Series

Las mejores series de 2025 (por ahora)

Guía práctica

'Andor' o 'The Studio' son ejemplos de muy buena televisión en este año que, de momento, no decepciona con estas grandes apuestas

Genevieve O'Reilly como Mon Mothra tiene un primer arco de episodios muy elegante.

Genevieve O'Reilly como Mon Mothra tiene un primer arco de episodios muy elegante.

Lucasfilm Ltd™

Cuando estamos a punto de llegar al ecuador de 2025, toca hacer un primer balance de las mejores series que hemos visto durante estos meses. Es una nueva ventana de oportunidad para ponerse al día, sobre todo ahora que se acerca el verano y (crucemos los dedos) las vacaciones. Y ha habido calidad y variedad si tenemos en cuenta que The Last of Us, Hacks o El cuento de la criada se han quedado fuera por los pelos.

Disney+

Andor

Qué maravilla que se critique el alto funcionariado a través del personaje de Dedra Meero (Denise Gough), la más eficiente del imperio.
Qué maravilla que se critique el alto funcionariado a través del personaje de Dedra Meero (Denise Gough), la más eficiente del imperio.Des Willie

Este spin-off y precuela de Rogue One, la película de Star Wars que a su vez servía de precuela de la trilogía cinematográfica original, es sofisticación gracias a su elegancia estética y narrativa, y la calidad y la escala del diseño de producción. El presupuesto de 645 millones por las dos temporadas se nota en cada plano: en los efectos visuales acabados, en las inspiraciones del vestuario, en la planificación de cada toma, las interpretaciones que adoptan el menos es más, en la reflexión detrás de cada proceso creativo.

Si alguien todavía no sabe de qué va, Cassian Andor (Diego Luna), un delincuente de poca monta, se une a la resistencia. En la segunda temporada, que tardó dos años y medio en producirse y emitirse, ya es uno de los agentes más fiables del movimiento pero vive en sus carnes el caos y las dificultades de rebelarse contra una fuerza del orden fascista muy bien organizada, con funcionarios intermedios tan efectivos como Dedra Meero (Denise Gough).

La boda en Chandrila que provocaba síndrome de Stendhal, el planeta de Gorn inspirado en la ocupación de Francia por parte de los nazis y los capítulos finales (donde incluso la farsa de fachada democrática se derrumba) son ficción adulta, en estado de gracia y lo mejor del universo de Star Wars. El alegato antifascista e históricamente documentado de Tony Gilroy adquiere una nueva potencia, además, en este presente.

Movistar Plus+

El largo río de las almas

La protagonista tiene una hermana drogadicta (Ashleigh Cummings).
La protagonista tiene una hermana drogadicta (Ashleigh Cummings).Sony

Hay cosas que molestan. Por qué todo Dios vio y recomendó Mare of Easttown y, ahora que tenemos una sucesora más que digna, nadie está hablando de El largo río de las almas. En vez de Kate Winslet como protagonista y productora ejecutiva, tenemos a Amanda Seyfried, que patrulla las calles de Filadelfia temiendo encontrarse muerta a su hermana, que vende su cuerpo para poder pagarse el siguiente chute. Cuando aparece el cadáver de una joven y desconfía que fuera una simple sobredosis, sus preguntas empiezan a incomodar en la comisaría, donde no lamentan que mueran las yonquis que han transformado la ciudad.

Nikki Toscano y Liz Moore, que adaptan juntas la novela de Moore, proponen un drama policíaco rico en temas: coloca la clase trabajadora en el centro, humaniza la epidemia de la droga en Estados Unidos, denuncia el funcionamiento de las fuerzas del orden, expone el funcionamiento del grooming y, de paso, disecciona la familia.

Apple TV+

Severance

Innies, outies y una serie de culto indiscutible. 
Innies, outies y una serie de culto indiscutible. Apple TV+

Severance empezó como un thriller psicológico de ciencia ficción sobre qué sucedería si nos entregásemos en cuerpo y alma (de forma literal) al sistema capitalista: con un implante en el cerebro que disociase el yo laboral del yo personal hasta el punto que ambas identidades no tuvieran conexión entre ellas. En la serie, Mark (Adam Scott) es el personaje central: un hombre gris que acepta voluntariamente este contrato hasta que empieza a tener dudas sobre la naturaleza de Lumon Industries, la empresa que diseñó el implante y para la que trabaja.

Con la segunda temporada, la serie de Dan Erickson y Mark Friedman ramificó los misterios derivados de su mitología hasta adentrar al espectador en un desconcierto infinito. No siempre sabemos qué estamos viendo, qué comporta cada escena, pero la dirección concebida por Ben Stiller y el diseño de producción se aseguran de que ese desconcierto sea una experiencia sustancial y con valor por sí misma. No existiría Lumon Industries sin Dharma Initiative. Tampoco existiría Severance sin The Leftovers. Es esta clase de serie y, como tal, sólo el tiempo confirmará hasta qué punto el relato está controlado.

Prime Video

Impostura

Benito Skinner es el protagonista y creador de la serie.
Benito Skinner es el protagonista y creador de la serie.Prime Video

Benny (Benito Skinner), desde que entendió de niño que era distinto de los demás, lleva intentando disimular su homosexualidad mediante una sobreactuación de los códigos sociales masculinos. Cuando entra en la universidad, quiere cambiar la situación pero no se atreve. Por suerte, conoce a Carmen (Wally Baram), que se convierte en su mejor amiga y que también busca reinventarse: en el instituto siempre estuvo en la sombra de su hermano popular, que murió.

Sobre el papel es fácil desestimar Impostura como una comedia universitaria gamberra. ¡Pero Benito Skinner lo hace tan bien! Abraza esta naturaleza, a partir de aquí mira qué quiere diseccionar de las conductas más tóxicas de los jóvenes, no se olvida de los personajes como una maraña de sentimientos e inseguridades y sobre todo no reniega de ningún gag, por grosero o absurdo que sea. Este olfato por el chiste es tan encomiable como el hecho que, en el plano emocional, las tramas igualmente funcionan.

SkyShowtime

The Agency

Michael Fassbender y Jodie Turner Smith exhiben una química elegante.
Michael Fassbender y Jodie Turner Smith exhiben una química elegante.Luke Varley/Paramount+

Brandon Colby (Michael Fassbender) debe abandonar Etiopía corriendo tras fingir durante seis años ser un profesor universitario. Al volver a las oficinas de la CIA en Londres, debe retomar su verdadera identidad. ¿Pero quién es de verdad cuando casi nunca puede ser él mismo? A esta crisis se le suma que Samia (Jodie Turner-Smith), la antropóloga con quien tuvo una relación con la identidad falsa, le contacta en Londres cuando la agencia está en crisis: ha desaparecido en Bielorrusia un activo clave en la guerra de Ucrania.

Jez y John-Henry Butterworth adaptan la serie francesa Oficina de infiltrados a partir de la frialdad de las expresiones de Fassbender; una dirección de Joe Wright que toma el hormigón y el cristal como bases de esta exploración de las identidades líquidas y la dicotomía vida-trabajo (y la fina línea que separa la profesionalidad y la psicopatía en oficios como el espionaje); unos guiones que asumen que el espectador es inteligente, sin necesidad de masticar o sobrexplicar las operaciones que ejecutan desde la CIA. Cuánta elegancia, cuánta tensión. Ojalá todos los dramas que van de adultos fueran así de adultos.

Prime Video

Étoile (Estrella)

Amor por el ballet. 
Amor por el ballet. Philippe Antonello

Lo dije en su momento: no me imaginaba defendiendo una serie de Amy Sherman-Palladino (Las chicas Gilmore, The Marvelous Mrs Maisel), la reina de camuflar la falta de gracia en los ritmos endiablados y un sentido de los diálogos casi musical por la forma en la que los coreografía. Pero aquí estamos: ante una serie sobre el ballet que tiene tanto amor por el arte y unos escenarios tan bien localizados y construidos que la ilusión de entrar en este otro mundo (uno de excéntrico, de entrañable, de absurdo) es factible.

En Étoile (Estrella) los ballets de París y de Nueva York están en crisis. Desesperados, sus respectivos directores artísticos aceptan una estrategia creativa y comercial de efectividad cuestionable: Geneviève (Charlotte Gainsbourg) y Jack (Luke Kirby) se intercambian bailarines y coreógrafos como si fueran cromos durante un año, para intentar reavivar el interés del público y obtener visibilidad.

Así en Nueva York se encuentran con Cheyenne (Lou de Laâge), una bailarina con tanto talento como carácter, y en París se quedan con Tobias (Gideon Glick), un coreógrafo revolucionario pero absolutamente asocial. Que Prime Video haya decidido cancelar la serie tras una sola temporada duele, sobre todo cuando no se estrena una apuesta original como esta todos los días.

Filmin

Big Boys

La amistad entre un chico homosexual y otro de heterosexual es la premisa... en parte.
La amistad entre un chico homosexual y otro de heterosexual es la premisa... En parte.Patch Dolan

Cuando Jack Rooke presentó la serie Big Boys al canal británico Channel 4, les dijo que había escrito “una comedia sobre un chico gay y uno de hetero que son mejores amigos”, como explicó a Guyana Guardian. Era una verdad a medias. En realidad, quería escribir una serie que fuera inequívocamente una comedia pero que estuviera vertebrada alrededor de los problemas de salud mental de uno de los personajes. Cuando él fue a la universidad, todavía de duelo por la muerte de su padre, se hizo amigo de un heterosexual que, al licenciarse, se suicidó. Con Big Boys, celebra y conmemora esa etapa.

En una televisión donde tantas series se nos han vendido como comedias a pesar de no serlo (o de renunciar a la comedia al adentrarse en según qué conflictos y situaciones), Rooke se merece todos los premios por cómo enfocó su obra: nunca renuncia al chiste incluso cuando el espectador puede sentir en lo más profundo que llega el momento de romperse por dentro. Hay pocos mejores ejemplos que el penúltimo episodio de la historia: se tira a un pozo de depresión pero, para destensar y ser fiel al otro protagonista, utiliza una aplicación de citas para intercalar gags entre las escenas más dramáticas.

Y, si hablamos de finales de series, quizá las escuelas de guion deberían mirar el desenlace de Big Boys: conceptual, hilarante, emocional, fiel.

Movistar Plus+

El camino estrecho

No hay batalla: solo sufrimiento en el campo de prisioneros japonés.
No hay batalla: solo sufrimiento en el campo de prisioneros japonés.Movistar Plus+

El camino estrecho no es una serie de terror pero domina el terror. Es una historia sobre los australianos que en la Segunda Guerra Mundial acabaron en campos de prisioneros japoneses y tuvieron que participar en la construcción del Ferrocarril de Birmania, también conocido como el Ferrocarril de la Muerte, donde murieron 2.815 soldados australianos. Lo que convierte esta serie en imperdible y al mismo tiempo en terrible es la decisión del guionista Shaun Grant y el director Justin Kurzel de no apartar la cámara ante el horror.

Jacob Elordi es Dorrigo Evans, el médico que se dedica a cuidar a sus compañeros en condiciones inhumanas. El sadismo de algunas escenas parecería torture-porn de no ser por la cuidada fotografía y la manera en la que Grant desnuda tanto el mal como la supervivencia instintiva de la humanidad en el infierno. Esta trama es un tercio de la serie. Las cámaras también siguen a Dorrigo antes de ser apresado, con la inminencia de la guerra como una carga de su existencia (y con una aventura romántica con dos mujeres), y en su vejez, con un carácter seco, marcado por lo vivido.

Apple TV+

The Studio

Seth Rogen se alimenta de anécdotas suyas y de conocidos para hacer una gamberrada a Hollywood. 
Seth Rogen se alimenta de anécdotas suyas y de conocidos para hacer una gamberrada a Hollywood. Apple TV+

Seth Rogen y Evan Goldberg, con Peter Hyuck, Alex Gregory y Frida Perez participando en la creación, han utilizado su experiencia en la industria del cine y el arsenal de anécdotas de sus amigos para escribir una gamberrada de Hollywood. Como Matt Remick, Rogen es el jefe de un estudio que se da cuenta que, por más que ame el cine, en estos momentos trabajar en la industria no necesariamente significa producir arte, sobre todo si quiere mantener su trabajo.

En un acierto por parte de los guionistas, no apuestan por las tramas horizontales sino que cada episodio expone y exprime una anécdota distinta. Con cameos de Martin Scorsese, Zoë Kravitz, Charlize Theron, Paul Dano, Ron Howard, Ice Cube, Olivia Wilde, Greta Lee y hasta Ted Sarandos, cada entrega toma las bases de la comedia para elevar el volumen y la tensión del humor hasta llevar el capítulo a una catarsis. El mérito es que esta peligrosa estructura (porque, si fallas al final, el episodio entero se cae) les funciona de maravilla.

Atención al segundo episodio que celebra los planos secuencia (con un plano secuencia mientras vemos cómo Sarah Polley rueda un plano secuencia); el tercero que muestra una incómoda reunión con Ron Howard; o el sexto, en el que Rogen se atreve a pintar a los oncólogos pediátricos como villanos por su condescendencia al juzgar trabajos menos esenciales que los suyos. The Studio es brillante.

Pere Solà Gimferrer

Pere Solà Gimferrer

Staff Writer
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