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Oliver Blume, CEO del Grupo Volkswagen: “La prohibición de los motores de combustión en 2035 es poco realista; necesitaremos más tiempo”

Flexibilidad y tiempo

El canciller de Alemania, Friederich Merz (izquierda), junto al CEO del Grupo Volkswagen, Oliver Blume

Volkswagen

Dos de las principales compañías automovilísticas alemanas, el Grupo Mercedes y el Grupo Volkswagen, quieren aplazar la prohibición de los motores de combustión decretada en Europa para 2035. La última ocasión fue el pasado 9 de octubre, tras una cumbre entre los principales fabricantes alemanes y el gobierno del canciller Friedrich Merz, de la CDU. Lo sorprendente, o quizás no tanto, es que Merz se ha alineado con los fabricantes y expresó, tras el encuentro, su deseo de hacer una transición más dulce: “No debe haber un recorte drástico en 2035”, afirmó el canciller en declaraciones recogidas por Manager Magazin.

Algo que choca frontalmente con la prohibición impuesta por la UE para 2035. Merz no dio más explicaciones, salvo que la movilidad eléctrica es “la vía principal que seguimos” para cumplir con el objetivo de emisiones. En similares términos, se expresó el vicecanciller Lars Klingbeil, del SPD: “No queremos forzar nuestra transición”. Así que ya solo es cuestión de tiempo para que la conversación se introduzca en los pasillos de la UE. Si la locomotora alemana se planta, no habrá otra que negociar. Algo que, casi sin duda, apoyaría el gobierno italiano de Giorgia Meloni y otros fabricantes europeos como Renault o Stellantis.

Friederich Merz y Oliver Blume parecen haber unido esfuerzos para conseguir unos años más para el motor de combustión en la Unión Europea.Volkswagen

Uno de los más contentos tras la cumbre era el CEO del Grupo Volkswagen, Oliver Blume, que parece respirar aliviado tras el apoyo del gobierno: “Desde la perspectiva actual, el objetivo fijado para 2035 es poco realista. Por eso necesitamos más flexibilidad”, aseguró tras la reunión. Sin cargar las culpas sobre nadie en concreto, Blume admitió que fueron demasiado optimistas con la adopción del coche eléctrico: “Necesitaremos más tiempo para ello. Todas las previsiones políticas sobre el aumento gradual de la producción fueron demasiado optimistas”, aseguró el directivo de los alemanes.

Pero de sus palabras se puede extraer el resquemor de Blume hacia la clase política europea, que obligó a los fabricantes a invertir en el coche eléctrico como prácticamente la única alternativa de futuro. Y además sin tiempo suficiente para prepararse: “Tenemos en nuestras manos fortalecer la industria automotriz como motor de crecimiento y prosperidad en Alemania y Europa. Esto requiere un marco competitivo y fiable, mayor flexibilidad para alcanzar los objetivos de CO2 e incentivos fiscales sin burocracia para la demanda particular”, declaró Blume. Flexibilidad, una vez más.

El CEO del Grupo Volkswagen también aprovechó para sacar pecho de sus logros actuales: “Uno de cada cinco vehículos nuevos matriculados en el Grupo Volkswagen es eléctrico. Somos líderes del mercado de vehículos totalmente eléctricos en Europa. Dos tercios de nuestras inversiones, una cifra de dos dígitos de miles de millones, se destinan a electrificación y digitalización”, finalizaba Oliver Blume, añadiendo otro pero al coche eléctrico: ningún fabricante esperaba que su desarrollo fuera tan caro.