La Fundació Suñol acaba de inaugurar la exposición Mortals + con la ambición de explorar el impacto del sida en la sociedad a través de varios testimonios. Siguiendo la estela de su primera edición, el proyecto nace de un trabajo colectivo conducido por el artista Albert Potrony y la gestora cultural Roser Sanjuan, que mediante sesiones de trabajo en grupo con personas vinculadas con el virus, investigación y obras artísticas de la colección Suñol Soler, han hecho posible la muestra, que se podrá visitar hasta el próximo 13 de marzo.
Potrony y Sanjuan han incidido en que “en un mes se estrenará una publicación que ampliará la información de la exposición, con entrevistas y resultados de las investigaciones realizadas”.
El proyecto nace de un trabajo colectivo conducido por el artista Albert Potrony y la gestora cultural Roser Sanjuan
Mortals+ se estructura en cuatro bloques que permiten al espectador seguir una ruta a través de diferentes enfoques. Con las obras Sweet swimmers, 3 selfwatchers (1981-1982), de Chema Cobo, y La Parella núm. 1 (1988), de Susana Solano, se explora el placer y la libertad sexual de los ochenta, que es cortada de raíz por la aparición del VIH. A continuación se presentan piezas como Brazo-cactus (2000), de Miquel Navarro, o Autorretrato (Una pequeña historia de amor) (1994), de Alberto García-Alix, que abordan la noción del monstruo como metáfora del estigma.
La siguiente sección muestra doce telas con marcas y huellas de los cuerpos de los miembros del grupo de trabajo, acompañadas por citas y frases de ellos mimos, que comparten pensamientos y vivencias íntimas acerca del sida. Muchas de estas personas pertenecen a asociaciones como Ca la Dona, Creación Positiva, ONG Stop o Supervihvents, que han colaborado en la creación del trabajo artístico. La exposición termina con una carta al universo que reúne reflexiones sobre la vida, la sociedad, la memoria y el deseo de transformación.

