Los dos acusados del asesinato del hostelero de Cuzcurrita, Guillermo Castillo, de 78 años, han sido condenados a 23 años de prisión por asesinato y 4 años por robo en casa habitada. Además, deberán pagar 311.192,54 euros a los hijos de la víctima como responsabilidad civil. Tras cumplir su condena, no podrán acercarse a menos de 500 metros de los hijos de la víctima durante 5 años.
El Tribunal del Jurado declaró culpables a los acusados, pero el Magistrado no aceptó la solicitud de las Acusaciones Particulares de imponerles la prisión permanente revisable. En su sentencia, explicó que no se cumplían las condiciones necesarias para esta pena, como la vulnerabilidad especial de la víctima.
A pesar de que Guillermo Castillo tenía 78 años, el Magistrado determinó que su salud no lo hacía especialmente vulnerable, ya que sus enfermedades no eran incapacitantes. Por lo tanto, desestimó la petición de los acusadores.
Tras ser recibidos por Guillermo, lo golpearon brutalmente, le pusieron esposas y lo encerraron en el baño
Según los hechos probados por el Jurado, la noche del 1 de mayo de 2023, los acusados viajaron de Logroño a Cuzcurrita, donde Guillermo residía. Uno de ellos tenía un vínculo previo con la víctima y creía que guardaba una gran suma de dinero. Tras ser recibidos por Guillermo, lo golpearon brutalmente, le pusieron esposas y lo encerraron en el baño.
Durante el registro de la casa, los acusados no encontraron dinero, pero se llevaron lo que encontraron en la cartera de la víctima. Dejan a Guillermo gravemente herido, y murió entre las 03:00 y las 07:00 horas del 2 de mayo debido a un traumatismo craneoencefálico.