La tragedia aérea en Washington, en la que han muerto un total de 67 personas tras el choque este jueves de un vuelo comercial de American Airlines y un helicóptero militar estadounidense que realizaba un trayecto de pruebas, sigue bajo investigación por parte de las autoridades y todavía se desconoce oficialmente qué sucedió para que se produjera el accidente.
Ahora bien, un informe preliminar de la de la Administración Federal de Aviación (FAA) al que ha tenido acceso The New York Times apunta dos hipótesis. La primera, que la dotación de personal dedicada al control aéreo “no era normal para la hora del día y el volumen de tráfico” en el momento del accidente, ya que un controlador estaba realizando dos tareas al mismo tiempo después de que uno de sus compañeros hubiera adelantado su salida del trabajo con el visto bueno de su supervisor. La segunda hipótesis es que el helicóptero volaba fuera de la ruta aprobada para su trayecto.
Estas dos hipótesis contrastan con las explicaciones dadas el jueves por el presidente estadounidense, Donald Trump, que acusó a sus predecesores, los demócratas Joe Biden y Barack Obama, de promover políticas de diversidad que llevaron a la contratación como controladores aéreos de personas con discapacidades.
En relación con la escasez de personal, The Washington Post añade que el cargo de controlador de helicóptero es una posición que se ocupa normalmente hasta las 21:30 de la noche. El accidente se produjo sobre las 20:48, y en ese momento el control de helicópteros lo realizaba una persona que además debía controlar el tráfico de la aviación comercial. El diario propiedad de Jeff Bezos también revela que, el día anterior a la tragedia, otro avión tuvo que abortar el aterrizaje en el aeropuerto de Washington debido a la presencia de un helicóptero.
Esa situación ha puesto de manifiesto la escasez crónica de personal y las pobres condiciones de trabajo de los controladores aéreos en EE UU. Un estudio de agosto de 2023 del The New York Times ya alertaba de que muchos controladores se veían forzados a hacer jornadas de 10 horas durante seis días a la semana. La investigación hizo mejorar la situación pero no sería todavía suficiente: de las 30 plazas necesarias para el aeropuerto de Washington, apenas 25 están cubiertas. Un déficit especialmente alarmante teniendo en cuenta el elevado tráfico aéreo de la capital estadounidense.
Recuperación de la caja negra
Por su parte, los investigadores de la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB, en inglés) han recuperado ya la grabadora de voz de la cabina y la grabadora de datos de vuelo del avión accidentado el miércoles por la noche en la ciudad de Washington, de acuerdo con los medios locales. Las grabadoras se encuentran en los laboratorios de la NTSB para su evaluación.
El portavoz de la NTSB, Peter Knudson, dijo a USA Today que no hay grabadoras adicionales en el avión y que los investigadores están buscando la grabadora del helicóptero.
Primer gran siniestro en 16 años
El de Washington es el primer accidente aéreo comercial importante que se produce en Estados Unidos desde 2009, cuando un vuelo de Continental Airlines procedente del aeropuerto de Newark, en Nueva Jersey, se estrelló contra una casa de tres plantas cuando se acercaba al aeropuerto de Buffalo. En esa tragedia fallecieron 49 personas.

