Cada mañana, en millones de hogares, se repite un gesto casi automático: salir de la ducha, secarse y aplicar desodorante. Es un hábito tan interiorizado que pocos se detienen a pensar en su origen o en su verdadera necesidad. Pero como tantas costumbres modernas, el uso del desodorante tras la ducha encierra mucho más que una simple cuestión de higiene.
El farmacéutico Álvaro Fernández, a través de su canal de TikTok, ha señalado que la gran mayoría de personas utiliza el desodorante de manera incorrecta: “La mayoría nos lo ponemos justo después de la ducha, con la piel húmeda, pensando es lo correcto. Según los propios fabricantes de desodorantes y antitranspirantes, ese no es el mejor momento”, empieza diciendo.

Mujer se aplica desodorante
¿Cuándo es el mejor momento para utilizar desodorante?
Durante la noche. Mientras que el desodorante enmascara el olor, el antitranspirante actúa bloqueando temporalmente las glándulas sudoríparas. Para ello, necesita tiempo y condiciones adecuadas para penetrar eficazmente en los conductos. Por la noche, la piel está limpia, seca y menos activa, lo que facilita una mejor absorción de los ingredientes activos, como las sales de aluminio. En cambio, durante el día, la sudoración provocada por el calor, el estrés o el movimiento puede interferir con la eficacia del producto.

Un niño aplicándose desodorante junto a su padre
Máxima eficacia. Dermatólogos como el Dr. David Pariser, ex presidente de la Academia Americana de Dermatología, han señalado en varias ocasiones que aplicar antitranspirante antes de dormir permite que actúe durante la noche y brinde protección durante el día siguiente, incluso después de la ducha matutina.
Un cambio de rutina que puede marcar la diferencia. No se trata de una regla rígida, sino de una sugerencia basada en la ciencia detrás del producto. Para quienes usan solo desodorante (sin función antitranspirante), la hora de aplicación es menos crítica. Pero para quienes luchan con la sudoración excesiva o buscan mayor eficacia, la noche ofrece una ventaja significativa.