First Dates se ha convertido en uno de los espacios más emblemáticos de la televisión. Tras su estreno en 2016, el espacio presentado por Carlos Sobera ha ido poco a poco conquistando el corazón de los espectadores de Mediaset, que cada noche disfrutan de una gran variedad de citas de lo más peculiares. Pero aunque el objetivo del formato es que sus protagonistas encuentren el amor, no todas las citas terminan con final feliz.
Este era el caso de la protagonizada por Esther y Alfonso. La gaditana de 59 años llegaba al restaurante asegurando que no era una mujer clásica. ''Tengo unas estética muy particular que va unida a mi personalidad'', confesaba. Algo que notaba inmediatamente Carlos Sobera. ''Te voy a regalar una mano para que te puedas poner todos los anillos que te has dejado en casa. Qué barbaridad'', decía el presentador. ''Y cada uno tiene su motivo'', explicaba.
            Esther en 'First Dates'
Tras más de 35 años con su marido, la soltera estaba decidida a abrir de nuevo su corazón. Y el elegido para ello era Alfonso, un empresario gaditano de 58 años que se sentía muy sevillano. ''Me he casado dos veces y no sé si me casaré una tercera'', recalcaba. La primera impresión entre ambos fue normal. ''Es una persona clásica vistiendo, pero bien'', comentaba ella. ''Me han llamado mucho la atención sus anillos'', decía él.
Tras brindar por una velada inolvidable, el presentador acompañaba a los solteros hasta su mesa, donde comenzaban la cita hablando de sus profesiones. El gaditano explicaba que su trabajo en la hostelería era muy sacrificado porque apenas tenía tiempo libre. ''Pero nunca me he quejado'', aseguraba. ''Está bien porque me deja mi espacio pero, por otra parte, me apetece compartir momentos con mi pareja y no que esté todo el día trabajando'', decía Esther.
            Alfonso en 'First Dates'
Pero la soltera tampoco se mostraba conforme con el hecho de que el gaditano fuera amante de la Semana Santa. ''Yo no voy a ir, a lo mejor voy por el espectáculo, pero no porque yo sienta fervor'', sentenciaba. La situación empeoraba cuando Alfonso confesaba ser taurino. ''Eso es una línea roja en mi vida. Soy muy animalista, entonces yo todo lo referente a los toros no'', aseveraba. La reacción de la soltera no pasaba desapercibida para el gaditano, que inmediatamente le dejaba las cosas claras: ''A mí me gusta, y lo voy a seguir manteniendo. Yo no voy a cambiar nada''.
''A ver si este hombre va a ser racista''
En un punto de la velada, los solteros decidían hablar de la lectura. ''Casi todo lo que leo es novela negra'', comentaba la soltera. ''Yo negro no, solo los pantalones para el trabajo y la camisa para trabajar'', replicaba Alfonso, dejando a Esther completamente impactada. ''Ostras, a ver si este hombre va a ser racista'', exclamaba ella.
            Esther y Alfonso en 'First Dates'
Para evitar malentendidos, el gaditano se defendía asegurando que no era racista. ''Tengo ahora a dos chavales en prácticas morenitos'', añadía. ''Negros. No digas morenitos porque eso me da un montón de coraje. Es peor. Te lo digo porque yo tengo un yerno negro (...) No soy fácil de enfadar pero, como me enfade, teme'', le recriminaba la soltera. Finalmente, los solteros rechazaban tener una segunda cita porque no ''estaban en el mismo momento''.
