En una secuencia de la película Las vírgenes suicidas, el señalado debut de Sofia Coppola como realizadora, el médico le dice a Cecilia, la más pequeña del trágico clan familiar: “Eres muy joven para saber lo mala que es la vida. Ella responde: “Obviamente, doctor, usted nunca ha sido una chica de trece años”. No es extraño que la exposición Girls: On Boredom, Rebellion and Being In-Between que presenta el museo de la Moda de Amberes recree el dormitorio de las hermanas Lisbon, las trágicas protagonistas de la película como símbolo de esa etapa, el tránsito de la infancia a la adolescencia, donde ese espacio íntimo sirve de refugio para los fantasmas y deseos que pueblan los sueños de las niñas.
Detrás de ese largo título que enmarca el universo juvenil femenino y alude a estados como el aburrimiento o lo que es lo mismo, la apatía como alimento de la creatividad, la rebeldía y esa existencia puente entre la infancia y la edad adulta, la exposición del MoMu de Amberes explora la belleza, contradicciones y sobre todo la complejidad de esa última etapa de la niñez y aparición de la pubertad.
Nostálgicas. Kirsten Dunst en el rodaje de 'Las vírgenes suicidas' dirigida por Sofia Coppola en 1999
Es en esa encrucijada compleja donde a juicio de la comisaria Elisa De Wyngaert “arquetipos como los tutús, los uniformes, los calcetines blancos o los zapatos Mary Jane cuando se usan de una manera interesante o distintiva ponen en debate cuestiones como la obediencia y la sumisión proponiendo identidades nuevas y más inclusivas”.
“Durante mucho tiempo la moda y el arte han repetido estos modelos para la niñez, sin embargo, hoy en día artistas y diseñadores se sirven de estos códigos desafiando los conceptos tradicionales”.
'Girls' cuestiona la imagen de la adolescente como icono
La explosión juvenil de los años sesenta fijó la imagen de la adolescente como nuevo icono de seducción, el triunfo de una belleza aniñada como la modelo Twiggy revolucionó los estándares estéticos. Una década antes Brigitte Bardot había fijado el mito de la mujer-niña y el escritor Vladimir Nabokov, el de la Lolita como fantasma del deseo masculino. Décadas después otra adolescente, Kate Moss se erigía en la bad girl compitiendo con la hegemonía masculina de los chicos malos.
Todavía flotaba la imagen sexy de una jovencísima Brooke Shields enfundada en unos vaqueros de Calvin Klein declarando que entre sus Calvin y ella no se interponía nada. En la historia oficial y canónica del arte occidental la imagen de la niña o jovencita se había representado a menudo como un modelo candoroso, ingenuo, silencioso y decimonónico, ya fuera sosteniendo un gato o un perrito, tocando un instrumento musical y casi siempre bajo la mirada tutelar paterno-materna.
Indómitas. Fotografía llamada 'Sisters' tomada en 1974 por Jim Britt en su serie 'Sisters'
Deconstruyendo esta representación virtuosa fijada durante varios siglos, la exposición Girls ofrece una mirada plural a partir del trabajo de diseñadoras, fotógrafos, creadores visuales, diseñadores de vestuario en paralelo al interés creciente en las últimas décadas por este periodo o tránsito biológico en los diferentes campos de comunicación, el arte, la moda, el cine.
Una fotografía de Juergen Teller de la actriz y modelo Dakota Fanning con un diseño de la colección primavera-verano 2007 de Marc Jacob emulando el glamur de una top-model proyecta esta imagen ambivalente de fascinación y ambigüedad. En otra imagen de la exposición, la fotógrafa irlandesa Eimear Lynch capta a un grupo de niñas en el interior de una discoteca reproduciendo los modelos de belleza y moda de la cultura juvenil.
MoMu de Amberes celebra la adolescencia femenina en Girls
La exposición presenta la obra de diferentes generaciones de fotógrafos que han puesto su objetivo sobre este pequeño-grande universo femenino desde focos muy diversos como Lauren Greenfield, autora del trabajo Girl Culture sobre el culto casi religioso del cuerpo por parte de las niñas estadounidenses o el fotógrafo afroamericano Micaiah Carter reproduciendo el peinado de fantasía de una niña negra ornamentado de pequeños broches como símbolo cultural identitario. En esa visión plural destaca el trabajo de la fotógrafa brasileña Leticia Valverdes Brazilian Street Girls sobre las niñas desfavorecidas de los suburbios brasileños.
“Me parecía extraño que, en Brasil, un país tan obsesionado con el cuerpo y la belleza estas niñas se vistieran como chicos para ocultar su feminidad y sin duda, también como medida de protección”. La fotógrafa les invita a descubrir su feminidad ante la cámara creando un vínculo de resistencia y emancipación.
Petra Collins junto a Jenny Fang crearon un delicioso retrato de la adolescencia con ‘I’m sorry’ en el 2025
Diseñadoras de moda como la irlandesa Simone Rocha, la belga Veronica Branquinho o la británica Molly Goddard exploran en sus trabajos la memoria de la infancia. Por su parte la pareja de diseñadoras Emma Chopova y Laura Lowena creadoras de la emergente firma Chopova Lowena imaginan su dormitorio desde la concepción más barroca y romántica de la infancia. La exposición Girls recrea también la mirada que desde el cine se ha proyectado a partir de películas como María Antonieta (Sofia Coppola) Girlhood (Celine Sciamma) o Buenos días tristeza (Otto Preminger) donde una joven Jean Seberg se mudaba en Cecil la heroína adolescente creada por Françoise Sagan como símbolo de una juventud libre y hedonista.
En unos tiempos en que las redes sociales trabajan infatigablemente en mostrar los aspectos más vulnerables de los adolescentes, imagen, salud mental, adicciones, deepfakes, la exposición Girls, más allá de la nostalgia nos invita a reflexionar sobre ese periodo, entre la infancia y pubertad con sus contradicciones, belleza y complejidad. La persistencia de la figura de la niña o la chica en la cultura visual y la moda.
Girls: On Boredom, Rebellion and Being In-Between. MoMu museo de la Moda. Amberes. Hasta el 26 de febrero de 2026.


