Las personas estamos cada vez más concienciadas con la importancia de cuidar nuestra salud mental. Por ello, la psicóloga Isabel Ferrández Andériz ha querido poner sobre la mesa un problema de salud mental un tanto desconocido, pero que cada vez afecta a más personas en la sociedad actual. Se trata del llamado 'síndrome de la vida vacía'.
En conversaciones con La Vanguardia, la experta en psicología forense y en terapia breve estratégica, que lleva más de 20 años liderando equipos y ayudando a las personas a alcanzar su máximo potencial, aseguraba que ''este síndrome a menudo aparece en silencio y no nos damos cuenta''.

La soledad es un problema mundial
''No siempre llega con grandes traumas, ya que es como una sensación sutil de constante desconexión. Nosotros podemos tener una vida que desde fuera parezca maravillosa, estable, e incluso puede ser envidiable porque tenemos trabajo, una rutina bien organizada, familia, amigos, un entorno para salir y hobbies'', declaraba.
Pero a la vez podemos estar sintiendo por dentro un vacío que es muy difícil de explicar. ''Y esto se puede ir manifestando poco a poco sin que nos demos cuenta, provocando que la bola poco a poco se vaya haciendo más grande'', contaba. Y padecer este síndrome puede desencadenar un problema mayor, una depresión. ''Podemos pensar que esa vida es la que habíamos deseado siempre o la que nuestros padres querían para nosotros y es la que al final tenemos, pero realmente no nos está haciendo felices o no nos está llenando'', aclaraba.

Isabel Ferrández, psicóloga: ''La depresión y la ansiedad se retroalimentan''
Según la psicóloga, esto se suele manifestar cuando logramos alcanzar un hito o una meta que llevábamos tiempo intentando conseguir, como acabar una carrera, conseguir un buen trabajo, tener un ascenso, formar una familia o llegar a la jubilación. ''Esto que suponía que debía traer satisfacción, pero no la trae para nosotros. Y parece que de alguna manera hemos perdido algo o al llegar al destino no sabemos a dónde ir'', detallaba a la vez que aseguraba que de ahí viene la famosa frase 'lo importante es el viaje, no el destino'.
''En estos casos parece que llegar a esa meta no es lo que más felices nos hace (...) Normalmente las personas solemos tomar decisiones para virar hacia otro lado'', aseguraba. Por este motivo, la experta recomendaba ''ponerse objetivos más realistas que se ajusten más con la forma de ser que hemos fraguado a lo largo de los años y no con aquellas expectativas que teníamos en la infancia o que teníamos hace años''.

La psicóloga Isabel Ferrández
Padecer este síndrome nos puede llevar a experimentar ''cansancio emocional'', a ''vivir en piloto automático'' o con tristeza. Sobre las herramientas para hacer frente a este síndrome, la psicóloga desvelaba que ''lo ideal sería reconocerlo, detenerse y pensar'' en las siguientes preguntas: ''¿Es la vida que deseo vivir o es lo que se espera de mí? ¿Me ilusiona de verdad o no me ilusiona? ¿Qué me falla? Yo creía que lo que me hacía falta era esto, pero realmente cuando lo he tenido, no me vale, no me hace feliz o no me siento bien haciéndolo''.
La clave está en ''ser capaces y ser valientes, dentro de nuestras posibilidades, de cambiar o incluir algún elemento que nos pueda hacer recuperar esa ilusión que hemos perdido aún teniendo la vida ideal.