En la era digital, las reseñas online se han convertido en un factor crucial para la reputación de cualquier establecimiento, sobre todo en plataformas como Google. Los clientes, al compartir sus experiencias, tienen el poder de influir en la decisión de futuros comensales. Una reseña positiva puede atraer a nuevos clientes, mientras que una negativa, puede perjudicar la imagen de un negocio.
Un nuevo tuit de la cuenta @soycamarero pone de manifiesto el poder de las reseñas. En este tuit, el cliente ha dejado una valoración muy baja, otorgando una estrella a la comida, un uno sobre cinco al servicio y otro uno al ambiente del local. Además, lo que ha llamado la atención de los usuarios es la crítica hacia una empleada del restaurante, con comentarios negativos sobre su comportamiento.
El cliente, en su reseña, comenta que “la chica del pelo rizado, muy mal hablada, nos ha faltado el respeto consumiendo en el propio local”. Esta afirmación hace referencia a una empleada del restaurante que, según el comensal, estaba comiendo en el establecimiento mientras trabajaba. La crítica, aunque se centra en el comportamiento de la camarera, también afecta a la percepción general del restaurante, calificando todos los aspectos del servicio, la comida y el ambiente de forma negativa.
El propietario del restaurante no ha tardado en pronunciarse y defiende su establecimiento ante esta cruda valoración. El dueño agradece al cliente por su reseña, pero considera que la crítica es “muy desafortunada”. En su respuesta, explica que consumir dentro del local mientras se trabaja no es una falta de respeto y compara la situación con ir al cine y ponerse a ver Netflix.
Reacciones
“Cualquiera se deja algo”
Esta reseña ha generado debate en esta red social, quienes algunos no llegan a entender cómo pueden publicar este tipo de comentarios. “Esta situación comienza a ser una lacra”, “yo ayer fui a una peluquería con mi madre, para que me cortase el pelo allí aprovechando que tienen material de todo tipo”, “exigían que si quería cortarme el pelo tenía que hacerlo ella, ¡y cobrarme por ello!”, entre otros comentarios.

