“Lo que debes recordar para Stranger Things 5”. “Los hermanos Duffer revelan qué episodios ver antes de la última temporada de Stranger Things”. “¿Quién era quién en Stranger Things?”. Estos son los titulares de algunos de los posts de redes sociales que mis allegados me han enviado para prepararme para la quinta temporada (y última) de la serie, estrenada el 27 de noviembre.
No es broma. Mi feed de Instagram se ha convertido en una especie de recopilatorio de datos esenciales que debo recordar. Y el motivo es sencillo: todo el mundo quiere ver este esperado gran final, pero mucho más por el recuerdo que fue que por un hype real sobre lo que está por venir.
Han pasado ya tres años y medio desde el 27 de mayo de 2022, fecha en la que se estrenó la cuarta temporada de Stranger Things. Para entonces, ya habían pasado otros tres años (4 de julio de 2019) desde la tercera... Y desde el estreno de la serie, a día de hoy, han pasado más de nueve años.
Las bromas sobre cómo han crecido los protagonistas, antaño niños, son recurrentes. Pero lo peor es que esta tardanza ha propiciado que la que fuera la serie más vista de la plataforma se haya convertido más en un recuerdo lejano que en un producto palpable y real. Y eso que todavía no ha terminado (para ello deberemos esperar hasta el 31 de diciembre).
Imagen de la quinta temporada de 'Stranger Things'.
“Yo ya no busco ninguna serie que tenga o vaya a tener más de una temporada. Te dejan con toda la expectativa y, cuando salen nuevos episodios, ya no te acuerdas ni de quién es el protagonista”, explica Álex M, de 28 años, que reconoce haberse enganchado a muchas series de Netflix para luego sufrir una cancelación o, simplemente, la desidia de ver que tardan años en salir nuevos episodios.
“Yo era ultrafan de Stranger Things. Tenía la gorra de Dustin y todo... Pero cuando comenzaron a tardar más y más en sacar capítulos, se me pasó el subidón y dejé de seguirla. En Netflix nunca piensan en los usuarios”, añade María N, de 34 años, que canceló su suscripción hace ya un par.
Yo ya no busco ninguna serie que tenga o vaya a tener más de una temporada
El problema de esta tardanza se debe, en primer lugar, a los costes de producción. Stranger Things tiene un presupuesto de alrededor de 30 millones de dólares por episodio, algo que hace una década era impensable, y la duración de casi cada episodio, en las últimas temporadas, supera por mucho la hora. Pasa igual con otras series como Los Bridgerton, que cuesta 7 millones por episodio, o Miércoles, que ronda los 20.
Este coste hace que los cánones sean más altos y que, por lo tanto, sea más complejo rodar, posproducir y coordinar. Pero no es el único motivo por el que tardan tanto. Otro es el hecho de que todas las series (y sobre todo las más seguidas) se deben convertir en grandes eventos en su estreno.
Que se estrenen todos los capítulos a la vez propicia que toda la estrategia de la plataforma se centre en días concretos. Es decir, hay que encontrar el hueco perfecto a lo largo del año para programar tal o tal estreno... Y eso provoca retrasos que pueden acabar con la expectación.
Además, provoca que la conversación se apague al poco tiempo. En lugar de mantener la expectativa durante semanas de qué es lo que pasará a continuación, genera que todo se base en un día o dos de maratón a tope... Y hasta dentro de dos o tres años.
Nunca he oído a nadie decir: '¿Sabes qué sería genial? Que colocara mi pregunta en Google y tuviera que esperar una semana para la respuesta'
Sustituir un modelo tradicional, que permita trabajar en la posproducción de los siguientes episodios mientras se emiten los primeros, por uno “maratoniano” como el de Netflix, hace que se necesite tener el bloque completamente cerrado para lanzar. Y eso, claro está, provoca más retrasos.
Esto, sin embargo, no parece negociable. Ya en 2014, Ted Sarandos decía cosas como “Nunca he oído a nadie decir: '¿Sabes qué sería genial? Que colocara mi pregunta en Google y tuviera que esperar una semana para la respuesta'” para justificar su modelo. Y así ha seguido, en sus trece, desde entonces.
Imagen de la quinta temporada de 'Stranger Things'.
Curiosamente, esta estrategia atenta directamente contra la filosofía principal de Netflix. En sus orígenes, esto lo hacían para “no hacer esperar al espectador”, pero es justamente lo que consiguen. Le regalan una vomitada de golpe y, después, le obligan a esperar indefinidamente por una continuación.
A esto se suma, claro, las inclemencias de una industria convulsa. La crisis del COVID y la huelga de actores de 2023 han provocado grandes retrasos en la mayoría de estrenos de Netflix. Pero se trata de un modelo donde no hay hueco para la improvisación.
Perdí la conexión con los personajes y dejé la segunda temporada en la mitad
Esta situación no solo afecta a Stranger Things. Miércoles fue otra gran damnificada. Después de lograr todos los récords en su estreno en 2022, los fans tuvieron que esperar tres años hasta la continuación. “Yo perdí la conexión con los personajes y dejé la segunda temporada en la mitad”, explica María N. Y no es única en su situación: la audiencia de la serie descendió claramente y, a pesar de su éxito, dejó de ser, ipso facto, en el emblema que había logrado Netflix en el último lustro.
Muy similar es lo que ocurrió con El juego del calamar. Con una diferencia de cuatro años entre temporadas, también fue incapaz este año de revalidar las cifras astronómicas de su estreno inicial. Y fenómenos como The Witcher, que lograron grandes números en su estreno, fueron palideciendo ante la distancia entre capítulos y la dudosa continuidad de sus creadores.
A grandes rasgos, no puede decirse que lo de Netflix sea un fracaso ni un declive. La plataforma cuenta más de 300 millones de usuarios cada mes, y el servicio opera en más de 190 países. Sin embargo, este año, en el que se han estrenado sus tres series más populares (El juego del calamar, Miércoles y Stranger Things) puede ser un antes y un después para la plataforma.
De momento, las dos primeras series ya han estado por debajo de lo esperado, pero ¿ocurrirá lo mismo con Stranger Things? Por lo que parece, está en manos de los jóvenes de Hawkins el futuro de la plataforma. Y no solo en su propia IP (ya han confirmado que habrá spin-off de la serie), sino, más bien, en su modelo.



