Alexandre Olmos, médico internista: “No importa tener 60 o 70 años, se ven mejoras en 6 meses si se cambian hábitos de forma personalizada”

Longevity

Olmos, especialista en epigenética y envejecimiento, explica que la forma como vivimos y el ambiente que nos rodea, deja marcas en nuestros genes, y rastrearlas es útil para detectar y corregir alteraciones en el organismo antes de que tengan consecuencias negativas para nuestra salud 

Alexandre Olmos, especialista en epigenética y envejecimiento

Alexandre Olmos, especialista en epigenética y envejecimiento

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Damos por hecho que cumplir años va de la mano de padecer achaques y que, tarde o temprano, será necesaria una ‘pastilla’ para impedir —o al menos ralentizar— su progresión. Sin embargo, el internista Alexandre Olmos, experto en longevidad, epigenética y rendimiento deportivo, no lo tiene tan claro y defiende que no es normal tener que tomar medicamentos a partir de los 50 o 60 años. “Esto me hace ver que debemos mejorar en lo referente al envejecimiento, y aunque hay gente que genéticamente es longeva, con independencia de lo que haga, en la mayoría de las personas no es así”, aclara.

Olmos estudió medicina en la Universidad Pompeu Fabra y se formó como internista en el Hospital de Son Espases (Palma de Mallorca). Viendo a enfermos, empezó a rebelarse, a aceptar la normalidad de los síntomas que referían, “debe haber algo más”, pensaba. Eso le llevó a hacer un máster en antienvejecimiento, de ahí a la epigenética. Ahora es un ‘influencer’ de la epigenética con más de 800.000 seguidores en Instagram (@dr.alexandreolmos) donde ofrece pautas para reescribir la biología a partir de decisiones conscientes. Además, acaba de publicar su primer libro, Activa tus genes  (Penguin Random House), que recoge consejos para prevenir la enfermedad actuando sobre la epigenética.

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Todo esto puede parecer farragoso, sobre todo teniendo en cuenta que la idea más extendida de la epigenética es que exige complicados estudios de laboratorio, y realmente es así, pero lo que engancha de Olmo es su propuesta de actuar sobre la epigenética de forma indirecta, a través de lo que cuenta el pelo, la saliva y otras muestras biológicas. Esto es, “llevar la epigenética a la calle, medir el estrés oxidativo de forma simple y focalizar en qué puede mejorar cada persona”. Y lo importante: “da igual si se tiene 60 o 70 años, siempre se puede mejorar”.

Suena muy bien eso de hacer un estudio epigenético para adelantarse a la enfermedad. ¿Cuándo y cómo lo hace?

A menudo, cuando alguien tiene problemas de estómago, cansancio, insomnio u otros síntomas, se hace analíticas generales, pruebas de tolerancia y sensibilidad y otro tipo de pruebas, pero a menudo no sale nada anormal, pero eso no significa que no tenga nada. Sin embargo, podemos medir el estrés oxidativo [que puede dañar el ADN y favorecer la aparición de enfermedades] de forma simple en el cabello, la sangre o las heces, con lo que de forma indirecta vemos la epigenética de una persona para ofrecerle pautas individualizadas encaminadas a mejorar sus puntos débiles (sistema inmune, intestino eje cerebro, etc). 

Da igual si se tiene 60 o 70 años, siempre se puede mejorar

Editorial TeamMédico experto en longevidad, epigenética y rendimiento deportivo

¿Un ejemplo práctico?

Por ejemplo, en una persona con hinchazón abdominal, si al mirar la microbiota observamos cambios o inflamación intestinal, claramente nos está diciendo que a nivel epigenético hay unas metilaciones de ADN que están activando genes proinflamatorios. Entonces, el objetivo es reducir la inflamación de forma personalizada en función de esos cambios. Con el tratamiento, de forma indirecta también se mejora la epigenética.

Entiendo que lo que estudian realmente son marcadores de inflamación.

Exacto. Lo que hacemos es ver los niveles de inflamación del paciente en los diferentes sistemas, de forma global y como se relacionan los sistemas entre sí: eje intestino cerebro, sistema inmune, etc…La epigenética nos permite tener una información global de esa inflamación y cuando disminuimos esa inflamación, mejoramos a nivel epigenético.

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¿Cómo deciden el tipo de muestra que conviene para el estudio de cada paciente?

Al final todos analizan lo mismo, aunque unos son más exactos. El de cabello es el más cualitativo, mientras que los de saliva, sangre o heces son estudios mucho más profundos, con muchísima evidencia, pero también más caros.

Esto sirve de orientación hacia un trastorno y como tratarlo. Pero, si existe una enfermedad importante, ¿cómo determinan la gravedad del proceso?

En nuestro equipo tenemos pacientes que vienen con sintomatología, pero no tienen ninguna enfermedad, y otras personas que no tienen síntomas, pero quieren prevenir. También atendemos enfermos que tienen hipertensión, diabetes o cáncer, a los que con epigenética ni los vamos a diagnosticar ni a tratar, pero sí a mejorar su bienestar, ayudándoles a mejorar su calidad de vida, a detoxificar y reducir el estrés oxidativo para mejorar la tolerancia al tratamiento de su enfermedad de base.

Se pueden tener cambios en 6 meses si se cambian los hábitos de vida de forma personalizada, no importa tener 60 o 70 años 

Editorial TeamMédico especialista en envejecimiento:

Es muy activo en las redes sociales y tiene más de 800.000 seguidores. ¿Pretende adelantarse al doctor Google?

Claro, la idea es hacer las cosas fáciles. Coger un estudio, analizarlo, mirar su evidencia, y con frases muy sencillas, que entienda la gente, mejorar su calidad de vida de forma fácil y rápida. Dar a conocer la epigenética y a saber que existen este tipo de estudios de optimización epigenética para mejorar la salud de la gente y hacerles entender el alcance de la prevención y quitarle de la cabeza que todo es tratar.

Si hablamos de prevención, todos los mensajes coinciden en que hay que comenzar a prevenir desde muy joven. ¿Se puede hacer algo más adelante, cuando ya se han producido metilaciones y cambios epigenéticos?

La epigenética se puede cambiar. Es más, se pueden tener cambios en 6 meses si se cambian los hábitos de vida de forma personalizada, paso a paso y sin agobiarnos. Nosotros hacemos estudios epigenéticos antes y después y vemos los cambios de como mejora la microbiota, como se regula el sistema inmune o como disminuye el estrés oxidativo. Al final, no importa tener 60 o 70 años, ya que en 6 meses podemos mejorar la salud.

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Mejorar que no revertir daños, ¿no?

Obviamente; si tenemos ya daños establecidos es difícil. Si tenemos una persona, por ejemplo, con una diabetes tipo 2 que solo está con antidiabéticos orales, la podemos revertir en algunos casos, pero si se encuentra en fases avanzadas, cuando el páncreas ya está anulado, es más difícil. La hipertensión arterial también se puede revertir dependiendo del daño a nivel cardiovascular o renal, o al menos a rebajar las dosis farmacológicas.

Ustedes tratan a la gente corrigiendo la epigenética, pero para que al cabo del tiempo las alteraciones no regresen y no haya recaída, habrá que mantener en el tiempo las pautas que han llevado a revertir las alteraciones epigenéticas…

Claro. Siempre recomiendo proseguir con los hábitos de vida saludable e ir repitiendo los estudios de epigenética cada año, para ir viendo cómo van cambiando las necesidades antes de que vuelvan a aparecer los síntomas. Esto es importante, porque estamos acostumbrados a comer saludable y llamarle dieta, a mucha exposición a luz azul, a vidas sedentarias, a mucho estrés y parece que esas recomendaciones saludables debemos seguirlas durante un tiempo y cuando mejoramos, volvemos a lo normal. Lo anormal es dormir mal, moverte poco, estar enchufado a las pantallas, comer mal. Podemos dar una concesión del 20%, pero debemos perseguir que el 80% sea lo que es realmente normal, que es una alimentación saludable, antiinflamatoria, un buen descanso nocturno, ser conscientes del estrés y manejarlo bien, hacer deporte y esto lo tenemos que mantener (por romperlo un 10% no va a pasar nada).

De la dieta mediterránea, yo quitaría los cereales, no pondría gluten, excluiría los dulces, y nada de vino. El alcohol no es bueno, ni poco ni mucho

Editorial TeamMédico especialista en envejecimiento:

En definitiva, lo que propone es la dieta mediterránea

Sí, aunque cambiando un par de cosas relativas al tema del gluten; es decir, en cuanto a cereales, en la pirámide nutricional de la dieta mediterránea, que está muy bien, pero pone el pan en primer plano. Yo quitaría los cereales, no pondría gluten; carne, pescado y los huevos ponerlos tan arriba también me parece mal; excluiría los dulces, y nada de vino, ya que, si queremos resveratrol, tomamos suplementos. El alcohol no es bueno, ni poco ni mucho; es más, lo de la copita de vino es una tontería porque para tomar la cantidad mínima de resveratrol habría que beber unos 10 litros de vino.

Los suplementos son controvertidos, su utilidad, pero usted sí defiendes algunos…

Yo insisto en que la evidencia científica depende mucho de como se mire y de lo que le interese a cada uno. No vas a ver una compañía farmacéutica hablando de que su fármaco es malo y la evidencia yo la veo subjetiva para hacer lo que a cada uno le interesa. Lo mismo con los suplementos. Con esto quiero decir que debemos ser un poco objetivos, contrarrestar información y no quedarnos en lo que vemos en un artículo. La suplementación, cuando sea personalizada, es necesaria, dado que con la alimentación muchas veces nos quedamos cortos, sobre todo cuando consumimos muchos alimentos procesados y ultraprocesados, verduras que vienen de lejos y conservadas en cámaras (acaban perdiendo nutrientes). Por lo tanto, yo considero que en pacientes con necesidades de suplementación, según lo que detectamos en análisis epigenéticos, la suplementación temporal hasta equilibrar los niveles es totalmente necesaria.

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Sostiene que pasamos a nuestra descendencia los cambios epigenéticos, pero es difícil que alguien de más de 60 años vaya a pasar esos cambios a su descendencia, por lo que tampoco tiene mucho sentido que se preocupe por esto

Durante muchos años se ha pensado que solo se heredaban los genes, pero ahora se ha visto que ciertas marcas epigenéticas también se pueden pasar a la siguiente generación. Como controlas el estrés, como te alimentas, como duermes, la exposición a tóxicos pueden dejar marcas químicas en los genes que nuestros hijos pueden heredar parcial o totalmente. No cambia el ADN, pero sí como se lee. Las marcas epigenéticas son reversibles, de forma que no se llega totalmente tarde, ya que, si tu hijo se preocupa por su salud, y lleva unos hábitos de vida saludables, y se hace análisis epigenéticos, puede revertir el daño en 6 meses y ver los cambios.

Con estas cosas, ¿realmente se previene la aparición de enfermedades ligadas al envejecimiento, hablamos de mayor riesgo de hipertensión, cáncer, etc.?

Se ayuda a prevenir. Cien por cien se ayuda a disminuir el riesgo, pero no se puede decir que no vaya a aparecer la enfermedad. La prevención es muy difícil de estudiar, porque son trabajos muy prolongados en el tiempo y, en segundo lugar, considero que no interesa, y la experiencia así me lo demuestra. Hay industrias en los que no interesa que la gente no tenga que tomar medicamentos o que coma saludable; entiendo que actúen así, pero no lo comparto; ellas se ocupan de ganar dinero y nosotros en evitar los males en las personas.

El ayuno intermitente en personas mayores y sanas está totalmente recomendado, hacer un ayuno de 12 o 14 horas no genera desnutrición en mayores bien alimentados

Editorial TeamMédico especialista en envejecimiento:

Es su libro aborda el ayuno intermitente, que es otro tema controvertido, sobre el que hay voces que advierten de que no es una pauta apta para todos. ¿Está aconsejado el ayuno intermitente en las personas mayores?

Esto es como todo. Nunca hay que generalizar, por eso en la epigenética personalizamos el tratamiento. El ayuno intermitente en personas mayores y sanas está totalmente recomendado, hacer un ayuno de 12 o 14 horas no genera desnutrición en mayores bien alimentados. Pero en un mayor diabético, con bajo IMC o trastornos de la conducta alimentaria, hay que ir con más cuidado. En un mayor saludable, no hay ningún problema.

Cuando hacemos ayuno intermitente, sobre todo por la noche, es decir cenamos ligero antes de que se haga de noche —por el ritmo circadiano—, nuestro organismo se pone en modo reparación, promoviendo a autofagia y la reparación celular, de modo que cuando comemos, rompemos esa reparación; además, la sensibilidad a la insulina es peor por la noche, entonces hay más riesgo de picos de azúcar y por tanto mayor estrés oxidativo, más resistencia a la insulina, mayor riesgo de diabetes e hipoglucemias reactivas que generan cansancio, atracones, etc. El ayuno tiene bastantes beneficios.

¿Qué pretende con su libro? ¿Es más un libro de autoayuda o de divulgación?

Es divulgar, que la gente conozca la epigenética, que entienda que podemos prevenir y qué cosas no está haciendo bien en su día a día y por eso tiene problemas para dormir, de estómago o cansancio y entender que hay algo más allá de la enfermedad y que nos podemos adelantar. Todo explicado de una manera muy simple y abordando todos los campos y no lo que he visto muchas veces, centrándote solo en un aspecto (alimentación, sistema digestivo o inmune, etc.), sino dando un repaso a todas las áreas.

Estamos progresando en envejecimiento saludable, pero tenemos que abandonar la idea de que es normal tener que tomar pastillas a partir de cierta edad 

Editorial TeamMédico especialista en envejecimiento:

Como experto en longevidad, ¿cómo calificaría el momento actual de las personas mayores? ¿Se puede decir que estamos en una nueva juventud?

Es muy diverso, pero es cierto que estamos retrasando el envejecimiento con respecto a varias décadas atrás. Ha mejorado la tasa de mortalidad, la supervivencia ha aumentado y en ese aspecto es positivo, pero estamos normalizando tomar fármacos a partir de los 50 o 60 años, y no debería de ser así. Esto es lo que me hace ver que, a pesar de estar mejor que en el pasado, todavía debemos mejorar. Hay gente que genéticamente es longeva, con independencia de lo que haga, pero no son la mayoría. En resumen, estamos progresando, pero tenemos que abandonar la idea de que es normal tener que tomar pastillas a partir de cierta edad.

¿Se ha hecho un estudio epigenético? ¿Y a sus padres?

Por supuesto. Yo me lo hice antes del boom, antes de aplicar las cosas en mi clínica, las pruebo en mí. Todo el equipo nos hicimos los estudios, y también mis padres y mis suegros.

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¿Han cambiado sus hábitos?

Unos sí, pero otros solo tienen la curiosidad de saber cómo están; esto es lo que les pasa a muchos pacientes, que confiesan que les cuesta cambiar determinados hábitos, y yo les digo que necesitamos ser responsables con nuestra salud. Pero la mayoría sí que ha entendido qué es necesario cuidar la dieta, el descanso, minimizar la luz azul, entre otros aspectos, y ven cambios. Son los cambios que introduje en mi familia y les fue muy bien a la mayoría.

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