Hace años, me dirigía hacia la parada del bus para ir al trabajo y vi que se acercaba justo el vehículo de mi línea, así que me vi obligado a correr para no perderlo. Un sprint memorable, jamás lo olvidaré. Pero no me quedó grabado porque me aplaudiera la gente al pasar, sino porque mi móvil, un flamante OnePlus 3 recién comprado, saltó de mi bolsillo para caer —cómo no—, con la pantalla hacia abajo. Siempre cae de ese lado, como si estuviera untado de mantequilla.
En ese momento mi vida se puso en cámara lenta: me detengo en seco, pongo cara horrorizada, el autobusero me mira con cara de cínico mientras me cierra la puerta en los morros, alargo la mano hacia el teléfono estrellado, lo agarro, lo giro esperando lo peor. Y, efectivamente, pasó lo peor. La pantalla estaba quebrada en seis o siete trozos. Y mi cara, tanto o más descompuesta.
El catastrófico momento de levantar el móvil caído.
Hay que cambiar la pantalla de inmediato
Si no soportas ver una pequeña raya o fractura en la pantalla del móvil y lo llevas a reparar inmediatamente, estás haciendo bien y te estás ahorrando un riesgo potencial para la salud. El doctor Jimmy Mohamed, un médico muy mediático en Francia, alerta de la grave toxicidad de usar el smartphone con la pantalla rota.
“Las pantallas rotas que son una auténtica catástrofe, si las seguimos usando. Se ve sobre todo entre los adolescentes, que no suelen tener mucho cuidado con el teléfono y lo rompen.
Y como padres, solemos decir: 'Lo has roto, no te lo voy a reparar, porque cuesta dinero'”, explica el doctor.
“Cuando un teléfono tiene la pantalla agrietada, libera cadmio”, prosigue. “Se ha hablado mucho del cadmio presente en el chocolate, en los cereales o en las patatas. Pero en realidad, ese mismo cadmio también se libera desde el teléfono”.
El riesgo viene con el uso prolongado exponiéndonos a la liberación del cadmio: “El adolescente manipula la pantalla, el metal le entra a través de la piel, y se sabe que es un agente claramente cancerígeno. Así que, en resumen, cuando un teléfono móvil está roto, hay que repararlo cuanto antes”.
El adolescente manipula la pantalla, el metal le entra a través de la piel, y se sabe que es un agente claramente cancerígeno
Algunas marcas, como Apple, ya publicaron hace tiempo su compromiso con la sostenibilidad y la seguridad de los materiales que componen sus productos, incluyendo la eliminación del cadmio. Si tu móvil es de una marca grande y prestigiosa, es probable que ya hayan tomado cartas en el asunto y la cantidad de cadmio que pueda liberar sea mínima. Sin embargo, otros fabricantes que recortan gastos y tienen unos productos menos elaborados podrían estar incurriendo todavía en este riesgo sanitario, pese a las normativas establecidas por la UE.
De todos modos, el principal riesgo para la salud —de tus dedos— es los microcristales que pueden liberarse por la rotura, e incluso provocar cortes si queda algún canto vivo entre los fragmentos de cristal. En resumen: hay que cambiar la pantalla rota cuanto antes.



