Hola, ¡feliz domingo! Este texto pertenece a la newsletter Bolsillo, un resumen de las noticias más destacadas de la semana en economía doméstica, consumo y ahorro.
¿Quién quiere pagar más impuestos? Seguramente nadie. Por eso traemos algunos trucos y mecanismos para ahorrar en la factura fiscal del año. A la vez, crecen las llamadas a mover el dinero ahorrado para aumentar la inversión y que crezca el colchón frente a la inflación, otro frente que se come el patrimonio.
El tema de la semana
El trámite de Hacienda
Reducir la factura. El último tramo del año es ideal para ajustar la factura fiscal con la Agencia Tributaria. Venimos de un ejercicio de récords en las bolsas -incluido el Ibex 35- por lo que las carteras acumulan ganancias que si se recogen aumentarán el pago al fisco. Pero hay formas de compensarlo para evitar que suba mucho. Por ejemplo, vendiendo acciones en pérdidas para contrarrestar la ganancia de otras. O usando varios mecanismos para anular las ganancias por vender una vivienda, oro u otros activos. Aquí los explicamos. También se puede optar por opciones más comunes como aumentar las donaciones, llevar al máximo la aportación a planes de pensiones o repasar las deducciones de cada autonomía para cumplir con ellas de cara a la próxima campaña de la renta. Los trucos son varios.
Mover el ahorro. La semana ha ido cargada de llamados a que el dinero trabaje. Que el ahorro que se tiene en las cuentas corrientes o depósitos se traslade a otras alternativas de inversión. Desde Bruselas se pide que los trabajadores accedan de forma automática a planes de pensiones en las empresas. La idea es llevar su dinero a la economía productiva. También para complementar unas pensiones que irán a la baja, se advierte. Una idea similar lanzaban los asesores y planificadores financieros de EFPA. Se estima que más del 40% del ahorro está inmóvil en cuentas o depósitos, a merced de la inflación y la pérdida de poder adquisitivo. Lo cierto es que los jóvenes de la generación Z están cambiando las cosas, duplicando su presencia en los mercados en apenas unos años. Además, algo no tan bueno, crece la búsqueda de retornos más rápidos.
Xavier Cervera
Frío. Las temperaturas bajan y la nieve va diciendo presente. La factura sufrirá menos de lo previsto si hacemos caso a los análisis que apuntan que pese a que se viene el invierno el recibo puede bajar hasta un 45% si lo comparamos con el año pasado. ¿Por qué? El precio del gas, la evolución de la meteorología en Europa y otros factores juegan a favor, pese a que activemos cada vez más la calefacción. También pueden sonreír los que tiran de butano, porque la bombona acumula tres descensos seguidos en la revisión. Este es su nuevo precio. Aunque los costes lo pongan más fácil, no es mal momento para rescatar algún consejo para ahorrar en la factura de invierno o recordar la temperatura recomendada para calentar la casa sin dejarse el bolsillo.
Y además...
Cosas que cambian, y cosas que no
España necesita mirar afuera. Para aguantar el nivel de recaudación del IRPF se precisa un inmigrante por cada alta de jubilación, según alerta un estudio de Funcas. Además, la época de ingresos récord y tasas de fuerte crecimiento se va agotando. No es un tema menor, porque también está en juego la sostenibilidad de las pensiones.
G.A.
Donde hay menos cambios es en los mercados. Por mucho que de la sensación de que la inversión se abra a todo el mundo, con aplicaciones, más información y todo tipo de consejos de dónde invertir, el dinero sigue estando en manos de unos pocos. Casi el 90% de la riqueza bursátil está en manos de un 10%, nos advierte el profesor Pablo Foncillas.
