El alcoholismo es uno de los grandes problemas de nuestra sociedad. Según datos de la Encuesta EDADES 2022, afecta al 6% de la población española de entre 15 y 64 años, alterando de manera significativa su día a día y su capacidad para llevar una vida tranquila y ordenada.
Debido a los preocupantes datos sobre el alcoholismo, numerosos expertos en salud mental y adicciones han recalcado la importancia de implementar estrategias más efectivas de prevención, tratamiento y concienciación pública, que incluyan programas educativos, apoyo psicológico, campañas de sensibilización, etc.

Luis Miguel Real, psicólogo
En una de sus últimas publicaciones en X, plataforma anteriormente conocida como Twitter, el terapeuta Luis Miguel Real abordó el tema y aclaró que las personas con alcoholismo no siempre siguen un mismo patrón de conducta ni presentan los mismos comportamientos.
''El alcoholismo no siempre es un borracho tirado en la calle. A veces es un padre de familia, un currante, una persona 'normal' que se está rompiendo por dentro. Hay señales que gritan, pero como no encajan con el estereotipo clásico del 'alcohólico de película', pasan desapercibidas. O peor aún: se justifican, se normalizan, se disfrazan de 'costumbre', 'carácter' o 'vida social'. Pero si sabes mirar, ahí están'', señaló el especialista en la red social de Elon Musk.
El alcoholismo no siempre es un borracho tirado en la calle. A veces es un padre de familia, un currante, una persona “normal” que se está rompiendo por dentro.
— Luis Miguel Real 🧠 Psicólogo (@LuisMiguelReal4) August 21, 2025
El psicólogo explicó que una de las señales más visibles de que esta dinámica de consumo es preocupante es cuando alguien asegura que bebe para desconectar, ya que no saber relajarse sin este tipo de sustancias es síntoma de un problema grave: ''Si no sabes relajarte sin alcohol, si lo necesitas para terminar el día, dormir o calmar los nervios, eso no es 'placer', es dependencia camuflada''.
El autor de La mentira de la fuerza de voluntad y No pienses en un oso verde también explicó que esperar con ansias la llegada del fin de semana para beber, organizar planes según si el alcohol estará presente o no, o sentirse fastidiado por la ausencia de vino o cerveza en una quedada, cita o encuentro son claros indicadores de que la persona es adicta o, al menos, tiene un problema de dependencia.
Un problema real que requiere actuación
A lo largo de su reflexión, Real señaló que muchas personas que sufren este problema tienden a minimizar su consumo y a mentir a los demás y a sí mismos sobre lo que realmente les ocurre, algo peligroso, ya que beber alcohol sin ningún tipo de control o con tanta frecuencia no solo provoca un evidente desgaste físico, sino también irritabilidad, ansiedad, bajones repentinos y otros efectos negativos.
''No deberíamos seguir mirando para otro lado mientras el alcohol se lleva vidas enteras. Porque cuando el problema estalla, ya es tarde. Pero si lo ves a tiempo, puedes hacer algo'', sentenció el escritor.