Barcelona: cómo prolongar el éxito de Guadalajara

BLUES URBANO

Barcelona: cómo prolongar el éxito de Guadalajara
Staff Writer

La Barcelona metropolitana tiene tres millones y medio de habitantes y cada uno de ellos atraviesa a diario diferentes estados de ánimo que condicionan su relación con el mundo. Eso implica que existen tantas barcelonas como personas que residen en ella, multiplicadas por sus sucesivos momentos emocionales. Así, se cuentan por decenas de millones, probablemente, las opiniones barcelonesas sobre la propia ciudad.

La decisión municipal de aterrizar “con todo” en la FIL de Guadalajara sintoniza –siempre o a ratos– con aquellas personas que comparten la idea de que Barcelona ha de ser una ciudad abierta que mire más allá de su entorno más inmediato. En un mundo cada vez más competitivo, las ciudades globales han de atender múltiples focos.

Europa debe seguir siendo una prioridad, pero los vínculos históricos con países como México y Argentina y los más recientes con Ecuador, República Dominicana o Colombia (de donde proceden muchos de los inmigrantes que llegan a Barcelona) invitan a reforzar la diplomacia transatlántica.

El impacto de Barcelona en la FIL ha sido notable: ahora hay que intentar prolongarlo

En ese grupo de barceloneses, hay un subgrupo que estará aún más orgulloso del éxito barcelonés en la FIL: son quienes tienen una especial afición a la literatura latinoamericana y recuerdan con orgullo los años en que la ciudad acogió a los gigantes del boom. Serían, en cualquier caso, personas que sienten el castellano como su lengua propia o como una de sus lenguas propias. O que, al menos, lo consideran como una de sus patrias literarias.

Para los barceloneses que se ajustan a estos dos supuestos, el balance de la feria podría oscilar entre el notable y el excelente. La acogida de crítica y público ha sido entusiasta, con momentos álgidos como los vividos por los novelistas Eduardo Mendoza, Javier Cercas o Xavier Bosch y la tumultuosa comparecencia del cantautor y poeta Joan Manuel Serrat, quien debería ser ya un firme aspirante a ganar algún año el Premio Cervantes.

FOTO IGNACIO RODRIGUEZ 29/11/2025. FOTOGRAFIAS DE LA INAUGURACION DEL PABELLON DEL INVITADO DE HONOR, LA CIUDAD DE BARCELONA EN EL MARCO DE LA FERIA INTERNACIONAL DEL LIBRO GUADALAJARA, FIL GDL. JAUME COLLBONI CUADRADO (ALCALDE DE BARCELONA), KARLA ALEJANDRINA PLANTER PEREZ (RECTORA GENERAL DE LA UNIVERSIDAD DE GUADALAJARA), JOSE TRINIDAD PADILLA LOPEZ (PRESIDENTE DE LA FERIA INTERNACIONAL DEL LIBRO DE GUADALAJARA), MARISOL SCHULZ MANAUT (DIRECTORA GENERAL DE LA FERIA INTERNACIONAL DEL LIBRO DE GUADALAJARA). GUADALAJARA, MEXICO.

La inauguración del pabellón barcelonés, que simula una plaza 

Ignacio Rodriguez

Al mismo tiempo, autores y autoras que escriben en catalán y que han formado parte de la selección de la comisaria Anna Guitart han tenido la posibilidad de llegar a nuevos lectores gracias a la traducción de sus obras al español; en algunos casos, con muy buenas ventas, como se lee en el artículo de Lara Gómez. 

Por un motivo u otro han faltado autores muy relevantes tanto en catalán como en castellano, pero la percepción entre los asistentes y los periodistas locales consultados es de que Barcelona ha seducido no solo con su literatura, sino también con su puesta en escena: el pabellón es elegante y operativo, las exposiciones muy cuidadas y los conciertos, de perfiles diversos, han conectado con el público. 

No ha viajado Rosalía, pero se han podido escuchar desde las propuestas más populares de Rigoberta Bandini o Love of Lesbian hasta una exquisitez como la de la pianista Lucía Fumero y el estudio visual Desilence.

Reforzar Casa Amèrica Catalunya es una vía para que el esfuerzo no caiga en saco roto

Una presencia relevante en la FIL ha sido la del festival KM Amèrica, un evento organizado por Casa Amèrica Catalunya y Biblioteques de Barcelona que ya ha cumplido cuatro ediciones. Sus presentaciones llenaron los aforos, una de ellas de la mano de Juan Pablo Villalobos, representante de la excelente generación de novelistas latinoamericanos que viven en la capital catalana y que no han tenido la visibilidad necesaria en la feria.

¿Cuáles deben ser los próximos pasos de Barcelona para consolidar esa apertura al continente americano y para que el esfuerzo hecho en la FIL no caiga en saco roto? Casa Amèrica es, precisamente, uno de los pilares de esa apuesta. La institución tiene sede indigna en un entresuelo del Eixample. Pero tanto la Generalitat como el Ayuntamiento parecen por la labor de mejorar su ubicación. El propio alcalde, Jaume Collboni, hizo un aparte durante la feria con la directora de Casa Amèrica, Marta Nin, para garantizarle que el tema está en vías de solución.

Mantener una presencia significativa en sucesivas ediciones de la FIL es una asignatura que tiene por delante Barcelona, así como aumentar su presencia en otras ferias del continente. También es prioritario reforzar la colaboración científica y tecnológica, algo que ha empezado a hacerse en la FIL. 

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En el ámbito concreto de la cuántica, Latinoamérica es un terreno ideal para el despliegue del potencial barcelonés, ya que yo solo unas pocas ciudades europeas –entre las que no figura Madrid– están a su nivel. Los festivales literarios barceloneses son también una buena plataforma para mantener transitado el puente entre la ciudad y América. Y, por qué no, se podrían encontrar maneras de captar la atención de la creciente comunidad latinoamericana de Madrid.

Sin olvidar la beca creada por el Ayuntamiento para que un escritor latinoamericano escriba cada año in situ sobre Barcelona, con un coste anual de 80.000 euros. Está por ver cómo se resolverá esta interesante iniciativa. Se ha expresado el temor a que los elegidos escriban relatos propagandísticos a mayor gloria del discurso oficial. Pero no suele ser ese el caso en este tipo de programas. En 2003, Siri Hustvedt y Paul Auster residieron en el Gòtic becados por la Generalitat, y en su siguientes libros ni siquiera mencionaron Barcelona (ella citó de pasada Madrid).

Los perfiles de los novelistas latinoamericanos de prestigio susceptibles de acogerse a la beca no son los de alguien que escribe a mayor gloria de su anfitrión. No es este el estilo de la nueva generación de escritores de América Latina, que hoy está firmando oscuros relatos de la Barcelona hostil y precaria, como alguno de Villalobos o la última y excelente novela de la chilena Paulina Flores, La próxima vez que te vea, te mato (Anagrama).

Así se narran hoy las ciudades. En la FIL, Sergio Vila-Sanjuán presentó su Misterio en el barrio Gótico (Planeta), en el que disecciona la monumental falsedad de tan célebre enclave, mientras que otro barcelonés, Eduardo Mendoza, en un discurso memorable, enumeraba las sucesivas derrotas de su ciudad, la última ante el turismo invasivo.

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