Rafael Amargo, bailaor: “Las redes son un patio donde todo el mundo puede opinar y casi siempre son las personas dañinas las que pierden tiempo en hacerlo”
Vips Neo
El bailaor granadino, absuelto de las polémicas que marcaron su pasado, regresa con nuevos proyectos, un libro y un biopic, mientras reflexiona sobre las redes sociales, la inteligencia artificial y el futuro del flamenco
Tinet Rubira, productor de 'Operación Triunfo': “Tengo a 6.000 personas bloqueadas que no me aportan nada o son maleducadas; si en mi vida real no interactuaría con ellas, no tengo por qué aguantarlas en la red”
Rafael Amargo, bailaor.
Es una de las figuras más destacadas del flamenco de este país. Rafael Amargo ha bailado por los tablaos de medio mundo y su arte ha sido reconocido con galardones como los prestigiosos premios Max, la Medalla de Andalucía e incluso una Estrella en el Paseo de la Fama de Las Vegas.
Con unas coreografías actuales, que mezclan tradición y vanguardia y en las que plasma su carácter irreverente y su pasión por el flamenco, el granadino también ha sido noticia por distintas polémicas y por un supuesto delito de tráfico de drogas, del que finalmente ha sido absuelto.
Superados los baches personales y con más fuerza aún si cabe, el conocido bailaor, de 50 años, vuelve a los escenarios con nuevos proyectos, en los que sigue demostrando el duende y la autenticidad de los que siempre ha hecho gala, ha publicado su primer libro y prepara un documental y un biopic sobre su vida. Hablamos con Rafa de todo esto y de su relación con las redes y la tecnología.
Instagram, Facebook, TikTok. Estas son las redes sociales más utilizadas en nuestro país. Imagino que forman parte de tu vida desde hace tiempo.
He de decirte que, de mis amigos, fui de los últimos en abrirme perfiles en redes sociales. Realmente soy más artesano que tecnológico, pero me he tenido que rendir a esta era que facilita muchas cosas, pero entorpece otras tantas.
Rafael Amargo junto a su libro.
En tu caso, como en muchos otros, has recibido comentarios negativos y ataques, sobre todo, en momentos de polémica.
Creo que es muy cobarde la gente que pierde el tiempo en opiniones, críticas o blasfemias y, además, suelen ser perfiles ocultos o falsos. Uno aprende a no dar tregua y, si me pilla vivo y en alza, le puedo cortar un traje. No tengo X por eso, porque, en una sola frase, uno no puede mandar a alguien al carajo, ja, ja, ja. Por eso, con una sola frase no puedo poner en su sitio al simpaticón de turno.
En cambio, Instagram te permite desfogarte mejor. Confiésame cuántas veces al día lo miras.
Depende de las notificaciones que me lleguen y del tiempo que tenga libre. Aun así, como mucho, entro a Instagram dos veces al día como máximo y puedo estar sin abrirlo hasta tres días, por lo que no tengo ninguna dependencia.
Si no es tu jefe, es tu socio, tus hijos, tu compañero de trabajo... Todos están conectados
De esta manera te resultaría más fácil dejar las redes sociales. ¿En algún momento te lo has planteado?
Creo que, aunque uno se plantee, es imposible, porque, si no es tu jefe, tu socio, tus hijos, tu compañero de trabajo... Todos están conectados. Y, si al final si lo lees desde el perfil de otro, también estás haciendo uso de ello.
En tu caso, has vivido momentos difíciles que se han plasmado en redes sociales. ¿Crees que amplifican la realidad o la distorsionan?
Evidentemente, las noticias en redes están condicionadas por el medio, por el interesado o por el gracioso. Cuando la bola de nieve crece y crece ya no es ni noticia, ni realidad, ni nada que aporte algo. Acaba siendo una ensalada de espinas dolorosa que incluso se desvanece en absurdo, aunque afecta, no voy a negarlo. Al final, las redes son un patio donde todo el mundo puede opinar y casi siempre son las personas dañinas las que pierden tiempo en hacerlo. En la mayoría de casos, estas personas suelen rendirse antes que tú, aunque es mejor no perder tu tiempo con ellas.
Míralo en positivo. ¿Alguna vez te han hecho justicia las redes?
Al final, es un juicio popular que se te hace sin conocimiento alguno, y viene antes que el de la propia justicia. Me refiero a que yo gano un juicio tan horroroso y tremendo como el que he vivido, y me encuentro un millón de noticias en las que me acribillan. Luego gano el juicio, la justicia me da la razón, y esa noticia ya no es interesante o la sacan en una esquinita. Para matarte, te dan portadas, y para contar el veredicto de la justicia, si pueden, ni lo publican.
Hablemos ahora de TikTok. ¿Crees que esta red y otras plataformas han democratizado la danza o la han convertido en una coreografía de likes?
Pues, mira, TikTok me parece una red curiosa, divertida, muy ecléctica en sus contenidos y quizás un poco lenta. No la utilizo, pero sí la cotilleo.
Rafael Amargo.
Cierra los ojos e imagina un espectáculo tuyo en un entorno virtual. ¿Cómo sería?
Lo virtual no va a ser nunca como lo real, en mi opinión. Habrá disciplinas artísticas en las que quizás sí, pero yo el flamenco lo prefiero en vivo. También creo que, si desde el principio diseñas el espectáculo con ese concepto, ya lo enfocas para que se te ponga el vello de punta virtualmente, ja, ja, ja.
Ahora le toca el turno a la inteligencia artificial. ¿Qué ventajas e inconvenientes le ves?
La IA me gusta muchísimo, pero no puede ser también un banco de datos propios... Probablemente, el día mañana llamarán a la puerta de tu casa y no sabrás si es como en Macondo, de Gabriel García Márquez, o es Siri o Alexa o un dron que llama a la puerta, ja, ja, ja.
Lo virtual no va a ser nunca como lo real, en mi opinión. Habrá disciplinas artísticas en las que quizás sí, pero yo el flamenco lo prefiero en vivo
Esa confusión entre lo real y lo ficticio también puede trasladarse al arte. ¿Qué opinas del que se genera por inteligencia artificial?
Aunque, de entrada, ese arte pueda correr más que la mente, el duende hay que ponerlo a puño letra sangre y pellizco propios.
Siguiendo con el arte, has vuelto a los escenarios y lo haces con muchos proyectos a la vista. Háblame de ellos.
En octubre volveré a Barcelona para hacer Federico dicen que viene esta noche y también estoy inmerso en los ensayos de Candela, una revisión de El amor brujo, de Falla, centrado todo en ella, un papel que interpreto yo, sin distinción de géneros, pudiendo ser un hombre el que sufre. Este espectáculo contará con orquesta sinfónica y con una cantante muy querida y respetada por todos, haciendo el alter ego en cante y yo, en baile y declamación. También he publicado mi primer libro, El hijo de la macorina, y estoy con la preparación de un documental y del biopic de mi vida, que serán unos 8 capítulos.