Las mejores series de 2025
La lista
Con 'Pluribus', 'The Studio' y 'Severance', Apple TV podría ofrecer la mejor propuesta de un año lleno de comedia.

Adam Scott no se pudo llevar el Emmy pero Britt Lower sí por 'Severance'.

Evaluar la producción de ficción de un año completo es intrínsecamente injusto debido a las omisiones inevitables. Sin embargo, en esta ocasión, dos puntos sobresalen. Por un lado, Apple TV se alza como la plataforma más destacada en términos de calidad, superando a Netflix y HBO Max. Producciones sumamente audaces como Pluribus y Severance marcan una distinción en un panorama televisivo que tiende hacia lo convencional. Igualmente digna de mención es The Studio, la obra que rinde tributo y satiriza a Hollywood, obteniendo un gran éxito en los premios Emmy. Por otro lado, el año 2025 ha presenciado una extraordinaria cosecha de comedia.
En esta selección solo se han incluido la comedia de Seth Rogen, la obra costumbrista Poquita fe, la angustiosa Furia o la mezcla de comedia, tensión y drama de Reclutas. No obstante, también podrían haber figurado la comedia gamberra universitaria Impostura, la obra generacional Adults, la entretenida y conmovedora Big Boys, esa extravagante demostración de producción que es la cancelada Étoile y las parejas cómicas de Hacks y Platónico.
SkyShowtime
10. The Agency

Un agente de la CIA se ve forzado a dejar su tapadera y regresar al Reino Unido, pero su historial lo alcanza. Jez y John-Henry Butterworth adaptan *Oficina de infiltrados* con una frialdad tan cautivadora como la conexión entre Michael Fassbender y Jodie Turner-Smith. La dirección de Joe Wright evoca una estética de cristal y hormigón. Con Andor, The Studio, Étoile, Severance o Furia, se evidencia cuánto el diseño de producción realza una producción.
HBO Max
9. Pubertat

Se comenta en la colla castellera que una menor fue víctima de abuso sexual en Sant Joan a manos de sus compañeros de 13 años. Leticia Dolera ha creado una serie que, cargada de elementos patriarcales, ilustra su impacto en los jóvenes. Tanto la agresión sexual como el consentimiento son examinados desde diversas ópticas (víctimas, perpetradores, allegados, el entorno) y en diferentes niveles de severidad. ¿El punto culminante? Un desenlace conmovedor (y merecido) que exalta la fuerza colectiva y en el que la directora defiende el marco cultural y simbólico de su creación.
Movistar Plus+
8. Poquita fe

En la segunda temporada, Montero y Maidagán expusieron el impacto de la crisis inmobiliaria en la clase obrera de España. Berta y José Ramón, interpretados cómicamente por Esperanza Pedreño y Raúl Cimas, se ven desahuciados y deben aguardar el fallecimiento de una anciana para poder arrendar su apartamento. ¿El punto fuerte? Su habilidad para crear situaciones cómicas. Se trata de una producción perspicaz y muy divertida que comprende (y valora) con gran lucidez a las personas comunes.
Apple TV
7. The Studio

Seth Rogen se encargó de escribir, dirigir, producir y actuar en esta mirada mordaz y, a la vez, homenaje a la industria cinematográfica de Hollywood. No se le puede reprochar nada: es entretenida, cuenta con apariciones de actores y directores que encajan perfectamente, presenta un diseño de producción sofisticado y una elaboración de las escenas cómica insuperable. El episodio del plano secuencia representa, probablemente, la mejor muestra de comedia del año.
Netflix
6. Adolescencia

Las tomas continuas orquestadas por Philip Barantini representan una maravilla en la narrativa cinematográfica. Sin embargo, esto sería solo un truco técnico si los cuatro segmentos no contaran con intérpretes tan talentosos, realistas y empáticos, y si el libreto de Stephen Graham y Jack Thorne no nos ofreciera un puñetazo a toda la sociedad.
HBO Max
5. Furia

Félix Sabroso ideó una serie en la que cada capítulo detalla la presión ejercida sobre una mujer hasta su punto de quiebre. ¡Qué forma de calibrar la tensión cómica con la banda sonora y los ambientes! ¡Qué estallido de creatividad por parte del elenco! Candela Peña, Ana Torrent, Claudia Salas, Cecilia Roth, Nathalie Poza y Carmen Machi, deslumbrantes.
Apple TV
4. Severance

El público necesitó tres años para desentrañar el cliffhanger de la primera temporada. Las diversas personalidades de los personajes comenzaron a darse cuenta y a comprender lo insostenible de su circunstancia en una temporada misteriosa, intrincada, deliberadamente excéntrica y, sobre todo, con un aire de libre expresión. Es intencionalmente peculiar y posee una mitología compleja, ciertamente, y fue concebida con la precisión de un genio psicópata.
Netflix
3. Reclutas

Cameron (Miles Heizer) se alista en la marina tras graduarse en el instituto: está harto de ser un tirillas y de acabar con la cabeza en el retrete por ser homosexual. Él se imagina la experiencia como unos campamentos pero pronto se da cuenta de su error: es un maltrato físico y psicológico constante que tiene como objetivo fortalecerlo… o romperlo. En 1990, además, su sexualidad está literalmente prohibida en el ejército.
Andy Parker hace malabares como guionista. Se burla de los protocolos militares a través del humor. Mezcla las bromas con una inquietud y tensión que aumenta, junto con escenas dramáticas conmovedoras. Y, en una serie que explora cómo la violencia y la masculinidad perjudicial (y utilizada como herramienta) deshumanizan a las personas, descubre la dulzura.
Apple TV
2. Pluribus

Un virus de origen extraterrestre se expande, fusionando las mentes de la humanidad. La única excepción es Carol, quien se encuentra sola y desdichada en una realidad colectiva y peculiar. Vince Gilligan entrelaza humor negro, drama, elementos de ciencia ficción y terror psicológico en una propuesta singular. Su desarrollo narrativo es deliberadamente natural. En cuanto a decíamos esta semana, si uno debe seguir una serie episodio a episodio, es Pluribus.
Disney+
1. Andor

La fijación de Disney con las franquicias hacía casi inevitable la sospecha ante una nueva explotación de la marca Star Wars, aun cuando estuviera a cargo de Tony Gilroy, quien había escrito la robusta Rogue One. No obstante, el guionista, con Andor , forjó un relato maduro sobre la resistencia antifascista que, por coincidencia, se desarrollaba dentro del cosmos ficticio de George Lucas.
Su devoción a sí mismo es tan digna de elogio como su habilidad para agotar los fondos del estudio y así producir la serie más pulcra de la televisión. Un caso en cuestión es el enlace matrimonial de la hija de Mon Mothma, lo que desencadena el síndrome de Stendhal. Con su segunda temporada, la precuela televisiva de una precuela cinematográfica no tenía por qué ser la mejor serie del año, pero Gilroy logró lo imposible.