Mar Ricart, psicóloga: ''Tu madre no es un ser de luz, es una persona. Es un ser humano con heridas, dudas, una historia y deseos propios''
Una profunda reflexión
La terapeuta recalcó que las madres son mujeres más allá de su rol familiar y que tienen sus propias mochilas emocionales
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Mar Ricart, psicóloga
El pasado domingo se celebró en nuestro país el Día de la Madre y redes sociales como Instagram, Facebook o TikTok se llenaron de miles de muestras de cariño: fotografías, vídeos, dedicatorias cariñosas, textos cargados de amor y agradecimiento, etc.
Ante una fecha tan destacada en el calendario de nuestro país, algunos expertos en salud mental aprovecharon la ocasión para reflexionar sobre esta figura tan importante en la vida de millones de personas.
Regalo Día de la Madre
Decenas de psicólogos hablaron sobre la crianza y sobre cómo los niños tienden a repetir los patrones de comportamiento que ven durante sus primeros años de vida. Sin embargo, la psicóloga Mar Ricart fue un paso más allá y regaló a su audiencia una publicación muy original, en la que abordó esta cuestión desde una perspectiva diferente.
En esta ocasión, la especialista aclaró que debemos dejar de idealizar a las mamás y empezar percibirlas como mujeres que, independientemente de haber tenido hijos, tienen una vida propia, con sus responsabilidades, inseguridades, deseos e inquietudes.
Según la autora, en muchas ocasiones a una madre se le exige tener conocimiento de todo, ser perfecta, amable y cariñosa, ignorando así sus propias luchas internas. ''Tu madre no es un ser de luz, es una persona. Tu madre no es un espíritu todopoderoso que todo lo puede, todo lo aguanta, todo lo da. Es un ser humano con heridas, con dudas, con una historia y deseos propios'', señaló la creadora de contenido.
Con su publicación, Ricart intentó hacer ver a sus seguidores que la gran mayoría de las madres, especialmente las de generaciones pasadas, no están acostumbradas a escucharse a sí mismas: ''No les enseñaron a regular sus emociones, ni a poner límites, ni a sostener sus sentimientos sin romperse por dentro (...) Les enseñaron a ser fuertes, a poder con todo. Y tal vez eso las volvió duras, ausentes y frías o las desbordó tanto que no podían sostenerse''.
Unas expectativas injustas
Tal como expresó la psicóloga, muchas madres conviven con la culpa de no haber estado a la altura en distintos momentos de la vida de sus hijos, ya que sienten que estos buscaron en su figura lo que ellas mismas no recibieron durante su infancia: una ternura que nunca conocieron, una validación que nunca encontraron o un abrazo que nadie les enseñó a ofrecer.
Antes de finalizar su reflexión, Ricart explicó que no hay que justificar la actitud de todas estas mujeres, sino entender que tienen su propia mochila emocional. Como conclusión, señaló que es muy injusto que, a día de hoy, exista la idea de que ser buena madre es desaparecer, olvidarse y entregarse por completo: ''Romper esto no es fácil, empieza por mirar a tu madre como una mujer antes que un rol''.