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Estrella Montolío, catedrática, sobre los jóvenes que comen con pantallas: “No saben interpretar las señales no verbales”

SALUD MENTAL Y TECNOLOGÍAS 

La profesora se ha centrado en explicar el impacto que tienen estas prácticas en las interacciones sociales

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Una catedrática explica el impacto de las pantallas en los jóvenes.

Una catedrática explica el impacto de las pantallas en los jóvenes.

IStockPhoto y Estrella Montolío.

Las redes sociales y las tecnologías en general afectan significativamente a la salud mental en España. Esta ha sido la premisa de un estudio elaborado por la Universidad Camilo José Cela, que se ha basado en el impacto y la adicción que estos factores provocan en la sociedad.

Los datos recogidos, de hecho, muestran que el 55% de los síntomas de ansiedad y el 52% en el caso de la depresión están relacionados con esta adicción. Los doctores y otros expertos ya recomiendan llevar a cabo varias técnicas para reducir este uso excesivo de los dispositivos móviles, como la desactivación de todas las notificaciones o el control sobre el tiempo que se pasa en el teléfono.

Aun con estas recomendaciones, no son pocos los jóvenes que siguen mostrando síntomas de esta adicción. Y es que lo más común habitualmente es tener estos dispositivos tecnológicos en todo momento, incluso mientras se come, algo sobre lo que ya ha alertado la catedrática Estrella Montolío.

¿Qué señala la catedrática al respecto?

Montolío es profesora de Lengua Española en la Universidad de Barcelona así como asesora en comunicación. En este caso, la catedrática ha utilizado el medio The Conversation para ahondar en el impacto que tienen estas prácticas que llevan a cabo los jóvenes en sus interacciones sociales.

Un niño sostiene una tableta digital.
Un niño sostiene una tableta digital.IStockPhoto

En sus palabras y avalada por los estudios, las redes sociales y el móvil en general es un gran “disruptor” cuando se pretende mantener conversaciones en persona. Y según dice, no es tan fácil como ponerlo en silencio, pues de ese modo el usuario únicamente estará pensando en los mensajes que posiblemente esté recibiendo.

Un problema que ya afecta a la salud mental y física. “Los niños y jóvenes que han crecido en familias en las que las comidas familiares han estado colonizadas por pantallas muestran un déficit manifiesto de habilidades comunicativas y conversacionales”, ha dejado claro, al respecto en el citado artículo.

Impacto del uso excesivo de pantallas en los jóvenes

La catedrática, además, ha confirmado que un uso excesivo de las pantallas puede afectar hasta a las interacciones sociales más básicas. “No saben interpretar las señales no verbales de sus interlocutores (activan menos neuronas espejo, base de la empatía)”, ha mencionado, al respecto.

Y no solo eso, sino que en estos casos también suele haber un “temor” a “exponerse a la conversación real”, aquella que tiene lugar en el aquí y el ahora. “Saben hablar pero no gestionan con solvencia el intercambio cooperativo que nos ha permitido a los humanos llegar hasta el siglo XXI: la conversación”, ha sentenciado.

Una consecuencia que puede ser remediada, pues Montolío ha confirmado que “conversar de manera solvente se aprende” y es algo “crucial” para nuestro futuro. “Tiene un impacto decisivo en la construcción de nuestra imagen, de la percepción que los demás tienen de nosotros”, ha subrayado, incidiendo en el hecho de que “nuestras conversaciones nos identifican”. 

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