Pelar gambas puede ser todo un problema. A nadie le gusta terminar con las manos pringosas o ver cómo la carne se desmorona mientras se intenta retirar la cáscara. Este año, Karlos Arguiñano ha llegado al rescate con un truco sencillo y efectivo que promete ser el salvavidas de las cenas navideñas.
El conocido chef vasco, que es un ferviente defensor de comer estos alimentos con las manos porque se disfrutan más, ha compartido una técnica que, además de práctica, evita que tengas que ensuciarte las manos.
El método definitivo
Cómo pelar gambas sin mancharte las manos
El truco es tan sencillo que parece magia. Primero, hay que retirar la cabeza, la cola y las patas del crustáceo con un cuchillo bien afilado. Así queda el cuerpo limpio, pero aún cubierto por la cáscara.

El método de Karlos Arguiñano para disfrutar gambas perfectas
Aquí es donde entra una cuchara pequeña y un tenedor. Se pincha la carne y se introduce suavemente la cucharilla - aunque valdría otro tenedor - por el borde donde estaban las patas, deslizándola entre la carne y la cáscara. Al levantar con cuidado, la cáscara se separa sin esfuerzo, dejando la carne intacta y lista para disfrutar. La clave está en ir poco a poco, asegurándose de no romper la carne al tirar.
Este método no solo evita el desorden, sino que también garantiza que la carne quede entera, perfecta para saborear sin contratiempos. Según Arguiñano, es ideal para cualquier ocasión, pero especialmente para estas fiestas, donde las gambas y los langostinos suelen ser protagonistas de muchas mesas españolas.

Pelar gambas nunca fue tan fácil: así lo hace Karlos Arguiñano
Aunque existen otras maneras distintas para pelar crustáceos, la de Arguiñano destaca por su sencillez. Además, su técnica demuestra que, con un poco de ingenio, no hace falta complicarse la vida para disfrutar de los manjares navideños.