El restaurante de Barcelona donde puedes comer escudella de pagés todos los jueves y viernes, con un menú del día de 16 euros
'Fonda Bullanga'
En la fonda Bullanga, Roger Sánchez Amat defiende como nadie la cocina popular catalana y los guisos de toda la vida
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La escudella de pagés es el plato estrella en los meses de frío
“Un rincón del Fort Pienc donde ir a desayunar con tenedor y a comer de cuchara. Cocina popular catalana de las manos de Roger Sánchez Amat”. Así se define la fonda Bullanga, un restaurante de Barcelona (calle Diputació, 437) que, con cuatro mesas y una cocina minúscula, tiene suficiente para reivindicar otra manera de entender la gastronomía. O, mejor dicho, la de toda la vida.
Bullanga
“Siempre hay gente que es más feliz con un buen plato de escudella en la mesa”
Por eso no pueden faltar platos tradicionales como la escudella de pagés, el éxito indiscutible del local cuando llegan los meses de frío. En Bullanga hay escudella en el menú del día todos los jueves y viernes. “Siempre hay gente que es más feliz con un buen plato de escudella en la mesa”, defienden.
Los guisos son la apuesta estrella de la cocina de Roger Sánchez. Como las abuelas y las tías en casa, este cocinero curtido en el aclamado (y añorado) Terra d’Escudella de Sants no tiene prisa cuando pone las ollas y las cazuelas al fuego.
Habas ahogadas con tocino y menta
Garbanzos con bacalao, habas y guisantes estofados con pulpitos, platillo de cordero, pollo con cerveza y orejones, trinxat con torreznos o estofado de cabeza de cerdo con almendra.
Estos son solo algunos ejemplos recientes de los platos que se encuentran en el menú de mediodía. Por 16 euros, con bebida, pan y postres caseros, cada día encontrarás cinco primeros y cinco segundos para satisfacer el paladar y llenar el estómago.
Trinxat con panceta y arengada (arenque/sardina salada en salmuera y luego prensada)
Todo esto, de martes a viernes. Los sábados, con el menú a 21 euros, siempre encontrarás en la carta un buen arroz y unas carrilleras al horno.
No abren por la noche, pero sí por la mañana. Los desayunos de tenedor (de 9 a 12 h) se han convertido en marca de la casa. Sobre todo el Pamipipa: la oreja y el morro de cerdo que “sobran” de hacer la escudella se guisan con pasas y piñones y hacen las delicias de los comensales.
Las bullangues que dan nombre al restaurante fueron unas revueltas populares de mediados del siglo XIX en Barcelona. Desde este local humilde, junto a la Monumental, Roger Sánchez Amat mantiene viva la llama —siempre a fuego lento— de la pequeña revolución que supone hacer cocina tradicional catalana a precios populares en la Barcelona de 2025.
Este artículo fue publicado originalmente en RAC1.