Expertos de la Universidad de Virginia detectan otra reacción indeseada de Ozempic

Nuevos estudios comienzan mostrar una cara menos amable de Ozempic, el “fármaco milagro” contra la diabetes y la obesidad que convirtió el pasado año a la farmacéutica Novo Nordisk en la compañía europea más valiosa en bolsa. 

Hace unos meses, la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) advertía que la ceguera repentina podía ser una de las reacciones indeseadas de este medicamento, aunque era algo “muy infrecuente”. Otros especialistas lo han relacionado con el efecto “cara Ozempic”, es decir, un envejecimiento facial derivado de perder varios kilos de forma súbita. Ahora, el Sistema de Salud de la Universidad de Virginia defiende que esta inyección podría reducir la masa muscular vital, lo que a largo plazo podría afectar a la salud cardíaca, la función física y la mortalidad. 

La pérdida de masa muscular magra puede aumentar el riesgo de enfermedades cardiovasculares

Pese a que el adelgazamiento asociado a los fármacos GLP-1 —desde Ozempic a Wegovy, Victoza o Saxenda— ofrece numerosos beneficios para la salud a personas con obesidad y diabetes tipo 2, “los médicos podrían considerar recomendar programas de ejercicio o desarrollar otros enfoques, como suplementos nutricionales o medicamentos complementarios, para ayudar a los pacientes con GLP-1 a obtener todos los beneficios cardiorrespiratorios de una pérdida de peso sustancial a largo plazo”, señalan los investigadores.

Los expertos han observado que el tratamiento con estos fármacos puede conllevar una desaparición de masa magra, de la cual el músculo representa entre el 40 % y el 50 %. “La cosa es bastante seria”, advierte en la revista de la Universidad de Virgina el Dr. Zhenqi Liu, profesor de Medicina del centro y exjefe de la División de Endocrinología y Metabolismo de UVA Health. “El músculo, especialmente el axial, es esencial para la postura, la función física y el bienestar general. La pérdida de masa muscular magra puede aumentar el riesgo de enfermedades cardiovasculares, mortalidad por cualquier causa y una menor calidad de vida. Debemos asegurarnos de que los pacientes a los que se les recetan estos medicamentos no corran ya el riesgo de desnutrición o baja masa muscular”. 

Para llegar a esta conclusión, el Dr. Zhenqi Liu y sus colegas revisaron los datos disponibles sobre los efectos de los medicamentos en la aptitud cardiorrespiratoria o CRF, es decir, la capacidad del organismo para utilizar el oxígeno durante el ejercicio. Este es un potente predictor del riesgo de mortalidad por todas las causas y cardiovascular en diversas poblaciones, como la obesidad, la diabetes y la insuficiencia cardíaca. 

Observaron que pese a que los fármacos GLP-1 afectan positivamente a ciertas medidas de la función cardíaca, no se traducen en mejoras significativas en el VO2 máx. o el consumo máximo de oxígeno que el cuerpo puede utilizar durante el ejercicio. Algunos trabajos pequeños han sugerido que el ejercicio puede ayudar a mejorar este indicador en pacientes que toman medicamentos GLP-1, pero estos tenían controles deficientes, por lo que se necesitan estudios más grandes y bien diseñados para confirmarlo, explican. 

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“Hay señales prometedoras que nos hacen pensar que podríamos desarrollar medicamentos para ayudar a compensar la pérdida de masa muscular magra, como un anticuerpo monoclonal que ya está en desarrollo. (…) Esta es un área de investigación activa. Esperamos que pronto surjan mejores soluciones”, dice Liu, que por ahora recomienda que los pacientes a los que se les recetan estos fármacos conversen con sus médicos sobre estrategias para preservar la masa muscular. 

“Queda por evaluar el entrenamiento físico durante la terapia con GLP-1 en cuanto a su capacidad para preservar o mejorar el VO2 máx. durante el tratamiento”, concluye.