Marta López, who teaches at the University of Santiago de Compostela, points out nutritional inadequacies within our bodies: “Los productos destinados a animales son más completos que los de las personas”
Salud
La presentadora afirmó que la atención a los animales está más avanzada que la que se brinda a los seres humanos.
La psicóloga clínica de la Universidad de Yale, Rajita Sinha, detalla los motivos por los que los individuos consumen alimentos como respuesta al estrés: “Es un círculo vicioso y difícil de romper porque nos quedamos estancados”

Análisis médico
El experto en longevidad y colaborador de National Geographic, Dan Buettner, resaltó en una entrevista los factores esenciales para una existencia satisfactoria y prolongada: “Las personas que viven hasta los 100 años, en promedio, consumen aproximadamente un 90% de alimentos integrales y de origen vegetal. Los cinco pilares de todas las dietas para la longevidad del mundo son los cereales integrales, el trigo, el maíz y el arroz, las verduras de hoja verde y, por supuesto, las hortalizas, que curiosamente todas contienen tubérculos”.
Las tendencias alimentarias y las recomendaciones nutricionales han experimentado transformaciones notables a lo largo del tiempo, pero aun así, hay quienes no consumen los nutrientes esenciales. De acuerdo con un reporte de la OMS, un número superior a 2.000 millones de individuos a nivel global sufren de carencias de ciertos micronutrientes, los cuales son vitales para el correcto desempeño del organismo. Marta López, catedrática de la Universidad de Santiago de Compostela, expuso los aspectos fundamentales de esta problemática en un escrito difundido en The Conversation.

La profesora de Patología Animal presentó una llamativa comparación entre humanos y animales de compañía. Mientras que algunos niños “rechazan verduras, pescado o legumbres, mientras que un perro nunca protesta ante un pienso perfectamente formulado con las vitaminas y minerales que necesita. El resultado se ve a simple vista: un pelo sano e hiperbrillante, energía y buena salud”. Este dato va acompañado de una firme declaración: “En nutrición, los productos destinados a los animales son más completos que los dirigidos a las personas”.
López subraya que la escasez de minerales esenciales como el hierro, zinc, cobre, selenio, yodo o manganeso se intensifica debido a la presencia de sustancias nocivas en los alimentos o el ambiente, abarcando desde el arsénico o el plomo hasta el mercurio. Este escenario presenta diversas causas: la ausencia de alimentos con abundancia de estos nutrientes en ciertas naciones, la popularidad de regímenes alimenticios cargados de productos ultraprocesados, o incluso la limitación de suelos productivos o una gestión deficiente. No obstante, según sus afirmaciones, esta problemática no se manifiesta en el ámbito veterinario.

Un elemento clave
“En vacas lecheras, por ejemplo, se analiza el suero (la parte líquida de la sangre) de forma rutinaria para ajustar la dieta y prevenir deficiencias que afectarían tanto a la salud del animal como a la producción de leche. En caballos, cerdos o aves de corral sucede lo mismo: la nutrición se ajusta con precisión para evitar problemas y optimizar resultados. En medicina humana seguimos basándonos sobre todo en encuestas de dieta y recomendaciones generales, ya que no existen valores de referencia universalmente aceptados”, comentaba.
Para resolverlo, sin embargo, hay un método más efectivo: el examen de suero. “El suero permite medir de una sola vez tanto minerales esenciales como tóxicos. Igual que hoy recibimos valores de colesterol o glucosa en una analítica rutinaria, podríamos saber si nos falta zinc o selenio, o si estamos acumulando plomo o cadmio. Las tecnologías de análisis actuales hacen posible obtener estos perfiles de forma rápida, precisa y a partir de una pequeña muestra. Esto abre la puerta a programas de salud pública más eficaces, que no se basen solo en estimaciones dietéticas, y a una nutrición realmente personalizada”, afirmaba.

