“Soy una mujer femenina y por supuesto no voy a pagar la cuenta”: la trampa de los vídeos en TikTok e Instagram que refuerzan roles de género disfrazándolos de bienestar
Redes sociales
Surge una nueva oleada conservadora disfrazada de rutinas de skincare y vídeos ‘get ready with me’
“Me aparecen muchos anuncios de maquillaje en los días anteriores a la regla, cuando estoy más insegura de mi aspecto”: las apps menstruales pueden facilitarte la vida, pero ponen en riesgo tus datos más sensibles
la trampa de los vídeos de mujeres en TikTok e Instagram que refuerzan roles de género escondiéndolos de bienestar y estilo de vida.
“Soy una mujer femenina y por supuesto no voy a pagar la cuenta, soy una mujer femenina y por supuesto me maquillo siempre para salir, soy una mujer femenina y me encanta tener actos de servicio, y obvio no voy a abrir ninguna puerta”. Así se presenta Gigi Maquilla en el video fijado de su cuenta de TikTok de 100k seguidores, donde dice ayudar a las mujeres a “alinearse con su energía femenina” a través del maquillaje.
Lo que parece simplemente un consejo de estilo o autocuidado es, en realidad, parte de un discurso más amplio sobre cómo debe comportarse una mujer, cómo debe relacionarse y qué debe desear. Así se abre paso el no tan nuevo fenómeno de la womanosfera, cada vez más viral en redes sociales.
Hace tiempo que hablamos de la manosfera, esos espacios digitales donde comunidades masculinas articulan discursos sobre género, identidad y poder que crecen en adeptos. Sin embargo, en los últimos años sus discursos han ganado visibilidad en plataformas mainstream. Lo que antes circulaba en foros marginales hoy aparece en contenidos de streamers y creadores de gran alcance, convirtiendo mensajes sobre masculinidad, meritocracia o rechazo al feminismo contemporáneo en referencias habituales para parte de la juventud masculina.
Según el estudio La reacción neomachista después de la cuarta oleada feminista (UAB, 2025), dirigido por la investigadora Paula Zuluaga, los mensajes antifeministas se viralizan cuatro veces más que los feministas en redes sociales. El informe analizó 364 publicaciones de 26 influencers en moda, belleza, lifestyle y videojuegos, un territorio aparentemente neutro, incluso frívolo… pero es ahí donde la ideología respira mejor.
La portada del disco de Sabrina Carpenter, 'Man's Best Friend', es vista como un claro ejemplo de este movimiento.
En los últimos años, ha empezado a crecer la facción femenina de ese nicho masculino. Un espacio donde ciertos valores tradicionales se reformulan en clave aspiracional y se presentan como estilo de vida, autocuidado o búsqueda de la estabilidad emocional perfecta para las mujeres.
Este fenómeno, más difuso y menos confrontativo en apariencia, no llega con frases contundentes, llega con get ready with me, con rutinas de skincare y con un “yo solo digo lo que a mí me funciona”.
El propósito de este contenido es poner en práctica estas pautas de belleza y 'amor propio' para conseguir un hombre que te cuide
Entre las mujeres jóvenes en España se observa una tendencia más marcada hacia posiciones progresistas que en el resto de la población. En los barómetros del CIS de 2023 y 2024, las mujeres de entre 18 y 29 años se ubican, de media, más a la izquierda en la escala ideológica que los hombres de la misma edad.
Las mujeres aún no compran en su mayoría el discurso antifeminista, por eso, el antifeminismo no se pronuncia a gritos, sino que se desliza en tono cercano como si esas influencers y personalidades fueran tus amigas.
“Mujeres de alto valor”, “la mujer del proceso” o el ya denostado término tradwives flotan en los algoritmos de jóvenes como Amanda (26). Aunque no esté de acuerdo, dice que entiende por qué puede resultar atractivo: “Te hablan de cuidarte, de tener rutinas y sentirte segura de ti misma. Eso puede ser positivo. El problema es que, sobre todo, el propósito de este contenido es poner en práctica estas pautas de belleza y 'amor propio' para conseguir una pareja (en la mayoría de los casos un hombre) que te cuide. Me da tristeza pensar que la motivación de la mujer siga siendo retratada a través de conseguir un hombre”.
En Estados Unidos, este fenómeno lleva años en marcha no solo a través del ya denostado fenómeno influencer de las tradwives, sino también de personalidades como la presentadora Brett Cooper (de The Daily Wire) o la política lanzada al estrellato tras el asesinato de Charlie Kirk, Candace Owens.
La womanosfera no surge de manera orgánica. En Norteamérica existe ya una industria cultural conservadora dirigida explícitamente a mujeres jóvenes. El New York Times ha documentado el caso de Evie Magazine, una revista fundada por Brittany Hugoboom, que bajo la premisa de hablar de moda, bienestar y maternidad aspiracional, cala mensajes contra el feminismo contemporáneo.
Evie forma parte de un ecosistema mediático financiado por capital privado y fondos vinculados a Silicon Valley. Uno de ellos es el inversor Peter Thiel, fundador de PayPal que también respalda 28, una app salud menstrual que defiende hábitos de vida basados en la complementariedad entre hombres y mujeres.
Aunque no estoy de acuerdo con ellos, acabas viéndolos constantemente
En España, este tipo de contenidos no llega a través de medios conservadores tradicionales, sino mediante estéticas aspiracionales en TikTok e Instagram. Creadoras que hablan de “feminidad”, “autocuidado”, “soft life” o “energía femenina” funcionan como puerta de entrada a ideas que revalorizan los roles de género tradicionales sin presentarlos como ideología, sino como bienestar personal.
Laura (25) es otra joven que se ha visto envuelta en este tipo de contenido en TikTok. “Es adictivo, me salían videos de este tipo y quería entender de qué hablaban y veía más todo el rato. Aunque no estoy de acuerdo con ellos, acabas viéndolos constantemente”. El formato importa tanto como el mensaje y TikTok prioriza vídeos que generan permanencia emocional (miradas cálidas a cámara, rutinas, sensación de intimidad), una narrativa que facilita que discursos tradicionales circulen.
Ejemplos de ello se encuentran en perfiles como Eleganciaconmaeva en TikTok, una cuenta con más de 870k seguidores que relaciona situaciones mundanas como pagar a medias una cena con un hombre con una actitud poco elegante. “Vivimos en una época donde el hombre ha olvidado su papel, donde muchos no saben liderar ni proteger ni proveer. Y encima se normaliza esta ideología vulgar que dice que somos iguales, así que todos tenemos que pagar igual”, explica en un video.
Tal como señalaba Betty Friedan en La mística de la feminidad en los años 60, se ha construido para las mujeres un ideal en el que la realización personal pasa por ser esposa, madre, cuidadora y emocionalmente disponible. No como imposición explícita, sino como una forma de felicidad aspiracional.
La womanosfera actual retoma esa lógica, pero la envuelve en lenguaje de autocuidado, orden y bienestar. Lo que se presenta como estabilidad emocional o “energía femenina” acaba enlazando con la misma idea de siempre en la cual el valor de una mujer se mide por su capacidad de cuidar y por la validación que recibe de los demás, especialmente de los hombres.