Klaus Zellmer, CEO de Skoda: “El camino hacia la electromovilidad depende del cliente, del suministro y de las condiciones marco, como los precios de la electricidad y la infraestructura de carga”
2035, cada vez más cerca
Las quejas de las marcas por la prohibición europea a los motores de combustión se acumulan
130 años de Skoda, la empresa de bicicletas convertida en una marca automovilística capaz de liderar la movilidad eléctrica con coches también hechos en España
Klaus Zellmer, CEO de Skoda, junto al Skoda Enyaq RS IV.
Aún queda una década, pero las voces en contra de la fecha límite de 2035, marcada por la UE para la prohibición de los motores térmicos, son cada vez más intensas. La presión no deja de crecer, conforme las marcas ven como sus objetivos de ventas de eléctricos no suman lo que deberían. Es un hecho: los europeos prefieren un híbrido a un eléctrico. Y también es cierto que, de puertas para afuera, ninguna marca tiene dudas de que el futuro pase por el coche eléctrico. Pero lo que sí que piden es más tiempo para su implantación.
El último en sumarse a las críticas es Klaus Zellmer, CEO de Skoda (marca del Grupo Volkswagen) que vuelve a pronunciar la palabra mágica, flexibilidad: “Respaldamos el objetivo legal del 100 % de emisiones de CO2 para los vehículos nuevos, pero necesitamos más tiempo y flexibilidad para lograrlo”, asegura el mandamás de la marca en una larga entrevista en Auto Gazette: “Actualmente observamos que los clientes particulares se muestran reticentes a comprar vehículos eléctricos. Existen incentivos para flotas y coches de empresa y en mi opinión, también son necesarios para particulares. Las penalizaciones, en cambio, nunca han funcionado”, se lamenta Zellmer.
El coste total de la compra de un vehículo eléctrico debe disminuir. Una recarga eléctrica más barata sería decisivo o un IVA más bajo”
Para el CEO de la marca originaria de la República Checa hay todavía un largo camino por recorrer y no es tan sencillo como ofertar simplemente eléctricos: “En Skoda llevamos años diciendo que el camino hacia la electromovilidad depende del cliente, las opciones disponibles y las condiciones marco, como los precios de la electricidad y la infraestructura de recarga”, indica Klaus Zellmer. E insiste con los objetivos de CO2: “Mi deseo es que no solo hablemos de objetivos a largo plazo, sino que, como primer paso, analicemos la normativa sobre CO2 para 2030”, advierte el directivo de Skoda.
Klaus Zellmer pone de ejemplo a Noruega como caso de éxito en la adopción del coche eléctrico: “Hasta un límite de 43.000 €, la compra de un coche eléctrico está exenta del IVA [en Noruega]. Esto podría servir de modelo para otros países europeos. El coste total de la compra de un vehículo eléctrico debe disminuir. Una recarga eléctrica más barata sería un factor decisivo o un IVA más bajo. Fundamentalmente, estos incentivos deben aplicarse en toda Europa”, desliza el CEO de Skoda.
En cualquier caso, para Zellmer ya vamos tarde: “Necesitaremos más híbridos enchufables y extensores de autonomía de los previstos inicialmente. Hace años, proyectamos una curva de implantación. Y ahora nos damos cuenta, por diversas razones, de que no funciona. Por lo tanto, actualmente el debate está en cómo alcanzar estos objetivos de forma económicamente viable”, argumenta el mandamás de la marca.
Por otro lado, Klaus Zellmer no duda en sacar pecho de los logros de su marca en cuanto a la venta de eléctricos: “Esperábamos que nuestro Elroq tuviera una buena acogida entre los clientes y así ha sido. El Elroq y el Enyaq fueron los dos vehículos eléctricos más vendidos en Europa en julio. Esto demuestra que, si se ofrecen los productos adecuados, funciona”, sentencia el directivo de Skoda.