Cuando los días se acortan y el frío cada vez está más presente, la moda vuelve a mirar hacia la alta montaña. Pero esta vez el après-ski deja de ser solo un destino vacacional para convertirse en un verdadero estilo de vida. La tendencia que alguna vez fue sinónimo de refugio cálido después de esquiar se transforma este 2025 en una estética que habita tanto en las pistas de esquí como en las grandes avenidas comerciales.
Lo que antes era un abrigo sobrio y funcional, ahora se llena de confort y sofisticación. Las chaquetas acolchadas se vuelven ultraligeras, como si respiraran junto con el cuerpo. Tejidos termorreactivos, fibras recicladas y aislantes inteligentes componen las nuevas reglas de lo técnico. Marcas como Balenciaga o Giorgio Armani hablan de ingeniería térmica.
Cuando los días se acortan y el frío cada vez está más presente, la moda vuelve a mirar hacia la alta montaña
El shearling ahora es sintético y envuelve la silueta. El punto grueso cae sobre los hombros y la cachemira reciclada demuestra que la suavidad también puede ser responsable. Cromáticamente, la paleta se vuelve más fría con blancos, azules y tonos tierra. Los monos de esquí de Elie Saab se reinterpretan como petos urbanos, listos para caminar, más por la acera que por las pistas.
Complementos
De las pistas a la urbe
La máscara de esquí SP0121 de Adidas
Chaqueta de la línea Skiwear de Balenciaga
Jersey rosa de Antik Batik AW25
Botas en ante marrón de Balenciaga
Botas negras modelo deportivo de Balenciaga
Plato pintado con gatos de nieve de Marioluca Giusti







