Las semillas de chía han logrado aumentar en gran medida, y en un breve periodo de tiempo, su popularidad. Tanto es así que han pasado a formar parte de la alimentación diaria de muchas personas, convirtiéndose así en un alimento común en la despensa de numerosos hogares. Aunque resultan aptas tanto para platos salados como dulces, donde han conseguido ganar más presencia es en los desayunos. Su ventaja es que son fácilmente combinables con otros alimentos, pero el principal motivo por el que son elegidas tiene que ver con sus cualidades nutricionales. Los beneficios de las semillas de chía se deben a su composición: “Las semillas de chía contienen ocho veces más calcio que la leche, cinco veces más fibra que la avena, más Omega-3 que el salmón y más potasio que el plátano”, asegura la nutricionista Ana Forcén.
Esta riqueza nutricional se traduce en una mejor salud cardiovascular, ya que los niveles de colesterol se ven disminuidos, según señala la Academia Española de Nutrición y Dietética, en ‘Nutriendo’. Igualmente se ve beneficiada la salud digestiva, a causa del alto contenido en fibra de las semillas de chía. Además, al ser un alimento saciante, ayuda a controlar el apetito y postergar la sensación de hambre. “El contenido de calcio, fósforo, proteínas y magnesio contribuye a la salud de los huesos; y el de potasio, a la salud de los músculos”, apunta José Ángel Rufián, catedrático en Nutrición y miembro de honor de la Academia. Por otra parte, los antioxidantes de las semillas de chía ayudan a reducir la inflamación y combatir el estrés oxidativo.
¿Cuál es la forma correcta de consumir las semillas de chía?
A la hora de incluir las semillas de chía en la alimentación diaria conviene tener en cuenta un factor clave, se trata de la forma adecuada de consumirlas. Puesto que un error muy común, en el que muchas personas caen sin saberlo, consiste en tomarlas de manera directa, sin la preparación que requiere. “La manera correcta de consumirlas es hidratándolas, al menos, veinte minutos antes de consumirlas o machacándolas en un mortero”, señala Ana Forcén. Este paso previo será esencial para aprovecharse de los beneficios de este alimento.
Y, ¿qué pasa si no se hidratan las semillas de chía? “Si no las dejas en remojo, o no tomas suficiente agua después de comerlas, lo que va a pasar es que estas semillas van a buscar hidratarse en tu intestino”, advierte la nutricionista Victoria Raush. Esto puede acarrear como consecuencia el empeoramiento de los casos de estreñimiento, por lo que siempre hay que asegurarse de brindarles la hidratación necesaria.