Las Claves
- Los aranceles de Donald Trump en 2025 no causaron el desastre económico previsto por organismos como el FMI y la OCDE.
- La implementación
Durante el 2025, gran parte de la población se acostumbró al concepto de “aranceles”, (que, de hecho, fue seleccionada como expresión anual por la RAE). En el transcurso de abril, en el momento en que Donald Trump comunicó su célebre Día de la Liberación, los pronósticos de los expertos vaticinaron un desastre mundial inmediato.
“Estos aranceles probablemente aumentarán la inflación y están haciendo que muchos consideren una mayor probabilidad de recesión... El impacto de estos gravámenes no solo afectará a los productos importados, sino que también generarán un resultado inflacionario en los artículos fabricados en el país al encarecer insumos necesarios”, señaló en aquel momento el principal directivo de JP Morgan, Jamie Dimon.
Del mismo modo, el Fondo Monetario Internacional (FMI) recortó cinco décimas sus proyecciones de incremento global y estimó un 40% de probabilidades de que Estados Unidos entrara en una recesión.
El balance de los aranceles
Sin embargo, el ejercicio ha concluido y es posible afirmar que los perjuicios, por ahora, resultaron acotados. Hasta tal extremo que organismos como la OCDE y el FMI se vieron obligados a rectificar sus vaticinios de partida y elevar sus estimaciones a lo largo del periodo. En última instancia, el acuerdo general indica que la actividad global mostrará un rendimiento destacado este ciclo, con niveles de expansión por encima del 3%. Analicemos ahora minuciosamente la situación en Estados Unidos. Los gravámenes de importación se han incrementado hasta cerca del 16%, la cota más elevada registrada desde 1935. No obstante, el encarecimiento de precios se ubica en el 2,7% en noviembre y el Tío Sam avanzó un 4,3% anualizado durante el tercer trimestre, la cadencia más fuerte del último bienio. ¿Acaso se mencionaron los aranceles? Todo ello sin mencionar los mercados bursátiles, que finalizaron una etapa extraordinaria, alcanzando récords sucesivos tanto en Europa como en Wall Street o Japón. En esta ocasión, la confianza respecto a la economía real se manifiesta igualmente en el ámbito financiero.
Durante el transcurso de abril, se registraron impuestos promedio del 32,8%, llegando a las cifras más elevadas en una centuria: posteriormente el tipo real disminuyó.
“La globalización ha demostrado ser resiliente”, mencionaba un banquero claramente complacido desde su despacho en la avenida Diagonal. Como suele expresarse en estos escenarios, la montaña (de los aranceles) ha dado a luz a un ratón. Una investigación reciente titulada The Incidence of Tariffs: Rates and Reality, coordinada por la execonomista jefa del FMI, Gita Gopinath, busca ofrecer una respuesta a este desacierto de cálculo. La deducción es que la puesta en marcha real de los gravámenes ha resultado más lenta y desarticulada de lo que se estimaba.
Para empezar, señalan en el documento, existe una distinción evidente entre los gravámenes comunicados y los efectivamente implementados. No únicamente debido a que Trump modificara su postura en diversas ocasiones, sino también porque los diálogos han reducido la tasa impositiva verdadera a través de dispensas, exclusiones y prórrogas. La consecuencia es que los tributos aduaneros vigentes representan cerca del cincuenta por ciento de lo manifestado originalmente (véase la gráfica incluida).
Las consecuencias desfavorables tal vez solo se han retrasado conforme un mayor número de naciones adoptan el proteccionismo.
España afronta un impacto de dos décimas
España ha finalizado un ejercicio financiero robusto, si bien resulta evidente que el reciente marco proteccionista ha impactado, especialmente en el intercambio mercantil con EE.UU. Durante agosto, al tiempo que se implementaban los nuevos términos bilaterales acordados con la UE en el periodo estival, los envíos españoles de mercancías hacia EE.UU. Cayeron aproximadamente un 30% en comparación con el mismo periodo del ejercicio previo. “Nuestra economía está, en comparación con el resto de los países de la UE, relativamente poco expuesta comercialmente a EE.UU. Y esto ha jugado a favor de su resiliencia”, mencionan los expertos de CaixaBank Research. Las ventas destinadas a Estados Unidos en el transcurso de los ocho meses iniciales del año apenas supusieron el 4,4% del valor global de las operaciones efectuadas fuera de nuestras fronteras, de acuerdo con el Ministerio de Economía. “Así, estimamos que el impacto directo de una subida de 15 puntos porcentuales de aranceles sería de aproximadamente dos décimas de crecimiento del PIB, a lo que habría que sumar el impacto indirecto vía menor crecimiento de los flujos comerciales globales o por el repunte de la incertidumbre”, indican. El ámbito agroalimentario español (vino, quesos) constituye el segmento más vulnerable ante el conflicto comercial internacional, que involucra asimismo a China.
Un elemento adicional a considerar, de acuerdo con Gopinath, consiste en que gran parte de las mercancías comercializadas durante 2025 se adquirieron previamente a la implementación de los recientes gravámenes, con el fin de eludirlos. Dicha situación provoca que numerosos cargamentos sujetos a impuestos este ejercicio resultaran inferiores a lo previsto, debido a que las compañías anticiparon sus pedidos.
Global Trade Alert comunicó que se implementaron 3.368 acciones comerciales discriminatorias en todo el mundo durante el transcurso de 2025. Dicha cifra sextuplica los datos de la década previa.
La investigación asimismo registra una transformación radical en la procedencia de los bienes. La participación de China en las importaciones de EE.UU. Ha disminuido a menos del cincuenta por ciento de su valor previo, no porque EE.UU. Genere más producción propia, sino porque las corporaciones estadounidenses adquieren productos mediante “terceros países” para eludir los impuestos directos y reducir los gastos añadidos. Los compradores, con el objetivo de evitar pagos, se las ingeniaron.
Respecto al indicador de precios minoristas, la bajada en los precios energéticos, debido a la gran disponibilidad de suministro y el impulso de las fuentes limpias, ha favorecido el control inflacionario. “Las estimaciones de la Reserva Federal apuntan a que el pico de inflación de bienes se alcanzará a finales del primer trimestre del 2026. Además, hay que recordar que los bienes pesan un 20% en la cesta del IPC, y el comportamiento de los servicios, actualmente con una tendencia desinflacionista de fondo, contrarrestó el empuje de los aranceles”, señalan los expertos de CaixaBank Research.
Tanto el FMI como la OCDE se han visto obligados a modificar e incrementar sus estimaciones previas.
De igual manera, el auge en la integración de la inteligencia artificial, según sostienen los expertos, incrementa el rendimiento, lo cual genera una tendencia deflacionaria. Dicha situación permite que el preocupante incremento de los costes aún no se haya concretado. Además, dado que el capital destinado a la tecnología crece exponencialmente a nivel global, el PIB ha conservado su solidez a pesar de los aranceles.
Los analistas de CaixaBank Research subrayan de qué forma “los beneficios empresariales en EE.UU. Han mostrado una notable solidez, y el crecimiento económico no se ha visto frenado de forma significativa por los aranceles, al menos hasta ahora. Además, se han reducido las dudas iniciales sobre la centralidad del dólar y de la deuda pública estadounidense dentro del sistema financiero internacional, lo que ha reforzado la confianza inversora”. En lo relativo a los mercados de valores –agregan– “el mercado ha seguido percibiendo a EE.UU. Como un entorno con mejores perspectivas de crecimiento de la productividad que la UE, y eso ha atraído flujos inversores, tanto domésticos como extranjeros, desde finales de la primavera”.
Hay una disparidad notable entre los tipos comunicados y los que se ejecutan en la realidad.
Sin embargo, el 2026 permanece repleto de dudas. Aún es temprano para que la trumpeconomics celebre un éxito. ¿Qué sucederá cuando se terminen los suministros de las compras anticipadas de 2025 y las tarifas deban elevarse irremediablemente?
En lo que concierne a Europa, el peligro no radica solamente en los impuestos que emanen de las oficinas de la Casa Blanca, sino en la corriente proteccionista que se propaga por el mundo, cuyos efectos todavía no se han manifestado íntegramente. Desde los gravámenes chinos a la carne de cerdo y productos lácteos de Europa, hasta los aranceles que la Unión Europea ha fijado para los automóviles eléctricos chinos, los impedimentos comerciales se incrementan mundialmente en vez de bajar. Se trata de un giro en la dinámica y no de una mera ocurrencia política. Conforme a las estadísticas recopiladas por la entidad Global Trade Alert, en 2025 se establecieron cerca de 3.400 disposiciones restrictivas para el comercio a nivel mundial, el triple que antes de la crisis sanitaria: el mundo levanta fronteras y Europa hace lo propio.
La caída de los precios energéticos y el auge de la IA logran mitigar la inflación y benefician al PIB.
“Mientras que la política industrial de la Unión Europea sigue dependiendo en gran medida de subvenciones y ayudas estatales, Bruselas ha ampliado su uso de herramientas restrictivas al comercio, incluyendo investigaciones a firmas extranjeras. Por lo tanto, su estrategia se está volviendo más orientada no solo a apoyar la producción doméstica sino también a alterar las condiciones competitivas frente a empresas foráneas”, afirman desde Global Trade Alrtt.
Finalmente, no conviene ignorar el coup de théatre que podría transformar el panorama íntegramente de nuevo en 2026: ¿qué pasaría si la Corte Suprema de EE.UU. Resuelve que una parte considerable de los aranceles aplicados por Donald Trump son ilícitos por no poseer el consentimiento del Congreso? El portal Polymarket concede a este supuesto, el de un fallo opuesto al empresario republicano, un 75% de probabilidades. Sería preciso reintegrar miles de millones de dólares. Las aclaraciones finales se hallarán en el cierre del ejercicio venidero.
