Laura Gámez, investigadora científica: “Cada palabra que te dices, cada historia que te cuentas, está moldeando tu biología”
Proceso químico
La divulgadora comentaba en una entrevista los pasos que se siguen en el interior del cerebro
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Laura Gámez, doctora y experta en medicina frecuencial
El bienestar físico y emocional debería estar en el primer puesto de nuestra lista de prioridades, aunque a veces no es tan sencillo como desearíamos. El contexto económico, social y familiar puede poner nuestro cuerpo y cerebro a prueba, enfrentándonos a ingentes cantidades de estrés durante la jornada laboral. Esto puede acabar transformándose en malestar, dolores de cabeza, fiebres y una montaña rusa de emociones difíciles de controlar.
Todo ello puede depender del tipo de pensamiento que cruza nuestra cabeza, personal o vinculado a otra persona. Puede parecer un proceso puramente psicológico, escondido entre los huecos más profundos de nuestro cerebro, pero en realidad cuenta con un componente químico involucrado. La doctora Laura Gámez, investigadora científica y divulgadora sobre salud integral, cuántica y bioenergía; lo definía en una entrevista reciente.
“Cada pensamiento es una frecuencia y cada emoción una señal química, y el cuerpo las escucha todas. Cuando un pensamiento se repite, el cerebro libera las mismas moléculas, activa las mismas rutas neuronales y, con el tiempo, esas señales se convierten en biología. Las células no responden tanto al ADN, sino que responden al entorno”, aclaraba. La divulgadora también utilizó distintos tipos de pensamiento como ejemplo para su tesis.
“Un pensamiento de miedo sostenido mantiene al cuerpo en alerta, eleva el cortisol, altera el sistema inmune, agota la energía celular y una emoción de gratitud o de coherencia hace justo lo contrario, regula, ordena, regenera. Tus células no saben si algo es real o imaginario, solo saben si la frecuencia las expande o las contrae. Por eso pensar es un acto biológico. Tu cuerpo se convierte en la historia que te cuentas y cuando cambias la historia, cambias la química”, sumaba.
Conexión cerebral y corporal
“¿En qué momento todas estas emociones que no logramos expresar, que reprimimos, terminan convirtiéndose en enfermedad física? Es cuestión de tiempo. Si tú le vas dando cada vez más tiempo y más espacio al dolor, entonces tu cuerpo más recursos va gastando. Porque el dolor te está poniendo malo, el miedo, la angustia, la ansiedad, lo que temes”, comentaba, en líneas similares, la psicóloga Magaly López en A lo Grande, el podcast presentado por Marian Gamboa.
“Está poniendo a tu cuerpo en alerta, como si de verdad estuviese ahí, porque el cerebro, el cuerpo, no distingue entre lo que está sucediendo y lo que yo estoy pensando de lo malo que podría llegar a suceder. Como no hay esa diferenciación, cuanto más tiempo le des al pensamiento negativo, a la queja, al dolor, al miedo, a la angustia; más le va a afectar a tu cuerpo, más vas a acelerar o bloquear tu metabolismo, más vas a gastar recursos que deberían estar yendo, por ejemplo, a tu tiroides”, añadía.