A veces, aunque todo parezca estar en orden (una buena salud, relaciones cercanas, objetivos por alcanzar...) muchas personas experimentan un vacío interior que no se llena con nada externo, una sensación difícil de explicar.
Sin embargo, es una experiencia más común de lo que parece y, para Ángela Fernández, psicóloga y creadora del perfil de TikTok @angelaprs.psicologia, tiene raíces profundas que conviene explorar.
En una reciente publicación, Fernández invita a reflexionar sobre este sentimiento y su origen, destacando que “sentirse vacío no siempre significa que nos falte algo fuera, muchas veces habla de lo que nos faltó en otros momentos de nuestra vida”.
Más allá de la carencia externa
De la supervivencia a la vida plena: aceptar para sanar
Según la experta, este vacío está relacionado con necesidades emocionales básicas, como la validación, la seguridad o la confianza, que no siempre se satisfacen durante etapas clave de desarrollo. Intentar llenar ese vacío con logros o posesiones es solo un parche temporal.
Por eso, Fernández advierte: “Ese vacío es algo interno, no se va a llenar con cosas de fuera. Se llenará cuando aceptes lo que faltó”. Para ello, invita a mirar las propias heridas emocionales “sin juicio, con flexibilidad y con amabilidad”.
Para la psicóloga, reconocer lo que nos faltó es clave para dejar de buscarlo afuera y empezar a construirlo dentro. “Dejaremos de repetir heridas y empezaremos a sanarlas. Dejaremos de culparnos por sentirnos vacíos y dejaremos de sobrevivir para empezar a vivir”, concluye.
En resumen, el vacío emocional puede ser también una oportunidad para aprender más sobre uno mismo y comenzar un proceso de sanación auténtica. Y reconocerlo y aceptarlo puede ser el primer paso para dejar atrás la simple supervivencia y empezar a vivir con más plenitud y bienestar emocional.