiente
¿Tienes un melón maduro que no ha salido bueno? Conviértelo en una sopa fría, ideal como primer plato de verano. La receta de Celia Illana es sencilla y resultona: melón maduro, yogur griego natural sin azúcar, sal, pimienta, aceite de oliva virgen extra y un chorrito de zumo de limón. Se bate todo bien y se sirve con jamón crujiente por encima y unas hojitas de albahaca.
El resultado, según ella, es espectacular: “A mi familia le encanta. Igual que tomamos un gazpacho, pues esto es una sopita.”

